La presión de la iglesia y las internas políticas comenzaron a jugar en contra del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo.

La situación política interna de las provincias marca el pulso de la próxima votación en el Senado. Luego de la media sanción y de las exposiciones, los diferentes aprietes, amenazas y escraches se agudizaron.

Por un lado, la iglesia empezó a intervenir en forma activa en las manifestaciones auto denominadas “pro vida”. Pero a eso se le suman las internas partidarias que operaron con firmeza en las jornadas definitivas.

Así fue como, en una sesión “expres”, la legislatura provincial convirtió a Tucumán en provincia pro vida. Dos días antes, la ciudad había amanecido empapelada con afiches que tenían la foto de José Alperovich, –uno de los senadores indecisos en su postura ante la ley de interrupción voluntaria del embarazo–, salpicado de sangre, con un feto en la mano y la leyenda que decía “Holocausto pre natal”, que tuvo luego el rechazo de la legislatura tucumana.

Tres días después, el domingo, el gobernador Juan Manzur junto a Osvaldo Jaldo participaron de la “marcha por las dos vidas”, que se realizó en esa provincia. En esa misma manifestación participaron José Cano (el diputado provincial que en 2015 realizó una campaña mediática acusando a Manzur de fraude) y Ricardo Bussi, hijo del genocida Antonio Domingo, y líder de Fuerza Republicana, partido que integra la alianza Cambiemos.

Una foto muestra a Manzur sonriendo y escuchando atentamente a su principal opositora: la senadora Silvia Elías de Pérez.

Tucumán Pro Vida: una declaración simbólica para presionar

Para la sesión, que se realizó el jueves 2 de agosto, no se permitió el ingreso a militantes a favor del aborto (inclusive se les prohibía la entrada a asesores de algunos legisladores) pero sí a quienes se manifiestan en contra. Los legisladores tampoco aceptaron que se realizara una audiencia pública donde se pudiese debatir profundamente el tema.

“Ausentaron la democracia”, dijo Silvia Rojkés de Temkin, ex ministra de Educación de la provincia y actual legisladora por el PJ. “Hicimos inclusive la propuesta de no tratarlo al tema ya, y propusimos audiencias públicas para escuchar todas las voces”.

Ella junto a Stella Maris Córdoba, Nancy Bulacio y Fernando Valdéz fueron los únicos cuatro de los 43 legisladores que votaron en contra de la resolución.

Según Fernando Valdéz, la sesión fue muy complicada. “No dejaron entrar a quienes tenían la posición en contra de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, los que estaban a favor quedaron afuera. Hace seis años que soy legislador y no pasó nunca. Siempre hubo tolerancia y respeto a la minoría, yo soy de la oposición y te puedo decir que acá se cambió ese clima de un día para el otro”.

El proyecto fue presentado por Sandra Mendoza (legisladora por el PJ) y su cuñado José Orellana (PJ). Inicialmente era un proyecto de ley, que, según coinciden tres de los legisladores que firmaron en contra no tenían viabilidad. También coinciden, y lo expresó durante su intervención la legisladora Córdoba, se la podía declarar inconstitucional.

“Nos vimos sorprendido por el tratamiento de este tema y presentamos un proyecto alternativo. Nosotros no tenemos atribuciones para tratar un proyecto de ley por eso se está tratando en el Senado. Agradezco que la legisladora Mendoza haya aceptado que sea resolución”, dijo por su parte la legisladora Córdoba

“Era un proyecto de ley muy especial porque se habla de asumir como política de Estado la defensa de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte, por muerte natural. Entonces, ese párrafo merecía mucho análisis, porque estamos hablando de que no permite que se reciba órganos, era muy complicado. Más allá que estos grupos pro vida no quieren tampoco donar los órganos. Pero la situación fue muy tensa. Es la primera vez que un proyecto de resolución se debate tanto con votación nominal”, expresa Rojkes de Temkin. “Nos tenemos que hacer cargo cada uno de los que votamos con esto de la muerte natural como política de Estado… Es de difícil cumplimiento, entonces a partir de ahora no puede haber accidente de motos ni nada que tenga que ver con la muerte”.

