Tejer redes, ampliar los debates, incluir los reclamos y salir a las calles. En los últimos 8 años las mujeres y diversidades son quienes pudieron mostrar con más fuerza y con más vigor un gran nivel de organización, y con ella, la transversalización de las desigualdades que impone el patriarcado.
La urgencia por organizarse y salir a las calles no solo quedó plasmada en el documento que a las 18.30 leyó la periodista Liliana Daunes. También se vio en las calles, en los carteles y las diversas consignas que se leyeron en las columnas de Plaza de Mayo a Congreso.
Antes de la lectura, integrantes del Tercer Malón de la Paz que están en la Ciudad de Buenos Aires desde el 1 de agosto detallaron la desesperante situación que están atravesando desde entonces.
Los puntos claves del documento
“Apostamos a la unidad de acción, amplia y diversa para enfrentar a las derechas, al ajuste y al FMI”, sostuvieron en el texto.
Se hizo un llamado a defender el derecho al aborto, “que ya es ley”, y exigieron “el acceso pleno a la interrupción voluntaria del embarazo en todo el sistema de salud público y privado”.
También reclamaron el “acceso universal y gratuito a todos los métodos anticonceptivos” y por la “aplicación afectiva de la educación sexual integral laica, feminista y no binaria en las escuelas”.
Entre otras consignas, se pronunciaron contra el “pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta”; “contra el extractivismo y decimos arriba los derechos de los pueblos originarios”; contra “la precarización laboral”; “no a la devaluación impuesta por el FMI y no a la dolarización”.
Y denunciaron “que quienes quieren cerrar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades, buscan avanzar en una ofensiva contra nuestros derechos” y reclamaron “basta de femicidios, transtravesticidios y crímenes de odio”.
Otro reclamo fue el cese la “justicia clasista machista patriarcal”, exigieron “la democratización del Poder Judicial”, la “libertad de Milagro Sala”, de la mapuche Jéssica Bonnefoi; y por la “aparición con vida de Tehuel”, el joven trans que fue visto por última vez en marzo de 2021.
Además, repudiaron “todo ataque de tipo fascista como el intento de magnicidio contra la vicepresidenta (Cristina Fernández de Kirchner), los crímenes de odio y la impunidad”, y “justicia por el asesinato de Facundo Molares”.
Una jornada de reclamos
Los resultados electorales fueron la alarma definitiva de una derecha que avanza con desinformación y discursos de odio en redes sociales, medios de comunicación hegemónicos y graves acciones de violencia, como lo fue el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Ese domingo 13 de agosto las preocupaciones se convirtieron en atroz realidad: el candidato con más votos es el que promete plebiscitar el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, cerrar el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, el que repudia abiertamente a la Educación Sexual Integral, el que promete ajustes en un país en el que la pobreza más profunda cae sobre los hombros de mujeres y diversidades.
Era urgente: había que organizarse y salir a luchar de nuevo. Así surgió marcha en un 28 de septiembre, el Día de la Acción Global por el Aborto Legal, una fecha simbólica para un movimiento que a fines de 2020 adquirió el derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
“Este año salimos las mujeres en defensa de nuestros derechos, porque aparentemente la coyuntura hace que estén peligrando y no vamos a permitirlo”, dijo a Tiempo, Nina Brugo, militante histórica por el derecho al aborto legal e integrante de la Campaña. “Que los derechos adquiridos o los logros y las leyes conquistada vuelvan para atrás. Nosotras también salimos por los derechos de las trabajadoras, los trabajadores, y salimos también por los derechos de todo tipo que hoy también están peligrando. Nosotras no nos volvemos atrás.”
Alejandra Benaglia integra la Revolución de las Viejas, un colectivo federal que este 28 se movilizó en todas las plazas del país. “Este 28 de septiembre marchamos en defensa de nuestros derechos conquistados que tanto nos han costado y de los cuales las viejas tenemos tanta memoria. No queremos dar ni un paso atrás porque sentimos que hay propuestas que atentan contra nuestros derechos y nuestra integridad”, expresó a Tiempo Argentino. “Queremos seguir teniendo remedios gratuitos y queremos seguir teniendo moratorias. Queremos seguir teniendo la libertad que tenemos hasta ahora y no estamos dispuestos a retroceder porque las viejas tenemos memoria”, agregó.
Unidas y organizadas
“Era importante que levantemos una voz en conjunto”, dice Dina Sánchez vocera de la UTEP. “Hoy nos convoca un Milei, una Villarroel que viene no solamente a estancar este, a estancar los derechos por los que venimos trabajando, sino que vienen también por los que ya hemos conquistado”, expresa. “Es muy importante que ese feminismo que se pudo constituir en una fuerza muy grande hoy se vuelve a expresar en la calle con contundencia y con una consigna. Que quede claro que no vamos a retroceder ni un solo paso, no estamos dispuestas a perder lo que no nos ha costado. Pero sobre todo vamos a demostrar que el feminismo vuelve a estar en la calle, en unidad hace muchos años”.
Además de la movilización en la ciudad de Buenos Aires, las mujeres y diversidades se movilizaron en Rosario, la ciudad de Santa Fe; San Miguel de Tucumán, San Salvador de Jujuy, Viedma, Cipolletti, San Carlos de Bariloche, General Roca, Formosa, Lago Puelo, Ushuaia, Tolhuin y Río Grande.
También en La Plata, Mar del Plata, Marcos Paz, Puerto Madryn, Santiago del Estero, Mendoza, San Luis, Bahía Blanca, Sierra de la Ventana, Oberá, La Rioja, Santa Rosa y Salta capital.
Que la derecha no avance
Que la agenda feminista es amplia, que son derechos para todas, todos y todes, es algo que se repite una y otra vez. La capacidad de reacción que demostró en las últimas semanas demuestra que no sólo es el movimiento más politizado sino también que el movimiento que se anima a reclamarle a la derecha. Después de la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en plena pandemia, la desmovilización que generó durante esos dos años, el movimiento feminista volvió a las calles con más fuerza y más unidad.