“Esta elección nos da una enorme responsabilidad para que el presidente Mauricio Macri sea el gran presidente de la historia argentina”. Pasadas las 21:30, Elisa Carrió apareció en el escenario del bunker de Costa Salguero para festejar el triunfo de Cambiemos en la Ciudad por poco más del 50 por ciento de los votos.

Con una cosecha similar a la de las PASO –tal vez efecto de sus lamentables declaraciones sobre el caso Maldonado- la líder de la Coalición Cívica-ARI se limitó a ponderar la expansión nacional de la alianza Cambiemos y evitó aludir al conflicto que la sacó de la escena electoral en el último tramo de la campaña. “La verdad es que es muy profunda la victoria de un pueblo desde la Quiaca hasta Santa Cruz”, subrayó.

Y agregó: “Es el triunfo de todos nosotros que es una Argentina posible, de verdad, con derechos, sin violencia y con paz”.
“Ya no me faltaba nada. Este triunfo del pueblo es el triunfo que yo alguna vez soñé pero si algo me faltaba, de los más profundo de mi corazón, es que en mi propia provincia, donde nacieron mis abuelos, ganara Cambiemos”, puntualizó.

Pocos minutos después, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, también advirtió que el resultado de la elección es un “enorme reconocimiento para el liderazgo de Macri”. 

Y dio los ejes de su gestión post electoral. “Sabemos que estamos en un camino de esperanza. Sabemos que falta mucho”, puntualizó. Y no dudó en prometer la profundización de la política educativa que en los últimos meses derivó en un áspero conflicto con estudiantes y gremios por el proyecto de reforma de la escuela secundaria. “Vamos a ir a fondo con el cambio del sistema educativo. Lo vamos a hacer”, prometió.