“Si tenés 18 años o más y no iniciaste o no terminaste los estudios obligatorios (nivel primario y/o secundario), el Plan FinEs te permite hacerlo”, destaca la información oficial de la iniciativa implementada en todo el país desde el 2008. La cursada puede hacerse de manera semipresencial, el trayecto que falte para promocionar los estudios o rendir las materias pendientes con el acompañamiento de docentes tutores. Cuando un estudiante se inscribe puede elegir la Escuela Referente más cercana a su domicilio en las diferentes jurisdicciones que implementan el FinEs. El Plan fue establecido durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, y cada una de las jurisdicciones (las 23 provincias y la CABA) adhirieron a la medida, para facilitar que millones de personas puedan terminar sus estudios. Es un convenio marco donde cada provincia recibe el dinero por parte del Gobierno Nacional para el pago de salarios, y las jurisdicciones se encargan de hacer las transferencias de dinero a las cuentas sueldos de los trabajadores y trabajadoras.

En las últimas horas, la Unión de  Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) denunció que el gobierno porteño dio de baja los contratos, “haciendo que perciban solamente tres de las cuatro semanas trabajadas y discontinuando la liquidación de millones de pesos de la partida presupuestaria otorgada por el Ministerio Nacional, que corresponden al salario», detalla el comunicado. En la Ciudad hay 36 sedes del FinEs, cada una por cuatrimestre dicta 15 asignaturas y los docentes de esas materias no cobraron el mes completo.

Los docentes del Plan, cobran $4038 pesos la hora cátedra, una diferencia salarial importante respecto a quienes trabajan en el sistema formal. “Ya no quedan dudas que la intención del gobierno porteño es cerrar el FinEs, hay alrededor de 2000 estudiantes de la Ciudad que por año no van a poder terminar sus estudios y más de 200 profesores que podríamos quedar sin trabajo”, contó a Tiempo una docente del FinEs que solicitó no publicar su nombre.

“Los salarios salen de Nación, es decir que, al darnos de baja los contratos, la Ciudad se está quedando con ese dinero. Lo único que aporta el ministerio de Educación que conduce Soledad Acuña es brindar apoyo técnico pedagógico, que es muy insuficiente, aporta la parte administrativa para titular y ni siquiera pone espacios físicos para dictar las clases, ya que muchos de ellos son lugares recuperados por vecinos y vecinas de los diferentes barrios”, agrega la docente.

“Soy ex alumna del Plan Fines en el que realicé el  nivel primario y secundario.  Finalicé mis estudios en el año 2018 y actualmente soy estudiante de enfermería, estoy cursando mi último cuatrimestre”, manifestó a este medio Lorgia Alcón, quien todavía se muestra muy agradecida con cada profesor y profesora. “Hoy soy estudiante universitario, así como muchos de los que egresamos ese mismo año. Somos muchos quienes queremos superarnos, continuar nuestros estudios y terminar una carrera y fueron los profesores quienes nos dieron un apoyo incondicional y nos guiaron para seguir estudiando”, termina.

Retención de dinero y contratos precarios

La situación es grave porque, más allá que la cartera educativa porteña está reteniendo el dinero de Nación para el pago de salarios, desde hace unos años los docentes del Plan FinEs de CABA vienen reclamando la “estabilidad laboral con contratos de 12 meses, continuidad, el reconocimiento de la antigüedad, vacaciones pagas, asignaciones familiares, y el blanqueo de la mayor parte de lo remunerado para todos los y las trabajadores del Plan”, detalla el comunicado de la UTE. «Nos mantenemos en estado de alerta y exigimos al Gobierno de la Ciudad la apertura de una mesa de trabajo para discutir condiciones laborales. Es urgente una solución para lxs docentes que sufren una profunda precarización laboral en el Plan Fines en un contexto de emergencia como el actual», concluye.