El ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, dijo este miércoles que el excanciller Héctor Timerman «se fue pidiendo solamente una cosa, justicia, y murió sin obtenerla», al asegurar que fue «blanco de la persecución de la Justicia, del Estado y de parte de los medios de comunicación», durante un homenaje realizado en el Palacio San Martín.

Ante la presencia del jefe de Gabinete, Juan Manzur; de los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, y de Economía, Martín Guzmán; del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y funcionarios y militantes de todas las extracciones del Frente de Todos, Cafiero habló de una «reparación histórica» hacia el excanciller, como parte de «un camino de reivindicación» de su figura.

«Se fue pidiendo solamente una cosa, justicia, y murió sin obtenerla», aseguró el titular del Palacio San Martín, que destacó su «entrega desinteresada» y remarcó que «trabajó con honestidad», al encabezar el acto donde anunció que el Salón Norte llevará a partir de ahora el nombre de «Héctor Timerman» y descubrió una placa en su memoria.

Cafiero también sostuvo que Timerman fue «blanco de la persecución de la Justicia, del Estado y de parte de los medios de comunicación» y recordó su trabajo en la defensa de los derechos humanos, la reivindicación de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas y la defensa de los intereses nacionales.

«Cuando la política busca desquitarse, el Estado de Derecho se convierte en un Estado policial», sostuvo el canciller, recordando la causa del Memorándum con Irán en la que Timerman había sido acusado por la Justicia, que tras su muerte terminó fallando por su inocencia.

En su discurso lo elogió también porque «nunca sobreactuó su innegable situación de víctima», en medio de la requisitoria judicial y atravesado por el cáncer que finalmente terminó con su vida.

«Al final la Justicia desmintió la infamia. Llegó tarde», consideró Cafiero, quien concluyó: «Con este acto, el Poder Ejecutivo busca reparar la injusticia que sufrió nuestro canciller».

Los otros oradores fueron la abogada de Timerman, hoy directora general de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort; el actual embajador en Rusia y quien fue su vicecanciller, Eduardo Zuain, y su hermano Javier Timerman.

«Me enseñó la importancia estratégica de tener una Cancillería que tenga como eje central los intereses de la Argentina y los argentinos», lo recordó Peñafort.

Para la abogada, el exfuncionario de Cristina Kirchner fue víctima de «una persecución bárbara, cruel e inhumana». Y añadió que el mejor homenaje que puede hacerse en su memoria es «pelear para cambiar este sistema judicial que es capaz de llevar a gente a morirse: Lo empujó a Héctor Timerman hasta la muerte», afirmó la letrada.

Zuain -en videoconferencia desde Rusia- lo llamó un «canciller patriota». Y aseguró que «no hay una sola Nación que haya podido alcanzar el bienestar y el desarrollo de su pueblo a través de la sumisión».

Su hermano relató su viaje a Estados Unidos para tratar su enfermedad en medio de las requisitorias judiciales: «Si alguien dio la vida por la Patria, creo que fue mi hermano», aseguró.

Al finalizar los emotivos discursos, que trazaron una semblanza de su vida personal y su tarea, los oradores descubrieron una placa en su honor.

«Salón Canciller Héctor Timerman. En homenaje a la lealtad, el compromiso y entrega desinteresada a la Patria de quien fuera canciller de la Nación Junio 2010-Diciembre 2015», dice la placa que quedará colocada en el Salón Norte del Palacio San Martín.

Al concluir el homenaje, y en diálogo con la prensa, también Manzur y Kicillof recordaron al excanciller.

«Fue un hombre intachable, íntegro que hasta el final. Lo único que buscó fue que se sepa la verdad, y justicia, y así lo demostró», dijo Manzur.

Para Kicillof es importante «seguir con su obra en lo que hace a la unidad latinoamericana, la arquitectura financiera internacional, la soberanía, la cuestión Malvinas, todos temas en los que nos deja un legado».

También Hebe de Bonafini, titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, hizo llegar su mensaje a través de sus redes sociales porque no pudo estar presente. «Nunca olvidaré que en mi primer viaje a Estados Unidos, en la primera fila, escuchándome, estabas vos», escribió.

«Mi emoción de hoy es igual a la de aquel día. Mientras, y hasta que nos encontremos, esperame en alguna estrella, como siempre, mirándome dulcemente», publicó Bonafini.

Timerman murió en la madrugada del 30 de diciembre de 2018, a los 65 años, cuando se encontraba procesado en la causa por el Memorándum con Irán, que había sido firmado por el Gobierno de Cristina Kirchner para buscar en conjunto con la nación persa el esclarecimiento del atentado contra la AMIA, perpetrado en 1994.

Durante su gestión como canciller fueron destacables sus esfuerzos para brindarle mayor visibilidad y jerarquía a la política de derechos humanos de la Argentina con acciones tales como la de establecer en 2011 un Relator Especial para la Promoción de la Verdad, la Justicia y la Reparación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Y en el seno de la OEA negoció y logró la aprobación en 2015 de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos de las Personas Mayores.

De igual manera, realizó importantes gestiones con sus pares de Chile, Brasil y Uruguay que llevaron a la firma de Acuerdos para Intercambios de Archivos sobre Violaciones a los Derechos Humanos, consolidando de esta manera una política de cooperación con otros países para el esclarecimiento de delitos de lesa humanidad.