Poco a poco el dólar va dejando de estar en el horizonte de los países latinoamericanos. Así, al tiempo que Argentina paga parte de sus compromisos con el fondo en yuanes y el Banco Central habilitó las cuentas nominadas en esa moneda, ahora Bolivia anunció que utilizará la divisa china para el comercio con el gigante asiático. «Desde el mes de marzo a la fecha tenemos un total de 278,8 millones de yuanes por operaciones en ingresos y salidas en comercio exterior», esbozó el ministro de Economía Marcelo Montenegro en una conferencia de prensa a raíz de la crisis por la escasez de dólares en el país del altiplano.

El funcionario dijo que si bien los yuanes se utilizan para las exportaciones de zinc, plata y carne, aún se trata de transacciones electrónicas y no hay disponible en moneda física para la ciudadanía. Sin embargo, el renminbi (RMB, literalmente «moneda del pueblo», su nombre técnico) ya circula en las calles de las principales ciudades bolivianas, puesto que el comercio con China se extendió a rubros de la vida cotidiana como los textiles o electrónicos y no son pocos los ciudadanos de a pie que cuentan con billetes con la imagen de Mao Zedong. Y los usan incluso en las transacciones callejeras, como cualquier turista podría ver.

La medida del gobierno de Luis Arce se produce luego de que en 2023 se agudizó la escasez de dólares por el incremento de las compras de combustibles al exterior. Según informó Montenegro, se espera que este año se registre una merma en ese déficit, pero no parece posible bajarlo a menos de 1500 millones. De todas maneras, la solidez del peso boliviano sigue firme a pesar de una situación crítica.

Arce, en la última cumbre del Mercosur, propuso a sus pares, que “poco a poco vayamos dejando el dólar” y el brasileño Lula da Silva planteó que los países que integran el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), avance hacia la creación de una alternativa como moneda de comercio y reserva internacional.

Esa es una de las propuestas que se podría analizar en la cumbre de los BRICS que se desarrollará entre el 22 y el 24 de agosto próximos en Johannesburgo. Se trataría de crear una moneda con respaldo oro que podría desbancar a la divisa norteamericana. En 1971, el gobierno de Richard Nixon puso fin a la convertibilidad del oro con el dólar. Desde entonces el respaldo del dólar se sustenta en la necesidad de contar con los verdes billetes para cualquier transacción internacional, pero sobre todo del petróleo.

La solidez estadounidense se centra en que tiene “la maquinita” de hacer los dólares y en una alianza fuerte con países petroleros como Arabia Saudita. Pero si le surgen competidores fuertes, como sería el yuan, perder ese privilegio sería peor que padecer un ataque nuclear. De allí la ofensiva que en tiempos de Barack Obama se llevó a cabo contra el euro, el primer gran desafiante del dólar.

La nueva amistad promovida por China entre la monarquía saudita y la república islámica de Irán apunta en ese mismo sentido y es una amenaza extra para la supremacía de EEUU. Y quizás ahí habría que ver esta nueva arremetida contra la visita a Teherán del ministro de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo, puntillosamente cuestionada por medios y dirigentes locales como amenaza a la seguridad continental.

«Para mí es una exageración que responde a un interés político particular de la extrema derecha en Argentina», dijo Novillo a su regreso a La Paz. El funcionario aseguró que su viaje y su encuentro con su par iraní, Mohammad Reza Ashtiani, estuvieron relacionados a aspectos vinculados a la «capacitación académica y fortalecimiento tecnológico para fortalecer la lucha contra el contrabando y narcotráfico». La Cancillería argentina, a su turno, solicitó a la embajada boliviana información sobre los «alcances de las conversaciones y posibles acuerdos» firmados entre ambos países.