El Gobierno argentino afirmó este martes que está dispuesto a otorgar la ciudadanía argentina a los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, y a «todos los que están padeciendo lo que está sucediendo» en Nicaragua, donde la administración de Daniel Ortega retiró a 92 personas la nacionalidad y los acusó del delito de «traición a la patria».

«El Gobierno argentino está dispuesto a otorgar la ciudadanía argentina a @sergioramirezm @GiocondaBelliP y todos los que están padeciendo lo que está sucediendo en Nicaragua», indicó la portavoz presidencial Gabriela Cerruti en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el canciller Santiago Cafiero ratificó -en declaraciones formuladas a la FM Radio Con Vos-: «Si Sergio Ramírez pide la ciudadanía argentina, se la damos. Se inicia un trámite sencillo y la Argentina está en condiciones de hacerlo».

En ese sentido, Cafiero explicó que «se trata de un trámite personal» que deben iniciar las personas en particular.

«La Argentina está en condiciones de darles la ciudadanía. El solicitante tiene que iniciar el trámite, que es muy sencillo, en la Embajada argentina», precisó el titular del Palacio San Martín.

Asimismo, indicó: «Lo hemos conversado con el presidente (Alberto Fernández) cuando vimos los sucesos de Nicaragua».

Además, recordó que la Argentina «siempre ha marcado la necesidad de que es país vuelva a respetar los derechos humanos».

Señaló, además, que fue conformada una comisión en el ámbito de Naciones Unidas «para estudiar la violación de derechos humanos» en ese país y que la Argentina «ha condenado la persecución que han sufrido muchos nicaragüenses».

El escritor Sergio Ramírez, ciudadano de Nicaragua penado con el retiro de la nacionalidad.
Foto: PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP

La situación en Nicaragua

La semana pasada, la justicia de Nicaragua retiró la nacionalidad a los escritores y exmilitantes sandinistas Sergio Ramírez y Gioconda Belli, así como a otras 92 personas, por considerarlos culpables de «traición a la patria», informó la prensa local e internacional.

La decisión fue notificada por el presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua, Ernesto Rodríguez.

Además de quitarles la nacionalidad, el juzgado ordenó que se incauten todas las propiedades a nombre de los afectados.

Ramírez, que tiene 80 años y también posee nacionalidad española, formó parte de la junta del «gobierno de reconstrucción nacional» que se creó tras el triunfo de la revolución sandinista, en 1979. El coordinador de esa junta era el actual presidente, Daniel Ortega.

Tras las elecciones de 1984, Nicaragua fue gobernada en 1985-90 por Ortega como presidente y Ramírez como vicepresidente, hasta que en los comicios siguientes ganó la opositora Violeta Barrios de Chamorro, quien también había integrado la junta revolucionaria de 1979.

En 1990-95, Ramírez fue jefe de la bancada sandinista en la Asamblea Nacional (parlamento) y en 1996 fue candidato a presidente por el Movimiento Renovador Sandinista, una escisión del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que siguió a cargo de Ortega.

En declaraciones de los últimos días, Ramírez abogó por una «transición» democrática sin «enfrentamiento sangriento» en su país, de acuerdo a una entrevista publicada en el diario español El País.

«Lo primero que yo quisiera que no se repitiera en Nicaragua es un enfrentamiento sangriento, que tuviera que darse en el país un enfrentamiento para salir de otra dictadura. Eso me horroriza», declaró Ramírez.

«Sé que quien sube al poder por medio de las armas termina siendo otra vez tirano y voy a luchar para que esto no ocurra», insistió el escritor, galardonado con el Premio Cervantes de Literatura, y defendió una «transición hacia la democracia», en la que «todos los nicaragüenses puedan participar, incluyendo los que están en el poder».

España ofreció conceder la nacionalidad a todos estos exiliados, para evitar que se vean apátridas.

En tanto, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se declaró «alarmado» por la medida nicaragüense, y Estados Unidos y Chile criticaron esas iniciativas.

Durante la entrevista con El País, Ramírez tildó la medida de «absurda» y recalcó que «la idea de que te pueden quitar el país es absurda, no tiene ningún sentido, ningún sentido legal».

No obstante, se mostró esperanzado con poder regresar a Nicaragua.

«Apenas tengo 80 años», bromeó y agregó: «Estoy seguro de que veré el cambio democrático en Nicaragua, de que volveré a mi país, me gustaría estar en esos momentos de cambio, ahí es donde yo quisiera estar y estar como escritor, no como político».