Con un humor teñido por la crítica social, con grandes vueltas de tuerca y sostenido por la expresividad que todos esperan de Guillermo Francella, llega El Encargado, la nueva serie que podrá verse a partir  del 26 de octubre en la plataforma de Star+.

La flamante ficción de Mariano Cohn y Gastón Duprat promete ser una de los grandes lanzamientos de la segunda mitad del año. Es que además de tener una figura convocante como protagonista, también se apoya en un elenco de lujo que lo acompaña para tirar paredes en escena: Gabriel “Puma” Goity, Darío Barassi, Moro Anghileri y Gastón Cocchiarale son algunos de los principales partenaires que tendrá la figura principal para desarrollar su estilo tan particular. Los creadores de Competencia oficial, Mi obra maestra, 4×4 y El ciudadano ilustre, entre tantos otros, escribieron un guión en el que Francella interpreta a Eliseo, el encargado de un edificio con 30 años de antigüedad en su puesto, y que se permite algunos excesos al tener conocimiento (y por edne, cierto poder) acerca de quienes viven en el lugar. Al enterarse de que ya no requerirían de sus servicios, buscará conseguir algunos beneficios utilizando la información recolectada durante décadas.

Foto: Prensa Star+

Son diez capítulos en donde Francella muestra a un hombre manipulador, que parece una cosa pero es otra otra:  ese juego de apariencias lo lleva a construir un empleado servicial y obsecuente por fuera, pero que esconde en su interior todos los elementos de un hombre oscuro. Entre los vecinos y personajes que aparecen hay otros nombres reconocibles como el de Manuel Vicente, Jorge D’Elía, Mirta Busnelli, Martín Seefeld, Nicolás Vázquez, Nicolás Francella, y Dani La Chepi. Pero son Goity, Anghileri y  Cocchiarale los que marcan los tres aspectos principales del epicentro de la acción

“Toda la trama muestra una parte, pero hayun revés que es muy interesante, ese es el juego. Este tipo de humor, el que maneja esta historia, descoloca un poco al espectador, y para los actores entrar en ese juego ambiguo de ingenuidad solapada, es atractivo”, afirma Moro Anghileri, que le aporta con su papel el toque romántico a la trama. En el caso de Gabriel Goity, el actor confiesa que le atrajo especialmente ser el malo: “El villano siempre es sumamente atractivo, más en el tono oscuro que lo hacen Cohn y Duprat. Aquello que incomoda al reírse, pero que a su vez es inevitable. Esa conjunción es maravillosa”, dice quien encarna a un abogado que antagoniza con el personaje de Francella.

Por su parte, Gastón Cocchiarale cree que lo que lo convenció de participar como actor para interpretar al ayudante del encargado en cuestión, fue “más la totalidad de la trama que el personaje en sí. Guillermo me invitó a ser parte, y si él me dice ‘tirate de un puente’, me tiro’ (risas). Era el guión, pero también el elenco, la plataforma, los directores. Todo tenía un equilibrio, que se nota en el producto final”.

La serie también indaga sobre la discriminación y las cuestiones de clase. “Creo que los directores manejan bien esa crudeza, porque la serie tiene un humor que genera pensamientos, contradicciones, reflexión, debate. Se meten con aspectos humanos con claroscuros. Van Jugando desde un lugar muy bueno para la ficción. La ficción también debe poner el dedo donde no se debe y eso es muy importante para la sociedad”. La historia va por un lado, pero toca temas de costado que son interesantes para analizar. Es importante que lo veamos”, sigue Goity. Para el actor el detonante tiene un aspecto de tinte político: “Imaginate que los vecinos quieren rajar a un tipo que hace una vida trabaja ahí, para poner una pileta. La complejidad de esa situación está bien narrada”.

Las diferencias sociales que se reflejan en este edificio, son para Anghileri unas de las claves de la historia. “Está bien retratado cómo algunos consideran que este hombre debe ser servil, con la cantidad de poder que maneja sobre la intimidad y los secretos de la gente. Hay muchas cosas que suponemos que deben ser de una manera, y esta serie las pone en el borde para que cada uno haga las preguntas y de las respuestas que crea convenientes. Las escenas proponen esa tensión sobre qué pasa del otro lado de determinado comportamiento. Es inquietante”. Para Goity, la trama también muestra el resentimiento y el inconformismo de clase, aunque todos se jactan de pertenecer a la clase que le tocó. “Todos están para más y se sienten superiores al otro”, puntualiza el actor en ese sentido.

