Desde comienzos de año, el afamado abogado Fernando Burlando entró, cual cadena nacional permanente, en la casa de todas y todos los televidentes. De nuevo. En cualquier día y horario, este hombre que acaba de ser padre y amaga con meterse en política, evocó un fuerte discurso punitivista y encontró una respuesta complaciente en la justicia y en la opinión pública, al amparo de los grandes medios. El crimen de Fernando Báez Sosa catapultó la estrategia del letrado, que esta vez defendió a las víctimas y no estar del otro lado de del estrado. ¿Nuevo perfil o una circunstancial redención en un clima de época marcado por el avance de grupos de extrema derecha, acciones violentas y mensajes de mano dura?

Paradojas del destino. La sala del primer piso del Palacio de los Tribunales de Dolores, en Belgrano 141, donde se llevó adelante el reciente juicio contra los ocho amigos de Zárate, es el mismo recinto en el que se realizó el debate oral hace 23 años por el asesinato del fotógrafo de la revista Noticias, José Luis Cabezas, quien fue ejecutado y su cuerpo prendido fuego en un auto en el interior de una cava de General Maradiaga. 

En ambos procesos coincidieron dos personajes: la actual presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, María Claudia Castro –quien ahora condenó a los ochos acusados de matar a Fernando–, había sido la fiscal que acusó y logró las ocho condenas para el exjefe de la custodia de empresario Alfredo Yabrán, Gregorio Ríos, tres policías bonaerenses y los cuatro “Horneros”. Estos últimos cuatro imputados fueron arduamente defendidos por un jovial Burlando en ese momento y se determinó que fueron clave para el homicidio del fotógrafo.

Ya en ese momento se lo relacionó con la Bonaerense. Se mencionaba a su padre, Julio Desiderio Burlando, que había sido juez penal de La Plata y docente de la escuela de la Policía Bonaerense Juan Vucetich. El 13 de noviembre de 1985, Julio Desiderio sobreseyó definitivamente a monseñor Antonio José Plaza, arzobispo de La Plata, imputado por encubrimiento de torturas, privaciones de la libertad y violación de los deberes de funcionario publico.

Los casos de alto impacto, de un lado y del otro del mostrador, ya sea como abogado querellante o como defensor, fueron una constante en la vida profesional de (Fernando) Burlando, que se suele mostrar con naturalidad en las mareas de las contradicciones morales: supo defender a Juan Darthés ante la denuncia de abuso sexual de la actriz Thelma Fardin o al cantante Gustavo Cordera tras las declaraciones de que “había mujeres que necesitan ser violadas”; y, de la misma manera, representó a Lourdes Segura, una joven de Ituzaingó que acusó de violación a Rodrigo Eguillor, hijo de una fiscal. 

Representó los intereses de Carolina Píparo, la hoy diputada (Avanza Libertad) que perdió un bebé en medio de una salidera bancaria en La Plata, cuyo caso terminó por modificar el modo de atención de las entidades financieras, y que la instaló en la política con un discurso punitivista. El mismo que hoy multiplican Burlando y los grandes medios, con el mensaje al unísono: «Perpetua para los ocho».

Otro de los episodios más resonantes en los que se involucró fue el secuestro y crimen de Candela Sol Rodríguez en Hurlingham, donde asesoró a la madre de la criatura, Carola Labrador, entonces en el ojo de las críticas por el pasado delictivo de su pareja, «Juancho» Rodríguez, y de su entorno familiar. 

Fernando Burlando
Foto: Diego Izquierdo / Télam

Ejemplos

«La Justicia débil y contemplativa no es justicia. No se entiende cómo beneficiaron a tres acusados como partícipes secundarios. Esto de ser salomónico con algunos fallos, eso es lo que venimos a cuestionar. Nadie tuvo contemplación con Fernando. Hubo clemencia con los tres acusados de modo irracional», lamentó el letrado ante los medios tras la sentencia de esta semana.

Horas después La Mañana de Neuquén publica una nota que replica críticas a Burlando del público sureño, quienes le recordaban un caso reciente: Burlando y su equipo de abogados comenzaron a intervenir en la causa contra Ramiro «El Gitano» Gutiérrez, a pedido del acusado de atropellar y matar a Facundo Castillo el 19 de diciembre de 2021, a la salida de una fiesta en la finca La Nonnina, en Cipolletti.

Según la fiscalía, la noche del hecho hubo una discusión entre el grupo que lideraba el acusado y los amigos de Facundo. En ese marco, Gutiérrez se habría subido a su camioneta BMW, cruzó el semáforo en rojo, giró en U, aceleró en dirección a la banquina donde se encontraban los jóvenes y con la parte delantera embistió a Facundo. Lo arrastró 14 metros.

Sin embargo, el staff de Burlando le quitó responsabilidad a «El Gitano» Gutiérrez. Manifestó que Facundo Castillo murió por un «accidente de tránsito». «Entendemos el dolor de los familiares y amigos, pero no la saña del Ministerio Público con lo que está llevando adelante por este accidente de tránsito. No deja de ser un accidente de tránsito, nadie quiso o buscó como posible resultado la muerte de Facundo. Nos parece un disparate imputarle cinco tentativas de homicidio y un homicidio doloso a Ramiro Gutiérrez», afirmó uno de los letrados que, en nombre de Burlando, brindó una conferencia de prensa en el Hotel Casino de Cipolletti el 28 de diciembre del 2022. Apenas cinco semanas antes del veredicto por el crimen de Fernando.

En los pasillos de los Tribunales de Morón siempre se dijo que la presencia de Burlando en el Caso Candela –en cuya causa judicial estuvieron involucradas bandas mixtas de delincuentes, narcos y policías– estaba vinculada al poder político de la provincia de Buenos Aires. Ahora se debate tener una presencia explícita en ese mundo. Salir de las sombras. 

Fernando Burlando
Foto: Pedro Pérez

Por estos días, los militantes enrolados en el Movimiento de Integración Federal (MIF) se entusiasman con la idea de sumar en sus filas a Burlando como candidato a gobernador. El MIF tiene una relación ambigua con el líder libertario Javier Milei. De hecho, desde el espacio del legislador por ahora descartan la posibilidad de contar con el abogado en su estrategia electoral.

“Pensaba que hacía todo por mi país hasta ahora; desde mi profesión, pagando mis impuestos… pero tenemos que poner un poquito más el hombro porque evidentemente los ejemplos han sido malos”, declaró públicamente a la prensa el abogado más mediático de la Argentina, nacido en La Plata hace 58 años, en pareja con la modelo Barby Franco, y padre de Sarah, beba de un mes y medio que fue visitada por Graciela Sosa, madre de Fernando Báez, horas después de la sentencia. 

Burlando supo llevar orgullosamente el mote de “abogado de los malos” y hasta llegó a ambientar su estudio en Puerto Madero como «El abogado del diablo» de la película protagonizada por Al Pacino, donde en todo lugar tiene impresas las iniciales de su nombre y apellido. Sin embargo, últimamente reconoció que para meterse en el mundo de la política debería modificar algunas cuestiones: “Yo tengo un estilo de vida que debería cambiar. A mí me gusta andar en autos caros y me gusta vestirme de determinada manera. Creo que hay que dar el ejemplo: no puedo pretender que la gente no consuma y ahorre nafta, y yo andar en una Ferrari. Tiene que ver con eso”.