«Rosenkrantz y Macri juntos en Cumelén de Villa la Angostura, en Neuquén. No me gusta que usen mi provincia como guarida de corruptos», tuiteó la senadora neuquina Silvia Sapag, en referencia al presidente de la Corte Suprema y al ex mandatario, que habrían viajado hasta allí con sus parejas. La afirmación viene después de conocerse el encuentro de Macri con el procurador Julio Conte Grand. Pero el country al que el referente de Juntos por el Cambio considera su «lugar en el mundo» encierra otros reclamos. Un epicentro de la derecha y encuentro de personas relacionadas al poder en Argentina, acaba de ser denunciado (nuevamente) por no permitir la circulación por sus calles públicas.

«Si están juntos, sostengo que Macri debería ser cuidadoso con las juntas que tiene. Cada quince días mete una nueva foto. A mi juicio debería tener cierto cuidado por respeto al pueblo argentino, cuando la justicia está cuestionada por tantas acciones en contra de la República y la democracia», declaró Sapag al medio LM Neuquén. Y agregó: «Es para demostrar poder, no es ingenuo, es premeditado. Rosenkrantz fue puesto en la Corte Suprema por decreto y después termina siendo presidente votándose él mismo. Es muy terrible lo que está pasando en la justicia. Son muy tremendos los mensajes que tanto Macri como la Justicia está dando a la sociedad».

Las visitas de Macri a Cumelén suelen ser recurrentes. Incluso mientras fue presidente. No es la primera vez que pasa las fiestas en la morada del empresario Jaime Fernández Madero. Pero no es la única persona relacionada al poder que decide pasar allí sus días de descanso.

“La barbarie peronista”

Cuenta el Diario Andino que desde su génesis Cumelén fue un barrio asociado al poder. “Entre sus propietarios hay apellidos patricios, como los Lacroze y Laprida; y desde hace algunos años es el lugar elegido por el ex presidente Mauricio Macri y su familia para pasar las fiestas de fin de año y vacaciones. Varios conocidos y amigos del ex mandatario tienen (o tuvieron) casa allí o se hospedan dentro del barrio, como Carlos Miguens, Nicolás Caputo –el íntimo amigo del ex presidente–, el ex ministro de Finanzas Luis Caputo, el ex presidente de Parques Nacionales, Eugenio Breard, el empresario Enrique Pescarmona (y el mayor aportante de la campaña presidencial de Macri), y Jorge Pérez Alati”. A la lista se les suma otros personajes de alcurnia que van desde la reina de Holanda, Máxima Zorreguieta, a Ignacio Blaquier, Pablo Roemmers, Alejandro Roviralta o Luis Otero Monseguer.

Cumelén tiene un origen aristocrático que fue fortaleciendo con el correr de las décadas. Nace en los años ’30 con los hermanos Bustillo, Exequiel (primer presidente de Parques Nacionales) y Alejandro (arquitecto y diseñador de Llao Llao). Exequiel cuenta el por qué del nombre en su libro El despertar de Bariloche: “En la biblioteca del Jockey Club, que la barbarie peronista casi hizo desaparecer algunos años después, pedí un diccionario araucano. Hice una prolija búsqueda hasta que di con el vocablo Cumelén, de buena eufonía y cuyo significado equivalente a ‘Sans Souci’ en francés, me pareció que expresaba con propiedad el propósito que nuestra fantasía colonizadora deseaba alcanzar”.

Ese antiperonismo fue clave para el surgimiento del barrio exclusivo. En los años ’40, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, Rafael Perrota, amigo de los Bustillo, les advierte que el General iba a expropiar el terreno para que esos centenares de hectáreas frente al lago Nahuel Huapi sean Parque Nacional. Entonces Exequiel lotea a amigos adinerados las tierras que 15 años antes había adquirido a valor fiscal. Daba lugar al barrio “exclusivo”, que en la práctica debía permitir la libre circulación por sus calles.

En estas décadas, Cumelén forjó una historia de crecimiento, secretismo y ampliaciones con accesos exclusivos, gracias a sus afinidades y contactos estrechos con los gobiernos provincial y municipal, en base a contrapartidas que incluyeron donaciones y contribuciones a la comuna, y a propietarios vinculados a la política vernácula.

