“Lo que pasó fue cierto”, aseguró la docente Corina de Bonis, luego de que la justicia bonaerense la llamara a indagatoria para el próximo 2 de mayo por falso testimonio. La maestra del Centro de Educación Complementaria (CEC) 801 de Moreno denunció hace siete meses, cuando la localidad estaba conmocionada por la muerte de los dos docentes en la explosión de una escuela, que fue secuestrada por desconocidos que le pusieron una bolsa en la cabeza, la obligaron a subir a un vehículo,  la golpearon y le escribieron con un punzón sobre el abdomen: “Ollas no”.

Luego de que se conociera la decisión del fiscal de la UFI N°1 de delitos complejos, Leandro Ventrichelli , de citar a indagatoria a De Bonis por la acusación de falso testimonio, la maestra ratificó lo que denunció el 12 de septiembre pasado.  “Lo que pasó fue cierto. Me golpearon, me pusieron una bolsa en la cabeza, me subieron y me amenazaron. Me dijeron que la próxima era en serio”, aseguró en declaraciones a Radio Con Vos.

Para citarla, los fiscales Emiliano Buscaglia –de la UFI 5- y Ventricelli descartaron que haya sido interceptada en la calle. Se basaron en las filmaciones de cámaras de seguridad de la esquina de Tablada y Lugones, donde De Bonis denunció que fue secuestrada, en las que no aparecen imágenes del episodio. También en declaraciones de testigos individualizados por la DDI de Moreno-General Rodríguez en esos videos, y de una pericia de la Policía Federal que indica la ausencia de marcas de defensa en el cuerpo de la docente.

De Bonis ratificó su versión de lo que ocurrió. “Sería una loca si me hiciera esto. A mí me lo hicieron. La amenaza fue concreta: ‘La próxima va en serio’ y fue cuando me arrojaron del auto», dijo.  Además, dijo que había un testigo que ratificaba su versión pero que luego cambió sus dichos. Y negó que fuera kirchnerista o que se hubiera prestado a una operación política.

Cuando De Bonis denunció el secuestro, la comunidad educativa de Moreno estaba convulsionada por la explosión de la Escuela N°49 por una fuga de gas en la que murieron la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez. Por ese hecho ocurrido el 4 de agosto, los docentes insistieron en incorporar el reclamo de Escuelas Seguras en las paritarias y que tuvo que ser incorporado por la gobernadora María Eugenia Vidal.

En septiembre del año pasado las escuelas del distrito del oeste del GBA estaban sin clases, pero los docentes realizaban ollas populares para dar de comer a los alumnos. Por eso y por el mensaje que De Bonis denunció que fue grabado con un punzón en su cuerpo,  las sospechas apuntaron al Consejo Escolar de Moreno, intervenido por el gobierno provincial, encargado del manejo del Sistema Alimentario Escolar (SAE).