El gobierno de Mendoza, conducido por el radical Rodolfo Suárez, intenta cerrar un establecimiento educativo público, fundado desde las necesidades de los trabajadores y trabajadoras de la tierra: la Escuela Campesina de Agroecología.

Hace 11 años funciona en la localidad de Jocolí, una zona rural situada a 40 kilómetros de la capital mendocina. Este centro educativo surgió como un debate en comunidades campesinas con una propuesta educativa acorde al sector. Una modalidad que garantiza el derecho a la educación del sector rural, y que, al mismo tiempo, forma a mujeres, hombres y adolescentes en materia de economía rural pensada en el ciclo productivo de diferentes especies de animales, en el ciclo de hortalizas, vegetales, etc.

“Sin dudas el gobierno de Mendoza no comulga una propuesta educativa para el sector rural, no comparten la alternancia. Así, pero con otras palabras, argumentaron desde la Dirección General de Escuelas de Mendoza”, cuenta a Tiempo Marta Greco, actual directora de la escuela campesina. Greco es ingeniera agrónoma y sostiene que la decisión de cerrar la escuela es por cuestiones ideológicas y políticas: “Hoy en día la educación rural para el gobierno de Rodolfo Suárez no existe, no está dentro de sus preocupaciones, y nunca jamás esta gestión quiso escucharnos ni tampoco dialogó con algún egresado de nuestra escuela”.

Más de mil kilómetros separan a la Ciudad de Buenos Aires de Jocolí. Pese a esa enorme distancia entre ambos distritos, las gestiones gubernamentales, en materia educativa, comparten las mismas políticas. Todo indica que dentro de Juntos por el Cambio, no hay referentes políticos que se aparten de una cosmovisión del mundo que, más allá de algunas particularidades que puedan tener algunos de sus integrantes, todos y cada uno de ellos, respetan el camino marcado por Mauricio Macri cuando llegó a la presidencia, coincidentes con recortes abruptos en educación y salud.

Desde el gobierno local quieren dar de baja el convenio salarial que sostiene la iniciativa que, además de los salarios de docentes y el equipo de conducción, deja a la escuela y al proyecto en general, sin la capacidad de emitir los títulos habilitantes. La idea de la gestión de Suárez es dar de baja el convenio a partir del próximo 31 de diciembre. “Nosotros estamos pensando en hacer un amparo para detener el cierre de nuestra escuela que dejaría a más de 60 estudiantes desescolarizados y a alrededor de siete docentes sin trabajo”, agrega Greco. En las últimas horas recibieron el apoyo y la solidaridad de organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas, tanto del orden local como internacional, entre las que se encuentran CLACSO, Vía Campesina y el CELS; y un sinfín de personalidades del arte y la cultura, entre las que se encuentran el cantante y compositor león Gieco.

El predio donde se aloja la Escuela Campesina ocupa alrededor de tres hectáreas, y está ubicado a 100 metros de la ruta nacional 40. Ese lugar fue recuperado hace más de dos décadas por la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) y funciona como base del Centro de Educación, Formación e Investigación Campesina (CEFIC). Además de crear la escuela, la organización impulsa la Tecnicatura Superior en Agronomía, una diplomatura en “agroecología y ordenamiento ambiental”, y un profesorado para maestros rurales.

A partir de la escuela campesina se planteó el derecho a la educación en todos los niveles y modalidades “y pudimos construir estos proyectos de educación superior que deberían ser un tema de agenda del Estado, porque en la ruralidad hay necesidad de propuestas educativas pensando sobre todo en las dificultades que existen, en los caminos, el transporte y en la dinámica de la agricultura familiar”.

No es la primera escuela que cierra el gobierno de Mendoza

En la provincia, las organizaciones sociales denunciaron el cierre del Bachillerato Popular Violeta Parra, ubicado en el barrio La Favorita; y de la Casita de la Comunidad Trinitaria, en Guaymayén. El Violeta Parra permitía que muchas mujeres terminen sus estudios secundarios, con alternativas que otros espacios actualmente no ofrecen. En septiembre de este año, sus autoridades recibieron la resolución por parte de la Dirección de Gestión Social, a cargo de Beatriz Della Savia, donde se daba de baja el convenio en un plazo de 50 días. Desde el bachillerato aseguran que la Dirección no dio argumentos válidos para su cierre. El Violeta Parra, además, era un espacio del cuidado de niñeces. Tenía su propio merendero y garantizaba un lugar donde los y las niñas podían jugar mientras sus mamás estaban estudiando. Desde la gestión de Suárez, critican la modalidad de alternancia, “esta es una opción que permite que las y los estudiantes se instalen en la sede varios días al mes, para que puedan estudiar sin descuidar el trabajo que realizan. La Dirección General de Escuelas de la provincia no entiende o no quiere entender que, de otro manera, la población rural no podría estudiar”, suma Greco.

Vidal y el cierre de escuelas en la provincia de Buenos Aires

Según cifras lanzadas por el propio gobernador de la provincia de Buenos Aires, durante la inauguración de una escuela pública en territorio bonaerense; durante la gestión de María Eugenia Vidal al frente de la Provincia, cerraron más de treinta escuelas: “Vidal cerró 33 escuelas y nosotros ya inauguramos más de 100”,  dijo el actual gobernador bonaerense en septiembre en el municipio de Berazategui, durante la inauguración del Jardín de Infantes N° 952, que se construyó en el marco del programa Escuelas a la Obra. En ese momento, el Gobernador rememoró que en un debate electoral Vidal “sostuvo que en sus cuatro años inauguró 65 nuevos edificios” y resaltó que la dirigente del PRO “omitió decir que cerró 33 escuelas“.