El delegado gremial Néstor Marcolín confirmó a Télam que se reanudará el servicio. «Vamos a acatar (la conciliación) a partir de las 0 horas», afirmó. Monsa, que transporta a 250 mil pasajeros diarios en sus distintos ramales, está paralizada totalmente desde el 13 de este mes. 

«Vamos a poner el servicio en funcionamiento como otra muestra de buena voluntad de los trabajadores», subrayó el delegado, que aclaró que se dictó «una suerte de conciliación obligatoria por diez días», y que se trata de «un papel que no está firmado por las partes». La reunión entre los delegados, el sindicato (Unión Tranviarios Automotor) y empresarios en el Ministerio de Trabajo, que conduce Jorge Triaca, terminó en fracaso y a las 20.30, según contó el delegado Marcolín a Télam, recibieron la notificación de la conciliación obligatoria. 

El reclamo de los trabajadores de la 60 incluye la reincorporación de 10 despedidos y el cumplimiento de todas las normas de seguridad e higiene en la empresa.

Una revisión realizada por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) «detectó 75 puntos (de riesgo)» en una cabecera de Monsa y «no los repararon», destacó el delegado Marcolín, quien marcó como un punto central de todo el conflicto la muerte del mecánico David Ramallo, en septiembre del año pasado, en un taller de Barracas, aplastado por una unidad. Tras ese hecho, se constataron irregularidades como falta de descargas a tierra de la instalación eléctrica o derrames durante la carga de gasoil, entre otras. 

«Desde julio de 2010 venimos en conflicto con la empresa. Quieren hacer una flexibilización laboral y no se lo permitimos», señaló a esta agencia Marcolín. Y completó: «El conflicto fue bien visibilizado y se entendió que los responsables de la empresa son delincuentes que se guardan la plata de los subsidios y no la ponen en los colectivos. Cuando haya colectivos que no estén en condiciones de salir, no se va a salir». 

El miércoles habrá una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo para intentar destrabar el conflicto.