“¿Por qué no llaman a la policía para que se lo lleven preso a Freiler desde acá?”. El consejero de la Magistratura Rodolfo Tahilhade bramaba de furia desde su banca ante la consumación de una maniobra en la que participaron el gobierno de Cambiemos y el Poder Judicial para suspender al camarista federal Eduardo Freiler.

Durante las últimas semanas, la justicia en lo Contencioso Administrativo Federal (en primera instancia y en Cámara) determinó que el senador por el FPV Ruperto Godoy no podía ser consejero porque no es abogado. Godoy representa al Senado, y para ser senador no es necesario ser abogado. Sin embargo, dos fallos judiciales lo inhabilitaron para ejercer esa función.

Sin Godoy, el Consejo quedaba integrado por 12 miembros, y para suspender a un juez es necesario dos tercios de los presentes, es decir ocho.

Pero Godoy ya tenía reemplazante: el senador chubutense Mario Pais, quien esperaba (y tenía acordado) jurar a las 9 de la mañana para participar una hora más tarde del plenario del Consejo y restablecer los 13 miembros y la necesidad de nueve votos para suspender a un juez.

En el Consejo arreciaron desde la mañana versiones que indicaban que desde el Poder Ejecutivo se habían comunicado anoche con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, pidiéndole que no le tomara juramento a Pais. De hecho, la sesión del Consejo se inició sin que Pais hubiera jurado, pese a que ya estaba designado. Pero no obstante, Godoy dijo haber recibido de Lorenzetti una suerte de aval para seguir siendo consejero pues las sentencias que lo despojaban del cargo no estaban firmes.

Godoy fue al plenario, se sentó en su banca pero a la hora de votar, la presidenta del Consejo, Adriana Donato, le prohibió votar.

El representante del Poder Ejecutivo, Juan Bautista Mahiques, había pedido la alteración del “orden del día”, para que el tema Freiles, que estaba en el número diez, se tratara en primer término, para evitar que Pais jurara y se presentara.

El diputado Tailhade disparó contra todo lo que se movía: llamó “consejero trucho” al diputado del PRO Pablo Tonelli, lo calificó como “Papá Noel, porque entró el 24 de diciembre por la chimenea” y le recordó que ejercía una representación que no le correspondía porque esa banca era del FPV. Se peleó con Donato –quien apeló a muecas que parecieron “sobrar” al legislador- y le advirtió: “no me tome el pelo, que no estamos para joditas. Se están llevando puesta la república”. Y la encuadró: “usted es una ladera de Angelici”.

La diputada del FPV Virginia García les advirtió a los consejeros jueces y también a los de los demás estamentos: “van a ir por cada uno de ustedes cuando dejen de ser funcionales. Flaco favor le están haciendo al pueblo”. Y la jueza Gabriela Vázquez anunció su deseo de “evitar el linchamiento de un juez por este Consejo de la Magistratura”.

“La suspensión de Freiler va a ser nula si no vota el consejero Godoy”, alertó. Godoy no votó. La suspensión de Freiler ya se concretó y, como consecuencia directa, desde hoy no puede firmar ningún fallo más, por lo menos por seis meses. Los responsables de esa escandalosa decisión fueron Donato; los jueces Luis María Cabral y Germán Moldes; el representante del gobierno, Mahiques, y los legisladores de Cambiemos Tonelli, Angel Rozas, Miguel Piedecasas y Gustavo Valdés.