En 1994 se suscribió un convenio clave con la municipalidad. El Country Club, ubicado en Cumelén, se hacía cargo del servicio de recolección de residuos, agua y mantenimiento de las calles, y el municipio le permitía cerrar el perímetro y controlar el acceso. Eso motivó el reclamo de parte de la oposición en ese momento. El intendente de entonces, Mariano Barría (del MPN), y el Concejo Deliberante, lo aprobaron.

Cuatro años después, el intendente Hugo Panessi (PJ) rescindió el acuerdo porque el Club lo había incumplido, impidiendo el acceso a la calle pública. “El municipio intimó al Club a liberar los accesos y el Club habría planteado puertas adentro de la comuna la posibilidad de comprar las calles. La negociación no avanzó y finalmente Cumelén hizo una presentación en la justicia. En el ínterin, hubo cambio de gobierno municipal y en 2001 el ex intendente Roberto Cacault (MPN) suscribió otro convenio con el Country Club, casi idéntico que aquel de 1994, a cambio de que desistiera de continuar con acciones judiciales. Y así fue”, acota Diario Andino. Así llegamos a esta temporada de verano de 2022, en la que Cumelén es noticia nuevamente por la prohibición de transitar sus calles.

Libertad

–Hola, como va…veníamos hasta la playita.

Así se anunció el 28 de diciembre una turista ante el guardia de seguridad de la garita de ingreso al barrio Cumelén. La mujer intentó ayer circular por las calles públicas, pero se le prohibió el paso.

–¿Sos socia? (le preguntó el guardia).

–No.

–Es exclusivamente para socios.

El diálogo lo reproduce Diario Andino. Acotan que esta situación se da en un contexto en donde Cumelén avanza con la propuesta de comprar y/o permutar al municipio los 7 kilómetros de calles públicas que existen dentro del barrio y cuando el intendente Fabio Stefani impulsó una prorroga hasta el mes de marzo de los alcances del acuerdo que establecía que Cumelén Country Club puede identificar a quienes ingresen al barrio y a cambio debe mantener las calles públicas y hacerse cargo de la recolección de la basura domiciliaria: “Cabe remarcar que en ningún punto del acuerdo que se venció el pasado 25 de octubre, ni de la prorroga se establece que se puede impedir la transitabilidad por las calles públicas”.

Hoy Cumelén tiene 260 hectáreas, que incluyen campo de golf, cancha de tenis y un muelle sobre el lago. En el único acceso vehicular habilitado se erige solamente una garita con barrera y seguridad privada. Si el o la visitante se identifica con nombre y apellido pero no tiene vínculo con algún propietario –ya sea laboral o personal–, no se le permite el ingreso. “Por esa razón, muchos consideran que es un barrio cerrado. Pero en los papeles, el acuerdo con el municipio es otro”.

Tampoco el diario Río Negro pudo ingresar. Así lo cuentan: “En 2017 se difundió que el barrio había cercado el ingreso dejando un solo acceso vehicular controlado por un guardia de seguridad privada. Este no permitía el paso a personas que no tuvieran una propiedad o relación con alguno. Ese año, el diario Río Negro intentó ingresar en dos ocasiones y en ambas le fue negado el acceso”.

Comentan que en su historia, este espacio urbano transitó negociaciones con el municipio local para cercar y restringir el ingreso de personas que no sean propietarias: “El convenio vigente establece el permiso para el cerramiento del perímetro del club de campo y el control de acceso y salida. Sin embargo, en ninguna cláusula se dispone que puedan impedir el ingreso y circulación”.

Quien debió salir a hablar fue el intendente Fabio Stefani. Sostuvo que “el vecino, el turista, vos o yo, cualquiera puede circular sin ningún tipo de restricción. Mientras sigan siendo públicas las calles, no hay restricción que impida transitarlas”. Sin embargo, por el momento, el Municipio evitó realizarle ninguna multa o apercibimiento al barrio privado que dentro de sus espaciosos terrenos aloja a los principales nexos del poder de la Argentina.