El Consejo Nacional del Partido Justicialista se pronunció este martes en apoyo al paro de 24 horas decretado por la CGT para el próximo 6 de abril. El respaldo del principal órgano ejecutivo del justicialismo se produjo durante una reunión realizada en la sede partidaria de la calle Matheu 130, barrio de Once. Para comunicar la posición del partido y transmitírsela a CGT, las autoridades del PJ recibieron a uno de los tres integrantes del triunvirato cegetista, el gremialista Carlos Acuña (trabajadores de estaciones de servicio). También se difundió un comunicado, en el que se atribuyó la medida de fuerza del 6 de abril a la decisión de “defender a los trabajadores y a la industria”.

“Vemos con mucha preocupación la pérdida de empleo tanto en el sector industrial como en el comercial. Esta medida es un llamado de atención que debe ser escuchado por el gobierno nacional, para que modifique su política y comience a cuidar a los trabajadores argentinos”, advirtieron en el documento los dirigentes del justicialismo.

El encuentro partidario, bastante representativo en su quórum, reunió en las oficinas de Matheu a más de 50 consejeros sobre un total de 78 miembros del consejo nacional. El encuentro estuvo encabezado por el diputado nacional José Luis Gioja, titular del partido. También asistieron los gobernadores Gildo Insfrán (Formosa) y Lucía Corpacci (Catamarca); el vicegobernador de Santiago del Estero, José Emilio Neder; el ex mandatario provincial de Tucumán, José Alperovich; y el ex gobernador entrerriano, Sergio Urribarri. En representación de las provincias de Mendoza y Río Negro estuvieron los presidentes del PJ de esos distritos, Omar Félix y Martín Soria. Por Jujuy se presentó el interventor partidario en esa provincia, Celso Jaque. También concurrió el jujeño Eduardo Fellner.

La cita del consejo partidario contó también con la participación de varios dirigentes sindicales: aparte de Acuña, de la convocatoria formaron parte Víctor Santa María (Suterh), Andrés Rodríguez (UPCN), Antonio Caló (UOM) y José Luis Lingeri (aguas AYSA). El comunicado del justicialismo definió al partido como “una oposición responsable y democrática”. La provincia de Buenos Aires, principal distrito electoral del país (representa casi el 40% del padrón del país), tuvo como representantes a Daniel Scioli, a la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y a su predecesor, Fernando Espinoza, titular del peronismo bonaerense. Por supuesto, también asistió uno de los apoderados históricos del peronismo a nivel nacional: el diputado y abogado Jorge Landau.

En el encuentro se realizó un análisis de la situación política, económica y partidaria “distrito por distrito”. Uno o dos portavoces por provincia expusieron las perspectivas de cada distrito en materia de política de alianzas, tanto respecto a las primarias de agosto como a las elecciones legislativas generales de octubre. En ese momento se dedicó un énfasis especial a las elecciones de gobernador en Santiago del Estero y Corrientes, que tendrán lugar este año. En Santiago se descuenta el triunfo de la fórmula Gerardo Zamora (Frente Cívico, que cuenta con el apoyo del peronismo) mientras que en Corrientes el PJ intentará destronar al radical Ricardo Colombi, con la postulación de su candidato, Carlos “Camau” Espínola.

Alrededor de la larga mesa horizontal que se pobló en Matheu se sentaron asimismo intendentes como Walter Festa (Moreno), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk (Escobar) y Gustavo Menéndez (Merlo). El hombre fuerte del Senado, el jefe del bloque Miguel Pichetto, fue también de la partida. En el foro partidario se acordó reunir al máximo órgano deliberativo del partido, el congreso del justicialismo, en los primeros días de junio: sobre ese mes se cumplirá el plazo para la inscripción de las alianzas electorales y, luego, de las listas de candidatos. “El congreso partidario se realizará antes de que termine el mes de junio. Se hará en la Capital Federal, probablemente en Obras Sanitarias”, contó Landau en diálogo con Tiempo.

En relación a la organización de los comicios, la consigna que circuló en la reunión fue la necesidad de buscar los mayores márgenes de unidad. De hecho, se acordó que en aquellas provincias donde esa unidad no pueda concretarse –se supone que serán casos excepcionales- habrá PASO. Esas primarias, sin embargo, deberán cumplir con una condición: que la primaria no debilite a los intendentes, menguando su poder en los respectivos Concejos Deliberantes.