«Todos los días en nuestro continente sigue habiendo desapariciones forzadas de personas». De ese modo abrió su ponencia Carlos Loza, integrante de Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. El panel de Derechos Humanos y Fuerzas de Seguridad fue conmovedor. Cada historia, cada relato, partía desde los más profundos dolores, producidos por las peores injusticias. Mónica Benício, la pareja de Marielle Franco; Sergio Maldonado, hermano de Santiago; padres de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos en Ayotzinapa; Luz Bernal, fundadora de Madres de Soacha, de Colombia; familiares del Colectivo Nacional Contra el Gatillo Fácil como la madre de Luciano Arruga, de Kiki Lezcano y de Facundo Rivera Alegre, entre otros, expusieron sus historias a corazón abierto. No quedó nadie en el teatro Dante Barone sin soltar lágrimas de empatía y de indignación.

«Podemos decir que los DD HH en México no existen. Que en nuestro país aparecen muertos y descuartizados todos los días, en todos los estados», sentenció Felipe de la Cruz, uno de los padres de Los 43. «En Colombia, se tortura, se viola a las mujeres, hay violentaciones de maneras legales e ilegales, y allí fue que empecé a preguntarme yo qué podía hacer», relató Luz Bernal, nominada al Premio Nobel de la Paz por su accionar en Madres de Soacha. «Antes, desaparecieron a 30 mil y hoy ya no necesitan esa cantidad. Hoy, desaparecen a uno y ya adoctrinan. En todos los escenarios donde podemos hablar de Santiago, siempre el único responsable es el Estado, en este caso Gendarmería y quienes investigan», apuntó Sergio Maldonado. «Se lo llevaron como bien cobardes, a la luz de la luna. No le perdonaron no querer robar para ellos. Porque bien le contestó a la policía que si robaba, lo hacía para sus hermanas, no para ellos. Y me costó 5 años y 8 meses encontrarlo por haberse plantado a la policía», recordó Mónica, mamá de Luciano Arruga.

Es imposible resumir en unas líneas tanto dolor. Los dolores se unieron en el foro no para hacer catarsis, sino para empezar pensar acciones de conjunto que reviertan tanta impunidad. «