Un artículo del británico Financial Times, uno de los medios económicos más influyentes del mundo, resalta que Bélgica y España se convirtieron en los mayores importadores de gas envasado ruso, después de China. La noticia tiene su peso porque el récord se produce a pesar de que la Unión Europea se comprometió a terminar con la dependencia del fluido proveniente de Rusia como una de las restricciones que consideraban más efectivas en el marco de la guerra en Ucrania.

El otro detalle es que el GNL resulta mucho más caro que el que llegaba al continente a través de las tuberías que fueron destruidas hace un año en el Mar del Norte o bloqueadas en tramos en territorio ucraniano. Los que todavía están activos, como el gasoducto TrukStream -por Turquía, Bulgaria y Serbia- está bajo amenaza y ya el primer ministro húngaro Viktor Orban dijo que consideraría cualquier ataque similar a los NordStream I y II como un acto de guerra.

El informe de Alice Hancock y Shotaro Tani en FT destaca un 40% de incremento entre enero y julio, señala que el promedio de incremento de importaciones de gas envasado ruso subió un 6% y que representa el 16% de las compras de la UE.

Mientras en el campo de batalla no hay avances notorios, la guerra parece centrarse mayormente en ataques con drones. En la semana, Kiev anunció que los últimos operativos fueron realizados desde territorio ruso. El Ministerio de Defensa ruso afirmó haber eliminado algunos drones que se dirigían al puente sobre el estrecho de Kerch, en Crimea.

Las cifras, no confirmadas, se habla de al menos 400.000 soldados ucranianos muertos en la guerra, muchos de ellos novatos enviados al frente con escasa instrucción. Entre las bajas hay mercenarios británicos y polacos. El diario español La Vanguardia publicó este jueves una nota de Rosa Matas que da cuenta de una empresa catalana que recluta a militares, policías o expertos en seguridad en activo o retirados “con un mínimo de dos años de experiencia para ir a la guerra en Ucrania a combatir o a proteger instalaciones o a la población civil cobrando entre 2.800 y 3.400 euros al mes”.

La empresa de seguridad GOA Tactical (Grupo de Operaciones Avanzadas) ya preseleccionó a 80 hombres a los que está entrenando, dice LV. “Después de un curso de instrucción de cinco días que se hará en Barcelona, por el que cada candidato pagará unos setecientos euros, GOA Tactical certifica el currículum y garantiza que los aspirantes que lo han superado están preparados para unirse al ejército ucraniano que lucha contra la invasión rusa desde febrero del año pasado”, añade el diario.

GOA Tactical dice en su página web que sus cursos “tienen un índice de Stress y a menudo situaciones en las cuales el alumno será sometido a situaciones fuera de su zona de confort” y advierte: “Si no estás preparado sigue con tu escuela habitual”. La firma, que lidera Fancisco Galván Pardo, un profesional formado en Israel, presume de contratos con el gobierno de Volodimir Zelenski para la provisión de personal altamente especializado.

GOA Tactical tiene sedes en España, Suiza e Israel y entre sus clientes figuran unidades policiales de Perú, Polonia, Israel, Nigeria, Brasil, España, Senegal y Gabón, entre otros. También afirma haber instruido a personal de la Unidad GAD de la policía bonaerense.