Como lo hizo durante la campaña de 2021 y en esos dos meses tensos en que la Justicia Electoral no le reconocía el triunfo a Pedro Castillo, el movimiento Rondero de campesinos encabeza las protestas por el golpe contra el presidente del Perú, su encarcelamiento y exigiendo la renuncia masiva de los actuales funcionarios del Estado, desde la presidenta interina, Dina Boluarte, a todos los miembros del Congreso. Y todo presume que se mantendrá firme pese a las muertes por la represión, las amenazas y un aparato de propaganda en su contra.

Así lo asegura el principal referente de la Central Única Nacional de las Rondas Campesinas (CUNARC), Santos Saavedra Vázquez, en diálogo con Tiempo desde Lima. Para él, la masacre perpetrada contra los manifestantes es un “escarmiento” para dejar un claro mensaje: “Es un acto de venganza para que nunca más un campesino, un rondero, se levante políticamente”.

-Para que no vuelva a surgir un Castillo, digamos.

-Así es, así es, porque aquí la derecha peruana ya ha agarrado costumbre. Hemos tenido gobiernos departamentales de izquierda, con lo cual la propia derecha, la prensa y los grupos empresariales los han perseguido y no dejaron terminar su período y hoy lo hicieron con Castillo, no lo dejaron terminar su gobierno y lo llevaron a la cárcel.

-¿Cómo se explica la posición actual de Dina Boluarte, cuando ella provenía de un sector popular?

-Por supuesto, Dina Boluarte fue parte de la plancha presidencial junto al presidente Castillo. Ganaron juntos. Sin embargo todo el plan golpista de la derecha no le funcionaba. Entonces necesitaban destruirlo por dentro y de algún personaje que esté muy al costado del presidente, ganarle a su causa y esperar el momento adecuado. Y lo hizo la señora Boluarte: se vendió anticipadamente. Se pasó al otro lado de forma clandestina, desde luego, y de ahí el partido perdedor en las elecciones (Fuerza Popular, de Keiko Fujimori) le ofreció todo su aparato de criminalización y experiencia de asesinatos y dictadura que se vivió en el Perú en la década de los 90, plan que están aplicando ahora. Se vendió totalmente al adversario, dejando de lado sus principios, su lealtad al proyecto, al mismo pueblo que la hizo ganar. Por eso el pueblo no le cree. Ella actúa lo que le diga el Parlamento, lo que le diga la prensa, lo que le diga este grupo mafioso que tenemos en las instituciones. Radicalmente se ha pasado al otro lado. La derecha siempre ha tenido esa costumbre en nuestro país: pierden las elecciones pero terminan gobernando.

El dirigente campesino.
Foto: CUNARC – P

-Cuando Tiempo habló con usted en junio pasado dijo que se estaba consumando un golpe de Estado. Finalmente se realizó.

-Primero, la derecha hizo un escándalo de que había un fraude, después fueron a la OEA y no le hicieron caso. Después montaron una comisión investigadora en el Congreso, que concluyó que no hubo fraude. Dos meses en la calle marchando para que le dieran su credencial. Ahí empezó la persecución, lo obligaron a cambiar ministros a cada momento, y así poco a poco, lamentablemente, el gobierno cayó en la debilidad de ceder y ceder. Cuando estaba en auge, el pueblo pedía que hiciera uso de los poderes constitucionales, no lo hizo. Y la derecha jamás perdona. Estaba esperando el momento adecuado. Hicieron una planificación bien hecha y ahora tomaron el mando en absolutamente todo. Ahora no hay independencia de poderes. Se han juntado el Congreso, el Ejecutivo, la Fiscalía de la Nación, el poder Judicial, el Tribunal Constitucional, Defensorías del Pueblo, la prensa… Todos esos poderes del Estado son controlados ya por familias, por mafias, por gente de la extrema derecha racista. Por eso se han juntado y están haciendo este genocidio contra los pueblos.

-¿Qué esperan lograr?

-El objetivo es que renuncie Boluarte, que renuncie el Congreso, se arme un gobierno de transición que convoque a elecciones este año. No esperar al próximo. Gente que estaba callada sale a darnos la razón porque ya no se puede seguir ensangrentando el país, matando, por un capricho que tienen la presidenta de facto y el Congreso. Están amenazando a quedarse pero no sabemos hasta cuanto les va a durar porque la respuesta del pueblo va a venir con todo. Los próximos días va a ser muy contundente, aun venciendo el miedo y todo lo que está pasando, el pueblo va a resistir.