La Procuración General de la Nación ya vive su tiempo post- Gils Carbó. La actual procuradora (lo será hasta fin de mes) está de licencia y su reemplazante interino, Eduardo Ezequiel Casal, firmó hoy la primera resolución trascendente. Preocupantemente trascendente. La 3544/17.

Puesto a ejercer plenamente el rol de procurador (probablemente lo detentará durante varios meses antes de que sea designado el sucesor de Gils Carbó), Casal resolvió encarar la creación de un programa para combatir al “fenómeno del extremismo violento y del terrorismo internacional”. Los considerandos de la resolución hablan de los atentados recientes en Europa y de los ataques antijudíos a la Embajada de Israel, en 1992, y la AMIA, en 1994. Pero subyace la imagen de la “Resistencia Ancestral Mapuche” (RAM) en la ligazón de oportunidad con la decisión. En ningún momento el texto habla de la RAM, es cierto. Pero es imposible separar el documento de la coyuntura.

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“La grave amenaza que el terrorismo internacional representa para la paz y la seguridad de las naciones ha sufrido un notorio incremento en los últimos años, a partir de la comisión de diversos atentados de una violencia y magnitud sin precedentes”, invoca el documento. En ese contexto, añade que “sus motivaciones, mecanismos de financiación y apoyo, métodos de ataque y selección de objetivos evolucionan de modo permanente para convertirse en una amenaza a escala mundial que exige una respuesta global”.

“Difícilmente puedan afrontarse los crecientes y variables desafíos que dominan la temática terrorista mundial, con sus constantes cambios, sin emprender un análisis integral de este fenómeno criminal”.

Para el procurador interino, “deviene indispensable lograr un diagnóstico preciso y acertado que contribuya a mejorar la capacidad de prevención y, eventual intervención de las agencias estatales pertinentes, a fin de dar respuestas de calidad a las demandas actuales de la sociedad”. Y en ese sentido, convocó a desarrollar un programa para “abordar directamente tanto las causa como las consecuencias del terrorismo internacional que, como es obvio, no comprende aquellos hechos de estricta índole local”.

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También allí se insinúa una alusión tácita al conflicto mapuche. El reclamo por los territorios atraviesa la Cordillera de Los Andes y tiene fuerte presencia en Chile. Pero además, desde estamentos oficiales del Estado argentino se mencionó, y no fue desmentido hasta ahora, que la RAM contaba con financiamiento proveniente de Gran Bretaña.

En ese contexto, Casal le encomendó al funcionario Juan Manuel Olima Espel, a cargo de la Secretaría de Coordinación Institucional, que “elabore, dentro del plazo de 90 días, un Programa” para combatir, desde la Procuración, a las nuevas formas de terrorismo internacional.