El encargado tendrá una segunda temporada que ya se está grabando. La primera se rodó durante la pandemia, en locaciones de Belgrano y Chacarita, durante 5 meses. “Fue una experiencia intensa, con muchos cuidados. Entre hisopados y barbijos pudimos filmar muy bien”, recuerda Anghileri. Cocchiarale aporta sobre esa experiencia: “Si bien en el producto final se ven escenas de no más de uno o dos actores, fue una filmación con muchos aspectos técnicos para atender, con más de 100 bolos, lo cual le dio un movimiento muy intenso en un contexto complejo. Pero Mariano (Cohn) y Gastón (Duprat) se ocupan de que el set sea un lugar movido, preciso, divertido, algo que estando Guillermo, además, es inevitable” admite Cocchiarale

Sobre la proyección que le da a la serie una plataforma el trío de intérpretes siente que es algo que excede su labor. “No sé, todavía no me llegaron propuestas de Escandinavia u otros mercados exóticos”, bromea Goity. Anghileri admite que aunque ya realizó varios trabajos para plataformas no tiene muy claro ese punto, mientras Cocchiarale cree que es importante mostrar una mirada argentina. “Poder contar al mundo cuentos con nuestro humor, nuestra idiosincrasia, nuestra cultura, es lo más positivo dentro de este cambio de paradigma con respecto a la ficción y sus maneras de consumo. Hay una globalización de la ficción que está muy buena”.

Los tres artistas están en diferentes etapas de su carrera, pero los tres analizan el panorama que atraviesan. “Todo está cambiando tan rápido que una, aunque tenga un recorrido, nunca está pisando en un terreno firme”, dice Anghileri. “En el sentido de hacia dónde va la ficción, dónde está el trabajo o cuál es el modo más creativo de manejarse. Uno siempre está tratando de aprender, y eso es más importante de pensar en una carrera.  Mirando hacia atrás, me doy cuenta que hice muchos trabajos independientes, pero también producciones grandes como esta, y cada una tiene su encanto”.

Goity afirma que está agradecido de poder seguir trabajando y participando de proyectos para compartir con compañeros y compañeras. Pero sobre todo haciendo teatro. “Ese es mi camino. Al cine y a la televisión siempre los traté de ‘usted’, con mucho respeto, soy un invitado. Encantando que sigan invitándome, no mucho más. Veremos cómo sigue todo”.

Cocchiarale se siente conforme con su camino, siendo el más joven de los tres. “Hacer lo que uno ama no tiene precio. Hace diez años yo trabajaba de mozo con mi viejo, que es gastronómico, y ahora estoy promocionando una serie con Francella y ‘el Puma’, que los veía en mi casa en la tele. Imagínate. Uno trata de disfrutar y buscar un camino, aunque en esta ocupación no hay una estabilidad asegurada nunca. Creo que hay que dar lo mejor, esperando que sigan apareciendo cosas”.

Como bonus, vale decir que El encargado tendrá una conexión con Nada, la miniserie de la misma dupla creativa Cohn-Duprat que aún no tiene fecha de estreno y que contó con la estelar participación de Robert De Niro, protagonizada por Luis Brandoni. Será su personaje, El Polaco, quien hará el crossover mencionado entre las dos producciones de la plataforma.



El encargado
Una serie de Mariano Cohn y Gastón Duprat. Actúan: Guillermo Francella, Gabriel Goity, Darío Barassi, Moro Anghileri y Gastón Cocchiarale. Con la participación de Manuel Vicente, Jorge D’Elía, Mirta Busnelli, Martín Seefeld, Luis Brandoni, Nicolás Vázquez, Benjamín Rojas, Nicolás Francella, René Bertrand, Malena Sánchez, Daniel Miglioranza y Dani La Chepi, entre otros. Desde el el 26 de octubre por Star+