La situación de los barrios populares de la Ciudad ya era crítica al comienzo de la pandemia. Fue en esos días cuando el periodista y militante social Nacho Levy, de La Poderosa, difundió un panorama completísimo sobre la grave situación sanitaria y habitacional de las villas.

 El miedo al avance del coronavirus se hizo realidad y en menos de una semana los casos en la villa 31 se multiplicaron por decenas. Las muertes por la enfermedad tampoco se tomaron tregua y una en especial sacudió al barrio: fue la de Ramona Medina, quien desde abril denunciaba los problemas habitacionales, la falta de agua desde hacía mucho tiempo y el miedo a contagiarse Covid-19. Ramona y seis de las personas que viven en una pequeña casa constituían el grupo de riesgo. El día después de su sepelio, el presidente de la Nación citó a La Poderosa y el viernes, el Gobierno de la Ciudad también recibió a la agrupación.

“Para nosotros hubiera sido importante tener estas reuniones antes, para poder poner arriba de la mesa todas las cosas que no suceden en los territorios tal cual se presentan en la televisión; es cierto que si el virus entraba en barrios populares era muy difícil pararlo o que no circulara comunitariamente como está circulando, pero también es cierto que si hubieran individualizado a los grupos de riesgo cuando lo pedimos, tal vez hoy Ramona estaría acá”, dijo Levy a Tiempo Argentino.

La reunión con Alberto Fernández duró un poco más de una hora y allí le presentaron a él y al Gabinete un informe pormenorizado de los barrios populares. “Entre las medidas sanitarias que se tomaron, las que falta tomar y el territorio, hay una barrera enorme”, destaca. “Fuimos a Olivos porque hay respuestas urgentes que sólo puede dar el Estado”.

El viernes, y después de haberlo solicitado el 30 de abril, fueron convocados por el Gobierno de la Ciudad para reunirse con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.

Del encuentro participa ron 12 representantes de distintas villas de Capital. “Las respuestas deben llegar hoy y todavía no llegan porque tanto Larreta como Santilli decidieron abandonar la reunión a la media hora, alegando una cita del Comité de Emergencias, como si no fuera una emergencia la curva de nuestras villas”, cuenta Levy de la reunión que comenzó encabezada por los dos funcionarios pero terminó sólo con la ministra de Desarrollo Social al frente, María Migliore. “Nos retiramos con la misma impotencia con la que llegamos”, afirma.

La Poderosa entregó un documento al jefe de Gobierno porteño con siete puntos que necesitan solución urgente: emergencia sanitaria, redes de cuidado, acceso al agua potable y energía eléctrica. Además, hicieron extensivo el pedido por la familia de Ramona y dedicaron un punto especial a la “corrupción que frenó las obras de la Villa 31”. «

Documento entregado por la poderosa al jefe de gobierno de la ciudad

* Sobre la emergencia sanitaria:

– Agilizar los canales de gestión, desobstruyendo la subordinación del Ministerio de Salud, bajo los manejos discrecionales de Desarrollo Humano, para poder ejecutar las estrategias planificadas con Fernán Quirós, hace un mes.

– Allanar vínculos directos en Educación, Hábitat, Seguridad y el resto de las áreas de Gobierno, porque la cartera de Migliori ni siquiera está pudiendo responder a su propia logística frente al colapso alimentario, de modo que difícilmente pueda dar respuestas a nombre de todos los demás ministerios subordinados en esa lógica de alineamiento que imponen en los territorios.

– Ampliar la capacidad de testeos, garantizar las condiciones de aislamiento digno y multiplicar los lugares para la espera de los hisopados, que hoy representan centros de contagio.

– Prever en esos lugares, características especiales para niños en espacios de tránsito, con ludotecas o cuidadoras.

– Establecer un protocolo para pacientes positivos asintomáticos o sin otras enfermedades que no puedan ir a hoteles, con seguimientos reales de los casos sospechosos y contactos estrechos, de manera integral, garantizando alimentos, desinfección e higiene personal.

– Humanizar el proceso de aislamiento: falta información y sobra destrato.

– Contratar más trabajadores sociales para efectivizar el seguimiento de casos en Bajo Flores, Barracas y Retiro.

– Aumentar la dotación de personal del sistema de salud a disposición del abordaje territorial, donde se concentran los mayores índices de contagio. Y también en los hospitales que atienden a esas poblaciones.

– Sumar personal de enfermería en los CeSACs, donde se requiere urgente ampliar días y horarios.

