En las primeras horas de la mañana, la gestión de Rodríguez Larreta ratificó que la Ciudad de Buenos Aires adelantará el inicio del ciclo lectivo. Lo hizo mediante una conferencia de prensa donde el jefe de gobierno anunció que esto permite sumar «12 días más que los que indica el calendario nacional». Pero para lograr tal resultado, el ejecutivo local manifestó que reducirá «las jornadas que los chicos pierden por la mejora institucional, que es la capacitación de los docentes». En concreto: tres de las cinco jornadas EMI (Espacios para la Mejora Institucional) se desarrollarán los días sábados. Rápidamente, los gremios mayoritarios que concentran más de la mitad de los afiliados y afiliadas en todo el distrito porteño, rechazaron de plano esta medida.

“Desde 1949 que no se trabaja los sábados en la docencia”, señala a Tiempo Angélica Graciano, Secretaria General de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (UTE). Desde este sindicato, aseguran que Rodríguez Larreta utiliza “la educación y el hostigamiento a la docencia como eje central de su campaña política”.

Mediante un documento, rechazan el cambio en la realización de los Espacios de Mejora Institucional y las formaciones situadas los días sábados fuera del horario laboral, “contrariamente a lo establecido en el Estatuto del Docente, que plantea que estos espacios se realizan en servicio. Con este anuncio pretenden avasallar derechos conquistados históricamente por lxs trabajadores, constituyendo un claro ejemplo de hostigamiento a la docencia que no puede doblegar ni quebrar con sus políticas (…)  sin acuerdo del Consejo Federal de Educación, adelanta nuevamente el regreso a las escuelas, transformando una medida excepcional adoptada durante la pandemia en una herramienta de disciplinamiento».

En el mismo sentido, la Unión Argentina de Maestros y Profesores (CAMYP), hace hincapié en el deterioro educativo provocado durante 15 años de gestión PRO en la Ciudad: “Decidiendo bajar más de 10 puntos el presupuesto educativo, modificando el estatuto docente y avasallando constantemente derechos, el Ministerio de Educación suma un nuevo gesto electoral, la eliminación de las capacitaciones en servicio”, enumera Santiago Ferrero, Secretario de prensa y Comunicación de CAMYP.

El docente destaca que este espacio de mejora institucional “apunta a trabajar la construcción de conocimiento de manera colectiva y reflexiva” y remata: “El Ministerio de Educación no sólo busca cumplimentar días de clase sin sentido pedagógico y sin inversión educativa sino que deja en evidencia una vez más que las políticas electorales son más importantes que garantizar el derecho a la educación y las condiciones laborales y salariales de las/os docentes”.

Por su parte, la asociación docente Ademys, aseguró que rechazan «trabajar los días sábados, aun cuando esto implique un pago por la asistencia ese día. Con esta definición el gobierno avanza sobre nuestro derecho a la capacitación en servicio y a tener espacios de intercambio al interior de cada institución en el marco de nuestra jornada de trabajo».

“Nuevamente Acuña en clave electoral anuncia medidas que en principio sostiene ese odio que manifiesta constantemente hacia los docentes, precarizando más todavía las condiciones laborales y profundizando el agobio de las y los trabajadores”, explica Jorge Adaro, secretario adjunto de ADEMYS.

Para el docente y referente educativo, empezar el ciclo lectivo el 6 de febrero de 2023 para adelantar el comienzo de clases, “está claro que no es una solución mágica que no ha generado ningún tipo de cambio cualitativo, lo mismo hicieron este año y no mejoró la calidad educativa. Las propias declaraciones de Acuña sobre los déficit del sistema educativo porteño, no han sido modificados por comenzar las clases anticipadamente”, agrega.

Los gremios mayoritarios coinciden en que esta decisión del gobierno porteño también fue tomada de forma «inconsulta e improvisada» y que tanto Acuña como Rodríguez Larreta, pretenden avasallar los derechos adquiridos en los últimos cincuenta años.

Por último, el sindicato que nuclea a trabajadores y trabajadoras de la educación privada, SADOP, también mostró su descontento por esta medida que la gestión de Larreta tomó de forma unilateral.

“Una vez más, el jefe de gobierno de la ciudad eligió a la educación como campo de batalla político, para dirimir su interna y posicionarse de cara a las elecciones del año próximo. Intenta imponer una construcción de sentido en el que la docencia es un “otro” frente a “las familias” o “la gente”, para romper el espíritu comunitario de nuestro trabajo”, destacan en un comunicado.

“En lo que va del año avanzaron sobre el estatuto del docente limitando conquistas de los y las trabajadoras, definieron aumentos salariales de forma unilateral y decidieron un calendario escolar que en vez de construir una mejor calidad educativa, va en detrimento del proceso de enseñanza y aprendizaje”, agregan y destacan: “La calidad educativa no sólo se define por la cantidad de días de clase. Ubicar las EMI en días no laborables implica por Estatuto la pérdida de la obligatoriedad especulando con una merma en la participación en un espacio fundamental para el quehacer escolar. Las EMI son la pausa y el momento en el que la escuela se piensa a sí misma, en el sentido más amplio”.