Una cuestión proselitista

La presión que hubo sobre los políticos fue gigante. Además de la campaña que realizaron los senadores. Silvia Elías de Pérez convocó a la marcha del domingo 5 por teléfono con un mensaje que pedía que “se presenten a la marcha del día 8 porque se está por realizar un crimen organizado desde el Senado de la nación.”

De ese modo, el peso de las presiones cayó directamente sobre los senadores tucumanos. Para mí hay una especulación electoral y una clara posición obstruccionista en el debate del parlamento nacional, no tiene valor jurídico, se cambió de proyecto de ley a declaración.

“El debate tuvo un profundo sesgo autoritario que buscó invisibilizar un sector. El tono de la declaración no tiene sentido, y los legisladores también reciben una presión fuerte así algunos votan convencidos y otros reciben presión. Eso está pasando también en el Senado”, dijo Valdéz

El legisladora sugirió durante su exposición que el PJ llame a una reunión para mandatar al senador Alperovich, “en lugar de poner en una situación vergonzante a todos los que pensamos distinto que somos muchos. Esta vocación de apropiarse del todo diciendo que representan la mayoría… la verdad es que yo no sé si son mayoría, yo tampoco sé si lo que pienso es lo mismo que la mayoría, pero jamás diría que “Tucumán apoya…” Esa es una actitud autoritaria.

“Los aprietes públicos evidencian que por un lado está la iglesia pero por otro lado, metió la cola la interna del PJ en Tucumán”, dice Valdez.

Es la única provincia que no está adherida a lFue una movida política muy pensada, en un momento electoral previo a las elecciones donde empieza a haber un 2019 fue una situación dura porque no se permitió el debate.

La hora del debate

Tucumán es la única provincia que no está adherida a la ley de salud sexual reproductiva y que no tienen implementada la educación sexual integral.

“La ley provincial habla de educación sexual integral porque la hicimos cuando yo estuve como ministra de Educación en Tucumán. Es difícil abordar estos temas, tal es así que en reuniones de comisión de Educación que las presido y donde queríamos abordar la temática de educación sexual integral, no la podíamos realizar porque que estábamos siempre sin quórum. A partir de ahora, lo vamos a empezar a hablar con más fluidez”, opina Temkin. “La mayoría de los jóvenes no reciben nada de las escuelas públicas, hay poco diálogo y poca educación. Hoy con las políticas nacionales se quitan espacios donde los jóvenes se sumaban en los coros, orquestas o centro de actividad juveniles en los que sí se podían charlar estos temas”, agrega.

“Por qué con tanta celeridad que plantea este tema por qué no se trata la adhesión a la ley de salud sexual y reproductiva que ya tiene dictamen en la comisión de familia y que es uan verdadera herramienta para ir hacia la prevención porque otorga herramientas para informar sobre los métodos de anticoncepción”, dijo Stella Maris Córdoba. “Es una herramienta importantísima junto a la ley de salud reproductiva para salvar no sólo dos vidas, para salvar muchas vidas”, agregó.

En ese sentido, Valdéz también coincide con las legisladoras. “Me parece muy bien que se discuta en Diputados y en Senados un debate tan postergado. Hay que entender y que es un tema grave de salud pública que no se hablaba en la Argentina, hacía más de 13 años que no se discutía. Fue un acierto habilitar el debate y no cercenarlo, pero para eso hay que educar”.

“El número de interrupción del embarazo habla de la necesidad de debatirlo. Aprobar los abortos no es promover abortos, es poner en punto medio el estado garantizando la salud pública. Las cifras están ahí sin tener en cuenta las cifras negras, las que no se conocen”, expresó Valdéz. “Espero que el Senado la convierta en ley. Si no lo hace, las nuevas generaciones lo van a hacer. Si no se aprueba ahora se empieza de nuevo, pero es un debate instalado. Hay que buscar el modo de sortear los escollos de las presiones. Y entender que la Argentina es un Estado laico y las creencias y posiciones no pueden impedir el desarrollo de lo público”, finalizó el legislador tucumano.