Los peronismos del Frente de Todos celebraron el Día de la Lealtad en camas separadas. Mientras Alberto Fernández presentaba el nuevo tramo de la autopista Ezeiza – Cañuelas junto a Sergio Massa y Axel Kicillof, la CGT, sin Pablo Moyano, lanzaba en Obras Sanitarias el Movimiento Nacional Sindical Peronista, un espacio pensado para disputar lugares en las listas el próximo año electoral. En la otra punta de la Ciudad de Buenos Aires, Máximo Kirchner, las dos CTA e intendentes bonaerenses marcaron su lado de la cancha en Plaza de Mayo. Y tomaron distancia de los espacios que utilizaron el 17 de octubre como plataforma electoral.

El Movimiento Evita, por su parte, optó por un «cabildo abierto» en el estadio Laferrere de La Matanza. El espacio comandado por Emilio Pérsico y Fernando ‘Chino’ Navarro compartió escenario con dirigentes de Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y otros movimientos sociales . En sus discursos los oradores se abrazaron a los reclamos de mejoras concretas para los trabajadores y exigieron que la convocatoria para las listas electorales sean más amplias. “No hay lugar para que tres o cuatro dirigentes decidan la vida política de un partido en una pieza cerrada con una lapicera”, remarcó Navarro.

Tras los dichos de sus jefes políticos, Lucila De Ponti, diputada provincial por Santa Fe e integrante del Movimiento Evita, habló con Tiempo y analizó el rompecabezas frentetodista.

-¿Qué balance hace de este 17 de octubre?

-Esta es una fecha importante para los y las peronistas en general porque buscamos construir hechos políticos de celebración que puedan expresar unidad, algo que este año no se pudo. Esto, evidentemente, manifiesta discusiones al interior del Frente de Todos, pero lo entiendo como algo fundamental para que las distintas posiciones puedan atravesar un debate que sea fructífero. Estos intercambios nos permiten enriquecernos con las distintas miradas y, sobre todo, encontrar un camino para responder de la manera más legítima a la agenda de urgencias y necesidades que vive hoy nuestro pueblo. Esto último debe ser el objetivo fundamental, tanto de los gobiernos como del peronismo como proyecto político.

-El Movimiento Evita supo ser aliado del presidente, ¿qué cambió en las últimas semanas para que Emilio Pérsico decida apuntar contra el gobierno?

-El Movimiento Evita, al igual que la mayoría de los movimientos sociales en Argentina en 2019, tenía una expectativa muy grande de que el gobierno del Frente de Todos pudiese abordar y apropiarse de una agenda de reformas estructurales para garantizar derechos para el conjunto de los trabajadores, lo que entendemos como una cuestión central. Si bien en algunas cuestiones se pudo avanzar, lo que realmente vemos es que esta agenda se ha dejado de lado. Las únicas respuestas que, hasta ahora, está dando el gobierno para los sectores populares son un bono o una asignación. Son parches que van corriendo la pelota, pero no resuelven la cuestión de fondo. Con la dinámica inflacionaria un bono se diluye en poco tiempo y no garantiza mejores condiciones para quienes lo reciben. Las críticas que sostenemos se basan en que no queremos seguir reproduciendo políticas que nunca fueron eficientes para resolver el problema más importante que tiene el país. Hace 25 años que no podemos descender el índice de 20% de la pobreza. Si nosotros no nos hacemos cargo de cumplir con estas demandas, está claro que nadie lo va a hacer.

En el acto bonaerense, el Evita sostuvo que no hay lugar para decisiones tomadas por unos pocos, ¿cuál es la posición del espacio frente al posible levantamiento de las primarias?

-Nuestro espacio define y fortalece la estrategia de participación política mediante la herramienta de las PASO. Utilizamos esto para poder ocupar lugares de representación, sobre todo cuando en el marco de la negociación no logramos tener los espacios que nos permitan institucionalizar las demandas. Defendemos estas elecciones porque creemos que es una forma de enriquecer la política y, sobre todo, de democratizar las decisiones de los partidos.

-Teniendo en cuenta que la oposición está en carrera presidencial, ¿por qué considera que el peronismo no está logrando levantar la bandera de la unidad?

-Para alcanzar la unidad y la fortaleza que necesitamos hay que dejar de lado las discusiones vinculadas a las internas. Es necesario poner en el centro las demandas que la sociedad nos está gritando. El FdT tiene que ocuparse en pensar qué políticas públicas se deben tomar para disminuir la pobreza, los índices de inflación y achicar la brecha entre ingresos y el costo de vida. Y no centrarse en estos debates que sólo le importan a los políticos. Si nosotros, como referentes políticos, tuviéramos la capacidad de poner toda nuestra acción y práctica en resolver esas demandas, sería mucho más fácil ordenar un proyecto de unidad. Y estas discusiones, que tienen que ver con cuestiones de la política y sus estructuras, quedarían a un costado.