Un grupo importante de ex franquiciados de la cadena de supermercados Día% se manifestó esta mañana en la sede central de la multinacional, en Francisco Seguí 4646, Palermo. Acusan a la empresa de haberlos estafado por un monto millonario. Ningún representante de la empresa se acercó a dialogar con sus ex socios.

“Estoy acá reclamándole a la empresa las promesas incumplidas desde que terminamos la relación laboral”, explica Diego Escobar, quien apenas estuvo a cargo de la concesión de un local en Villa Pueyrredón desde agosto a diciembre de 2015: “Me habían ofrecido ganancias por más de 30.000 pesos por mes y ser dueño de mi propio negocio, pero nunca cumplían con mis pedidos, me mandaban cantidades exageradas de mercadería a punto de vencer para luego descontármela. Manipulaban el sistema para que tuviera faltantes de dinero y aunque yo tenía documentos para probar lo contrario, me lo descontaban igual”, completa.

“Desde un primer momento me di cuenta de que no era dueño de nada. Simplemente era un encargado de local encubierto. Una especie de testaferro que tenía que pagar sus deudas y trabajar gratis para ellos, con la promesa de que me iba a ir bien a partir del tercer año”, indica Diego.

Tal como informó Tiempo en la edición del domingo, decenas de ex concesionarios y franquiciados de la multinacional española están en pie de guerra. Todos argumentaron haber sido damnificados por los estudios de abogados y contadores impuestos por la empresa, que convierten a estos “emprendedores” en “socios” de las magras ganancias, pero los dejarían en la absoluta soledad ante las pérdidas y deudas impagables ante el fisco. Este tipo de denuncias excede a la Argentina: hay cientos de casos similares en España, Portugal y Brasil, donde Día% también está instalada.

Cinthia Carnaghi, presente en la marcha, tuvo su primer local en Valle y José María Moreno, en Caballito. “Empecé este emprendimiento en marzo de 2013 con muchísima ilusión. Creí en todas las mentiras que nos dijeron”, se lamenta la mujer, quien recuerda que recuerda que “durante los tres primeros meses nos fue bastante bien porque la supuesta pérdida estaba controlada».

Al igual que a otros concesionarios, Cinthia tuvo comenzó a tener graves problemas con los cortes de luz. La empresa no se hacía cargo de las pérdidas y los balances comenzaron a dar negativo. “Al tiempo me ofrecen otra tienda porque supuestamente mi gestión era buena pero el local tenía demasiadas dificultades. Me mudé a una tienda de Flores, en Avellaneda y Granaderos, pero los inconvenientes crecieron porque la tienda era más grande”, argumenta.

Finalmente, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires clausuró la tienda de Cinthia en marzo de este año por una rotura en una pared. “La empresa iba a solucionar el problema enseguida pero no fue así y en mayo, después de que no me depositaran la plata ni para los empleados, dejé la tienda”, señala Cinthia quien adeuda a la AFIP unos 600 mil pesos y “me reclaman una deuda directamente con Día% de 800 mil pesos ya que en el último inventario estaba todo vencido debido a los dos meses de clausura”.

El 24 de mayo de 2014, Cecilia Gómez, se hizo cargo de la concesión del local de Santa Fe 5222. Le habían prometido una tienda a estrenar en la estratégica esquina de Pueyrredón y Córdoba, en Once, pero la empresa no llegó con los plazos de la obra. “En el primer año y medio los inventarios rondaban una pérdida de 2 a 3 puntos, estando dentro de los márgenes normales. En algunos meses logramos mejores resultados, obtener premios, duplicar los cánones de ganancia, aunque el resultado en términos nominales no era lo suficientemente rentable”, comenta orgullosa la joven.

“En marzo 2015 –continúa Cecilia- me veo obligada a desvincular a un empleado que por una mala gestión de la contadora de la empresa terminó en un  juicio. Debo afrontar una indemnización, lo cual hace que ese mes presente una liquidación muy baja. A partir de allí, a pesar de haber solicitado reuniones con los sectores correspondientes, Día% no responde y no puedo salir de dicha situación, creando una deuda ficticia de intereses con mi supuesto socio mayoritario. En diciembre de ese año se me hace insostenible frente al pago de aguinaldos”.

A todo esto, la empresa “abrió a fines de 2015 dos tiendas Maxi a pocas cuadras de distancia que nos quitan clientes y se estancan nuestras ventas”. En enero de 2016, Día% decide rescindirles el contrato de manera unilateral. “Si bien se comprometieron a indemnizar a los empleados, la deuda que nos quedó en AFIP ronda los 400 mil pesos. Me embargaron mis cuentas y encima la empresa me realizó una denuncia penal que recayó en el juzgado Nº 5, como a varios otros socios que desvincularon bajo la misma modalidad: cambiaron las cerraduras y nos dejaron en la calle”, insiste.

“Necesitamos dar a conocer la modalidad con la que opera Día% arruinando familias enteras, dejándolos endeudados, sin trabajo y en la calle. No queremos que se siga sumando más gente a este negociado de las franquicias y concesiones porque el negocio es solo para ellos, es una estafa literalmente. Seguiremos esperando una respuesta y realizando marchas pacíficas para que alguna autoridad dé la cara y asuman su responsabilidad”, concluye Cecilia.

A mediados de 2013, Día% les asignó a Julio Díaz y Edyth María de los Ángeles Benítez el local de Presidente Perón 676, en Muñiz, partido de San Miguel. Ambos dejaron sus respectivos trabajos para dedicarse de lleno al nuevo emprendimiento, pero dos años más tarde se retiraron del negocio totalmente arrepentidos: “Trabajábamos desde las 7:00 a las 22:00 con mi mujer y mis dos hijas. Queríamos tener todo controlado. Pero a medida que pasó el tiempo nos dimos cuenta que todo era una estafa. Dibujaban los inventarios. Eran todos ficticios. La tienda llegaba a facturar 1.600.000 pesos por mes, pero nuestra deuda crecía. Ahora, debemos 900 mil pesos entre AFIP y ARBA y Día% tiene en su poder un pagaré de 250 mil pesos”.  

“Hoy no fuimos atendidos por ninguno de los directivos. Seguiremos por el camino de la lucha legal para recuperar nuestra dignidad como personas que dimos años de mucho trabajo a cambio de deudas y la empresa se llevo millones de pesos. Esperamos que se haga justicia y paguen todo lo que nos robaron”, remata Julio.