Daniela Castro busca un espacio en la lista del Frente de Todos como precandidata a diputada provincial bonaerense. Oriunda de Mar del Plata, con residencia en Ezeiza, podría ser la primera mujer travesti trans en ocupar una banca en Argentina y en la región. Actualmente es directora provincial de Políticas de Género y Diversidad del Ministerio de Mujeres de la provincia de Buenos Aires. Militante en el Frente Patria Grande que lidera Juan Grabois, señaló en diálogo con Tiempo Argentino: “Nuestra lucha tiene que ver con cuestiones colectivas, no personales, entendiendo que venimos y formó parte de un sector de la sociedad que viene muy vapuleado, inclusive por cuestiones de las políticas personalistas, de no dejar participar”. 

Con muchas expectativas, Daniela se plantea un desafío de hacer un aporte que no solamente sea para el colectivo LGBT+ sino para la sociedad entera. A horas del cierre de listas, tiene chances de formar parte de la historia del Palacio Legislativo de calle 8 y 53 en la Ciudad de La Plata.  

-¿Pensás que tu candidatura puede llegar a despertar algún tipo de prejuicio en el electorado? 

-Creo que estamos en camino de ser una sociedad cada vez más con menos prejuicios. La actividad del DNI en el Museo del Bicentenario (en la que se dieron los primeros documentos para personas no binarias) muestra claramente que queremos abonar ese camino. Las identidades no binarias van a quedar plasmadas dentro del documento nacional de identidad. Es un avance gigantesco. Pero también entiendo que hay todavía prejuicios en muchas cuestiones y es una tarea nuestra seguir abonando ese cambio cultural que nos va a llevar en algún momento no muy lejano a terminar de romper con esos preconceptos.  

-Con respecto al lanzamiento del DNI, cómo ves a un sector que en el acto manifestó que “la identidad no es una X”, ¿Cómo sigue el trabajo en este tema? 

Todas las identidades deben ser respetadas, respetados, respetades indiscutiblemente. Lo dijo el presidente en el discurso. Es paso a paso. Cuando tuvimos el proyecto de ley de identidad de género había un sector que decía que no quería que sigan siendo varones o mujeres y que tuvieran que tener la categoría de travesti trans. Creo que haber tenido el avance de la ley de identidad de género nos va permitiendo después modificar lo que sea necesario, pero primero es necesario tener el derecho. Si nosotros logamos tener una sociedad en donde el todes prevalezca, nos corremos de las categorías. Nos va a ser mucho más fácil poder comprender y re categorizar sólo el trabajo de cada uno y cada una, la edad jubilatoria, la igualdad de género en el aporte salarial. Ese es el camino y por ahí vamos. 

-¿En qué comisiones te ves trabajando?  

-Soy una referente política y social. No me destaco por ser una activista únicamente del colectivo LGTB. Milito y lo hice siempre para los sectores más humildes de nuestra sociedad. La pobreza, los excluidos, las excluidas, trabajo para que esa situación se pueda revertir. Por decantación siempre termine trabajando por el colectivo LGTB, pero quiero ser legisladora para poder garantizar que no haya pobreza para la población en general. Para tener más viviendas en la provincia de Buenos Aires, más tierras y trabajo.  

-¿Qué opinas de las políticas de género del gobierno de Alberto Fernández? 

-Muy buenas. Son claros gestos de que necesitamos trabajar firmemente por las mujeres, disidencias, diversidades, y que hay que seguir profundizando el trabajo por las violencias que todavía vivimos en nuestro país, que son muchas. Tenemos que tratar de trabajar en esos sectores que todavía no llegamos, cada vez que tenemos una mujer o una compañera travesti trans víctima de femicidio no puede ser que lleguemos tarde, que lo que hacemos no alcance. Creo que el Estado nacional como el provincial, de la mano de Axel Kicillof, da permanentemente claros gestos de que estamos trabajando para revertir ese tipo de situación.  

-¿Cómo ves la postura de la oposición de Juntos por el Cambio? 

-El gobierno de Cambiemos, del PRO o esas derechas, claramente lo que hace es poner palos en la rueda. En este último tiempo se ve una intencionalidad de irrumpir en el proceso electoral generando cada vez más odio, mentira y abonando a la grieta. Deberíamos tener una oposición más responsable, sobre todo cuando hablamos de cuestiones que tienen que ver con la pandemia porque hablamos de vidas que fue lo que el gobierno de Kicillof, el de Alberto y Cristina protegieron. En cuanto a lo que fue la política de género en la provincia de Buenos Aires durante la gestión de María Eugenia Vidal, te lo resumo con un ejemplo. El cupo laboral travesti trans se votó en el año 2015. Fue un proyecto de ley de vanguardia en ese momento. Tristemente pocos meses después murió asesinada la compañera Diana Sacayán que promovió ese proyecto de ley y en ese tránsito de octubre del 2015 a diciembre del 2016 teníamos la llegada de Vidal, que sólo tenía que firmar esa ley, reglamentarla para garantizar que no hubiera más muerte en nuestra población. No sólo que la cajonearon por cuatro años sino que entendieron que dos días antes de abandonar el gobierno la firmaron para tirársela por la cabeza a Kicillof, para que fuera su problema, cosa que por supuesto no fue así. El gobernador no sólo la promulgó sino que exigió que se cumpliera de forma inmediata y a partir de ahí es donde asumo mi gestión para garantizar que eso fuera realidad.