Mónica Hasenberg es fotógrafa desde siempre. También es, desde siempre,  una luchadora. Una de las marchas de la resistencia en plena dictadura cívico-militar la marcó de tal manera que comenzó a ir regularmente a ellas a sacar fotos de manera subrepticia. La lucha de esas mujeres, de las “locas de la Plaza” constituyó un antes y un después en su vida. Desde entonces, no ha dejado de poner su lente sobre todas las luchas,  muchas de las cuales, tanto aquellas de la dictadura, como las más recientes por los derechos femeninos fueron y están lideradas por mujeres.

Por eso, acaba de inaugurar una muestra en el Museo Comunitario Isla Maciel, Mujeres son las nuestras, y tiene programadas otras muchas, entre ellas, Mujeres en lucha, que  podrá verse a partir del 13 en el Congreso y Mujeres de los 80, a partir del 17 en el Archivo general de la Nación.  En estas últimas dos muestras, Mónica Tarducci, directora del Instituto de Investigaciones de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, dará una charla sobre la lucha de las mujeres.

Foto: Archivo Hasenberg Quaretti

“Casi todas las muestras que organizo ya sean con fotos mías, o colectivas o de artistas que hicieron obras a partir de mis fotos, se replican varias veces y en diferentes espacios, aclara  Hasenberg. Y agrega: “Mi idea es que tanto la fotografía como el arte en general no son simples decoraciones sino que tienen mucha importancia en la conformación cultural.  Las imágenes nos cuentan historias que enriquecen nuestros saberes.  Yo siento que la difusión de nuestros trabajos  es una gran responsabilidad y por eso los muestro  en diversos lugares porque sé que es mucha la gente que no entra a una galería a ver una muestra,  Para esto siempre cuento con todo el  apoyo,  también con el apoyo económico, de colaboradores amigas, compañeres, sindicatos, y organizaciones al igual que la imprenta que se ocupa de que las impresiones sean las mejores y que puedan circular desde hace 10 años por distintos espacios tanto cerrados como al aire libre.”

Por esta razón, en todas sus muestras hay registros diversos que  atraviesan todas las luchas femeninas: la de las Madres, las de la patria potestad compartida, la lucha por la ley del aborto, la de las docentes…  

Todas esas luchas captadas por su cámara vuelven a mostrarse en razón del 8 de marzo, Día Internacional de la mujer.

Foto: Gentileza Monica Hasenberg

“Gran parte de mi archivo fotográfico –dice Hasenberg-  tienen que ver con mujeres que luchan por sus derechos.  Por ejemplo, en Mujeres de los 80 tengo registros  del 8 de marzo de 1984 y de la lucha por la patria potestad compartida en el 85. En esa oportunidad, las mujeres se sentaban delante del Congreso para reclamar que les fuera devuelto ese derecho que teníamos y que dejamos de tener luego del 55. Se restituyó en la época de Alfonsín con la participación de las mujeres. Entre ellas había periodistas, escritoras, actrices… “Para mí fue una gran emoción el 8 de marzo del 84 en que se conmemora por primera vez en democracia el día internacional de la lucha de las mujeres”, dice la fotógrafa. Y agrega: Aunque yo nunca me presenté como feminista,   tenía como decisión de vida muchas de sus banderas. No me había casado, no había bautizado a mi hijes. No fui nunca militante feminista, pero sí fui militante política. Milité en el PI cuando era joven y cuando llegó la dictadura ya me había sumado a esta organización de izquierda. El feminismo no era tan popular entonces como lo es ahora. Comienza a serlo cuando vuelve la democracia y las mujeres comienzan a organizarse sobre todo en organismos del Estado. A pesar de que pertenezco a la generación que comienza a tomar anticonceptivos, lo que era una clara manifestación del deseo de poder gozar del sexo sin concebir. La pastilla fue una liberación y, a la vez, un estímulo para poder mostrarnos como personas gozantes. Junto con eso llegó la libertad de mostrarnos de otra manera, de usar una minifalda.  El rock acompañó mucho todo ese movimiento. Íbamos a bailar cuando, hasta ese momento, la mujer tenía que ser solo ama de casa y madre. No había otra posibilidad y lo que rompiera con eso era realmente revolucionario. La actitud del goce apareció en esos años. Esto no lo digo desde la teoría, sino desde la experiencia personal.”

Ese 8 de marzo al que me refiero, el primero en democracia luego de los años de dictadura, los artistas homenajearon a las Madres de Plaza de Mayo bajo la consigna “Madres de las Plaza, los artistas las abrazan”.

También las Madres en Plaza de Mayo ocupan un lugar preponderante en sus registros fotográfico.” Madres –dice- fue el primer movimiento político en que las mujeres se presentan como tales. Había hombres acompañándolas, pero fue una decisión que se presentaran las mujeres solas para proteger a los hombres. Era  un momento en que las mujeres eran menos agredidas por su condición de madres. Como se suponía que eran débiles, no podían causar daño. Ese concepto, que cambió muy pronto, ayudó a las mujeres a ser protagonistas de las rondas. Hoy se nos reprime, se nos agarra de los pelos y se nos arrastra.” Muchas de estas fotografías pueden verse en Mujeres son las nuestras en la isla Maciel.

Mujeres en lucha es una muestra organizada por la Comisión de Género de la Cámara de Diputados. En ella hay varias fotos de las Madres de Plaza de Mayo, pero atraviesa todas las luchas de las que formaron fueron protagonistas.   Además, en una galería cercana al Salón de los pasos perdidos, hay una muestra permanente de las luchas femeninas cuyas reivindicaciones se convirtieron en leyes. Hasenberg integra esa muestra con sus fotos de los años 80 que se exhiben junto a las de otras fotógrafas de la Asociación de Reporteros gráficos de la República Argentina (ARGRA).

Foto: Archivo Hasenberg Quaretti

“Ceo que la participación de las mujeres en las luchas no es sòlo un hecho político –concluye Hasenberg- sino también cultural. Hoy vemos niñas que marchan junto con sus abuelas. Me ha pasado en alguna muestra que viniera una chica joven y que me dijera que una mujer que aparece en una foto de las luchas de los 80 es su abuela.  Creo que eso es un cambio cultural y un progreso enorme para la sociedad. Es una apreciación mía, pero a partir de mis propias fotos en las que veo cuántas son las marchas organizadas por mujeres y protagonizadas sobre todo por ellas a partir de las Madres y durante los 40 años de democracia, creo que son ellas las que han generado un gran cambio cultural. Fueron las Madres, que hasta la desaparición de sus hijos eran amas de casa, las que salieron a la calle, se apropiaron de un espacio y permanecieron allí. Estas mujeres, que no tenían una vida política anterior a la dictadura, que estaban subordinadas al poder masculino, fueron las que iniciaron el gran cambio cultural al que asistimos hoy.”

La muestra Mujeres son las nuestras puede verse los sábados de marzo de 10 a 16 en el Museo Comunitario Isla Maciel, Pasaje Peatonal Nº 3 1570 (Isla Maciel-Avellaneda). Consultar con @museocomunitario   011 5609-6025   Https://maps.app.goo.gl/1mTwBATBTZQDPDSQ7