Entre sesiones intermitentes y el cajoneo de más del 70% de los proyectos de ley de la oposición, la labor parlamentaria durante el “larretismo” tuvo su más bajo rendimiento. La mayoría legislativa alcanzada por el oficialismo porteño, entre propios y aliados, bajó estrepitosamente el ritmo del trabajo en la “casa de la democracia”. Al comparar el promedio de la última década, el trabajo legislativo para  la sanción de Leyes se ubicó por debajo del 40% y en algunos años casi el 50 por ciento. De acuerdo a datos oficiales del departamento de “Legislatura Abierta” (https://www.legislatura.gob.ar/seccion/legislatura-abierta.html), hasta 2019 el parlamento mantuvo un ritmo acorde en cantidad de horas sesionadas, pero con muy pocos debates de proyectos de Ley.

En 2017 la Legislatura aprobó 159 proyectos de Ley, una cifra que se ubica por debajo del promedio de los últimos diez años que llega a los 330 normas sancionadas. En números porcentuales ese año hubo: 11,20% de leyes aprobadas, el 57,53% proyectos de declaración y el 31,27% de resolución. Otro dato a tener en cuenta es la baja respuesta de los Pedidos de Informes (PDI) que fueron presentados por la oposición: En 2017 apenas el 60,33% fue contestado, es decir que el 40% de los PDI impulsados por el peronismo y la izquierda fueron ignorados por el ejecutivo porteño.

Una situación casi idéntica ocurrió en 2018 con 189 proyectos de Ley sancionados, y en 2019, con un total de 158, ubicándose por debajo del promedio de los últimos diez años que rondaba los 313 sancionados. Cabe señalar que en esos años, antes de las elecciones en las que  Rodríguez Larreta renovó su mandato, la Legislatura reforzó un modo de trabajo que marcaría en adelante la forma expeditiva, rápida y precipitada con que el oficialismo porteño sancionó sus proyectos de Ley. Por ejemplo, la cantidad de horas de sesión en 2019 fue de 68 y se ubicó por debajo del promedio de los últimos diez años (108 horas).

«Después de los comicios de 2019 imposibilitamos que Rodríguez Larreta pudiera seguir vendiendo tierra pública porque ya no contaba con los dos tercios necesarios para hacerlo”, manifestó a Tiempo Javier Andrade, vicepresidente del bloque del FdT (UP) en la Legislatura porteña. El referente político aseguró que en las próximas elecciones del 22 de octubre también se pone mucho en juego en la Legislatura, porque a partir del 10 de diciembre  se necesitará tener quorum propio para  instalar o al menos debatir la agenda legislativa del peronismo.

“Son proyectos de Ley que verdaderamente pueden cambiar la realidad de nuestra ciudadanía, por ejemplo: la Ley de financiamiento Educativo, el proyecto de Impuesto a la Vivienda Ociosa, la Ley de Inmobiliaria Pública, y la Ley de laboratorio público de medicamentos, entre otras”, todos proyectos que fueron cajoneados por el “larretismo”. Andrade señala que “son proyectos de Ley pensados para las necesidades de las y los porteños, políticas para tener una ciudad más humana que garantice alquileres accesibles, mejor transporte público, vacantes, salud de calidad y que se puedan realizar los cambios que Buenos Aires necesita».

En 2020, año de pandemia, la cantidad de debates y sanciones de ley estuvo muy por debajo del promedio. Ese año fueron sancionados 108 proyectos de Ley cuando en la década previa el número había sido de 289 documentos aprobados, es decir, hubo una reducción del un 67%  respecto de ese período. Respecto a los proyectos de resolución se aprobaron 201, situándose por debajo del promedio (464); y hubo 20 sesiones ordinarias y 6 sesiones especiales, cuando en los últimos diez años promediaban 37 las sesiones. Tras la salida de la pandemia, el oficialismo mantuvo un ritmo aún más bajo de la labor parlamentaria: En 2022 se sancionaron 95 leyes, casi tres veces menos que el promedio de la última década, y se realizaron 16 sesiones ordinarias, 4 sesiones especiales, una sesión extraordinaria. Los legisladores  sesionaron poco más de 70 horas, cuando el promedio de los últimos 10 años rondaba las 100.

“Nuestros proyectos de ley son cajoneados sistemáticamente, ¿por qué? porque plantean salidas de fondo. Hemos presentado este año la emergencia educativa, pase a la carrera profesional de las y los enfermeros, aumentos salariales de emergencia, y planes integrales para la solución habitacional”, destaca a Tiempo Mercedes de Mendieta, Legisladora porteña por el FIT. “Los únicos proyectos que algunas veces se ponen en discusión son pedidos de informe educativos y las únicas dos excepciones que recuerdo son el proyecto de ley que presentamos de la construcción de centros integrales de las mujeres por comunas, que luego fue modificado pero terminó saliendo”, añade y concluye: “En general nuestros proyectos no son tratados, podríamos decir casi nunca, salvo unas excepciones que son algún pedido de informe o alguna declaración de interés”. «

La «escribanía PRO» en números

La Federación de Comercio e Industria de CABA (FECOBA), realizó un relevamiento cualitativo de proyectos (https://fecoba.org.ar/la-legislatura-portena-sanciono-94-leyes-en-2022/) aprobados en 2022: “Si consideramos al oficialismo y al Poder Ejecutivo como un solo bloque, la cantidad de leyes aprobadas asciende a 72, lo que representa un 77% de las sanciones. Esto demuestra que durante 2022 Juntos por el Cambio logró imponer su agenda legislativa”, señala el documento. Cabe destacar que los pocos proyectos de la oposición que el oficialismo permitió debatir en la legislatura son documentos que no modificaban las políticas de ajuste en diferentes sectores, es decir, el oficialismo ni siquiera permitía el ingreso de esos proyectos a las comisiones. Algunas de las leyes sancionadas son: la Ley N° 6553 que asigna el carácter de Calle de Convivencia a la avenida Honorio Pueyrredón; leyes como la N° 6562, la N° 6554 y la Ley 6609 que declaran innecesarios varios inmuebles y parcelas, para entregarlos al mercado inmobiliario; la sanción de la Ley N° 6613 de Cooperadoras Escolares; la Ley Tarifaria y Presupuesto 2023.