– Incorporar más Unidades Febriles de Urgencia (UFU) y ampliar su atención en forma de guardias, para que no exista una circulación nocturna forzada por los síntomas que se presentan después de las 17.

– Suspender las esperas arriba del “coronabus”, que traslada sospechosos; en muchos casos, demoras de hasta dos horas arriba del colectivo.

– Otorgar elementos de higiene y seguridad sanitaria para los comedores formales y los informales, que son el 50%.

– Oficializar esos espacios vitales, garantizando la comida, el gas, los artículos de limpieza, el equipamiento y el salario de sus trabajadores.

– Confeccionar urgente otro protocolo específico frente a los comedores comunitarios que ya tienen casos de Covid-19. Y si la desinfección seguirá durando 72 horas, como sucede hoy, elaborar una alternativa domiciliaria para evitar la circulación: es inviable que las 500 raciones de un comedor sean relocalizadas en otro. Y no puede ser que todas esas familias queden a la espera con un sándwich, sin provisión de comida. Otra opción puede ser la distribución de mercadería puerta a puerta, para quienes puedan cocinar en sus casas.

* Sobre las redes de cuidado:

– Garantizar la seguridad integral de quienes le ponen el cuerpo a las actividades de ayuda social, para evitar contagios y cierres temporales de dispositivos vitales. Tanto en la 21-24 como en la 1-11-14, hay vecinos desprotegidos realizando tareas de limpieza.

– Proveer elementos de limpieza y en particular hipoclorito de sodio, para los comedores comunitarios, además de la postergada desinfección del Ministerio de Espacio Público en sus inmediaciones.

– Dotar de lavandina, jabón y alcohol en gel a todos los comercios, comedores y espacios comunitarios.

– Distribuir termómetros láser para contribuir en la detección de febriles, vía promotores de salud.

– Baños temporales de construcción rápida en centros alimentarios de base, no sólo para evitar el contagio de cocineras y cocineros, sino también para impedir la propagación entre quienes retiran las viandas.

* Sobre el acceso al agua potable:

– Reforzar el margen de acción, dotando de recursos a quienes manejan el cronograma de los camiones cisterna en cada barrio, para que se pueda resolver la provisión inmediata de agua potable en los hogares, sin apelar al traslado con baldes o bidones.

– Asegurar un piso de 150 litros por persona, tal como lo exige la OMS, para beber, cocinar, limpiar e higienizarse: en Argentina, el consumo promedio diario está en 180 litros por persona.

– Conformar las cooperativas embotelladoras sugeridas por el propio Ministerio de Salud, en la propia reunión con La Poderosa, al inicio de la pandemia.

– Acelerar obras de infraestructura para resolver los problemas de fondo que empeoran las condiciones de vida.

* Sobre la energía eléctrica:

– Suspender los cortes recurrentes en los barrios, tal como sucede en el Sector San Martín de la Villa 31 o en Tierra Amarilla de la 21-24.

– Por los cortes de luz habituales en todos los inviernos y en todas las villas, procurar generadores que permitan mantener a los centros comunitarios activos, volviéndolos también centros de auxilio para electrodependientes.

– Reguladores de baja tensión y tickets de combustibles para comedores, salas comunitarias de salud y sedes de organizaciones sociales.

– Reactivar las obras de infraestructura estancadas que complejizan la situación pandémica.

– Proveer matafuegos en carros para atender local y rápidamente las emergencias.

* Sobre la familia de Ramona:

– Cesión inmediata de la vivienda asignada, que debió consumarse ya en 2018.

– Adaptación de la infraestructura a las necesidades de Guadalupe, su hija con discapacidad: necesitamos que tenga rampa de acceso y el ancho necesario en las puertas de habitaciones, baños y espacios comunes.

– Espacio y equipamiento para la rehabilitación de Guada, que además requiere un stock especial de medicación para la cuarentena, más pañales, un andador especial, la silla para baño, el andador y la dieta cetogénica.

– Garantizar la cobertura de su obra social y las terapias que necesita, con el mismo personal que la atendía cuando Ramona podía pagar el monotributo que le daba cobertura.

* Sobre la corrupción que frenó las obras en la 31:

– Asuman su responsabilidad. Como interventor de la Villa 31 y responsable directo de la política de urbanización del GCBA, tras el abandono generalizado de sus habitantes y siendo su principal logro haber absorbido las demandas de los vecinos para que no llegaran a otras instancias de gobierno con capacidad de respuesta, ¡exigimos la inmediata renuncia de Diego Fernández!

* Sobre la dignidad humana:

– Que nos respeten.