Este miércoles 29 de marzo, Gabriela Peirano, la mamá de Alejo Traini, niño que falleció en junio de 2016 de leucemia sin poder encontrar un donante, encabezará a las 17 hs. un encuentro en la Plaza Congreso para concientizar sobre la donación de médula ósea y para pedir a los legisladores y a las autoridades nacionales la creación de un Laboratorio de Alta Complejidad de Tipificación de genes HLA, que resultaría clave para los últimos pasos donde se establece la compatibilidad entre un donante y un receptor, ya que el trámite actualmente demora entre 6 y 12 meses. 

Alejito, como lo llama su mamá, murió el 22 de junio de 2016, con ocho años de vida, después de una larga lucha contra la leucemia linfoblástica aguda, enfermedad diagnosticada a los cinco. A partir de allí su madre tomó la decisión de crear e impulsar la fundación «El Ejército de Alejito», donde intenta todos los días demostrar lo sencillo que puede resultar donar y salvar una vida. “Mi hijo a los cinco años enfermó de leucemia y el pasado 22 de junio dejó esta tierra para convertirse en un ángel. A partir de ese momento creé una fundación para concientizar sobre la donación de médula ósea porque él necesitaba un donante y lamentablemente no lo tuvo”, dijo Peirano a los medios. 

“Mi misión es que la gente sepa que donar médula no duele, que es sólo una extracción de sangre y hacer desaparecer los tabúes. No voy a parar de luchar hasta que todo el mundo se haga donante, porque le puede tocar a cualquiera”, enfatizó. Gabriela concretó más de diez campañas en diferentes instituciones del conurbano, pero el 29 de marzo es una fecha muy especial, porque Alejo cumpliría nueve años. Entonces, ella decidió pasar el primer cumpleaños sin su hijo con una juntada para llamar a la concientización, que también se difunde en las redes sociales con los hastags #DonaMédulaOsea y #UnLaboratorioYa. 

“Mientras estuvo enfermo, siempre busqué la forma de seguir con la vida que teníamos y por eso siempre se lo festejé. Este año me pareció que la mejor manera de honrar su lucha es estar todos juntos, familiares y amigos, con el mensaje de que ‘Donar médula salva vidas”, aseguró. Cada año a cientos de personas se les diagnostican enfermedades hematológicas que pueden ser tratadas con un trasplante de médula (con donante vivo), pero sólo entre un 25% y un 30% encuentra un donante compatible en su grupo familiar. Por eso es necesario que la mayor cantidad de personas posibles se inscriban como donantes voluntarios en el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) del INCUCAI, para lo cual hay que ceder una unidad de sangre para realizar el análisis del código genético del donante, que permitirá evaluar la compatibilidad con los posibles receptores. 

“Después de lo que pasé, me enteré de que hay más de 90.000 personas que expresaron su voluntad de ser donantes y no aparecen en el Registro porque el estudio de tipificación de células madre lleva varias etapas y la última se hace en Estados Unidos porque acá no hay un laboratorio de alta complejidad”, señaló Peirano. Según esta madre, existen varios proyectos presentados en el Congreso para construir el laboratorio, que tiene un costo aproximado de dos millones de dólares y permitiría “poner al día” al Registro, incorporando a esas personas cuyas muestras aún no fueron procesadas.