Por estas horas, de ser simplemente hechos aislados, algunos sectores conciben la idea de que existe una especie de organización delictiva que realiza actos vandálicos y hurtos en establecimientos escolares de la Ciudad. La semana pasada Tiempo difundió los hechos que sufrieron en este último mes diferentes escuelas, con una sensación de vulnerabilidad en una comunidad educativa perpleja ante la ola de robos de varios establecimientos porteños en pocas semanas. Esta vez le tocó a la Escuela Normal Superior N°2 «Mariano Acosta» y al Instituto de Enseñanza Superior (IES) Nº2 que se encuentran en el mismo edificio.

Durante el fin de semana robaron 44 computadoras de esta escuela: 32 máquinas de un atelier digital del Plan Sarmiento, y 12 CPU de todas las oficinas del recinto. La situación es grave porque, en principio, el hecho se produjo en el marco de la jornada electoral cuando personal de la Policía y Gendarmería custodiaban el desarrollo de las votaciones en la planta baja de la institución. Con este hecho, ya suman alrededor de 215 las computadoras robadas en escuelas porteñas.

“Nosotros durante el año ya venimos sufriendo pequeños robos, una computadora en un sector de la escuela, otra máquina en otro sector. Pero esto fue algo mucho más organizado, rompieron tres puertas que conectan la vice dirección de media que a su vez está conectada con la rectoría y ésta con la Secretaría, y robaron en todo ese circuito”, informa a Tiempo la Rectora del Mariano Acosta, Andrea Berman. En el edificio conviven dos instituciones educativas, el Acosta y el IES N° 2. “La angustia es triple, por un lado la sensación de avasallamiento y de todo lo que te provoca un robo y la pérdida material; y por el otro el robo de toda la información que se encontraban en los doce CPU que se llevaron, donde teníamos el trabajo de años de las escuelas”, agrega Berman.

El Mariano Acosta es una de las instituciones educativas más grandes que se encuentran dentro del distrito porteño, ubicado en el barrio de Balvanera. La escuela cuenta con una de las comunidades educativas de mayores proporciones, comparadas con otros establecimientos. Hay más de 100 familias en inicial, 800 en primaria y 850 en secundaria, más las que se encuentra en el Instituto de Formación. Los datos contenidos en esos CPU abarca la información de los cuatro niveles educativos. “Todavía no tenemos una evaluación cerrada de todos los datos que perdimos en términos de trabajo. Este acto vandálico que sufrimos requiere de algún tipo de organización porque hay que sacar de una escuela más de cuarenta computadoras. Esto es otra cosa, no es un ladrón que entró y se llevó algo, esto parece algo organizado”, agrega Berman y termina: “como pusimos en un comunicado a las familias, este hecho no sabemos cómo catalogarlo, nos dejan pasmados, y llenos de impotencia y con una profunda sensación de vulnerabilidad. Es un claro y deliberado ataque a la escuela pública”.

Este último hecho se suma a la seguidilla de robos que vienen sufriendo las escuelas porteñas en las últimas cinco semanas. La que advirtió que algo no estaba bien fue la auxiliar de portería de la escuela que inmediatamente comunicó lo sucedido. La casera, fue a votar y cuando volvió se encontró con  papeles tirados en lugares donde no tenía que haber. Empezó a revisar el colegio y vió a la rectoría con varios destrozos.

“Nos parece un hecho muy repudiable, porque sabemos que el barrio es un lugar peligroso, donde la seguridad no es la necesaria. Donde si ven a un chico fumando marihuana en una esquina le caen seis patrulleros y se lo quieren llevar preso sin esperar siquiera a que llegue un mayor, pero cuando pasan este tipo de hechos delictivos mucho peores, donde gente adrede y muy bien informada entra al colegio y roba computadoras, donde está la información de pibes y pibas de la escuela, ahí la Policía no hace nada”, alertó a éste medio Mariana Ruibal, presidenta de la Cooperadora del Acosta. “No solo lamentamos las pérdidas materiales, sino también el trabajo y la información que se han ido junto a las máquinas, cuyo contenido es invaluable. En ellas se concentran disposiciones normativas, trabajo administrativo, cuestiones de organización escolar y pedagógica de los cuatro niveles”, describieron las autoridades en un mensaje difundido a las familias, donde, además, calificaron el robo como “sin precedentes” dentro de la escuela. El domingo a la noche las autoridades del Acosta radicaron la denuncia en la División de Operaciones de la Comisaria Séptima.

Por este tema, la legisladora porteña del Frente de Todos (FdT), Claudia Neira, presentó un pedido de informes dirigido al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. «A lo largo de las últimas semanas se han producido diversos hechos delictivos en instituciones educativas dependientes del Gobierno de la Ciudad, a lo largo de diferentes comunas y barrios», dice en sus fundamentos el pedido de Neira, presentado ayer por la tarde. Y agrega que «al menos 200 computadoras fueron sustraídas de un total de ocho establecimientos», a lo que se suma «el robo de parlantes, tablets, equipamiento de educación física, electrodomésticos y elementos personales de trabajadores, así como también la rotura de cerraduras, ventanas y rejas».

La diputada pidió al Ejecutivo local que detalle la «cantidad de denuncias recibidas por hechos delictivos dentro de establecimientos educativos en el período 2019-2021»; que indique «los recursos humanos y materiales asignados a la función de seguridad y acciones de prevención en los entornos educativos»; y sobre «obras edilicias y dispositivos asociados a medidas de seguridad» que se realizaron o se «encuentran en estudio para su realización con el objetivo de prevenir hechos delictivos en escuelas», entre otras cuestiones.

Este miércoles al mediodía habrá un abrazo al Mariano Acosta para exigir que se tomen medidas urgentes en relación a estas situaciones de inseguridad.

Comunicado de los rectores

En un fuerte documento firmado por el conjunto de rectoras y rectores de cada uno de los Institutos de Formación Docente nucleados en el CESGE, recuerdan el último hecho grave ocurrido en la Escuela Normal Superior N° 8 “Presidente Julio Argentino Roca”, la semana pasada, y a otros robos sucedidos en varios Normales como el Roque Sáenz Peña, la Escuela N°3 Bernardino Rivadavia, al igual que en el establecimiento “Gral. Don Martín Miguel de Güemes, el N°6 Vicente López y Planes; y en alrededor de una docena de establecimientos educativos. “Nos solidarizamos con el Acosta y nos preocupan mucho estos robos, porque además están hechos con saña y encono, que demuestran un profundo desprecio a la educación pública. Le exigimos al Ministerio de Educación de la Ciudad que tome todas las medidas necesarias para proteger a nuestras instituciones”, afirma en diálogo con Tiempo, Estela Fernández, rectora del Instituto de Educación Superior “Juan B. Justo” y vice presidenta del CESGE.

La respuesta del Ministerio de Educación

Tiempo se puso en contacto con la cartera educativa al mando de Soledad Acuña: “Desde hace tiempo que estamos equipando los gabinetes tecnológicos de las escuelas, entonces se vuelve un lugar más tentador para el delito” fue la respuesta oficial. “Estamos instalando alarmas y reforzando la seguridad”, concluyó.