Con el voto de 54 de 60 legisladores en una sesión especial de la Legislatura porteña, María Rosa Muiños fue electa para estar al frente de la Defensoría del Pueblo porteña por los próximos dos años. “Toda construcción es colectiva. Tengo la esperanza de representar a todos los ciudadanos y ciudadanas que crean, sientan o vean vulnerados sus derechos”, dijo luego de la designación. 

Para su postulación, la dirigente recibió el apoyo de más de 250 organismos de derechos humanos, instituciones, asociaciones civiles, sindicatos, cooperativas, fundaciones, federaciones, grupos comunitarios, centros de jubilados, clubes de barrio, importantes personalidades del ámbito social, académico, jurídico, cultural y religioso a nivel local, nacional e internacional; y los dos últimos defensores del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini y Alejandro Amor.

Como dicta la Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo porteña (Ley N° 3), luego del período de presentación de adhesiones ante la Junta de Ética de la Legislatura, las postulaciones debían ser avaladas por al menos un legislador. En el caso de Muiños, su candidatura fue respaldada por 16 legisladores. Fue la primera vez que un bloque parlamentario completo certifica una postulación a la Defensoría del Pueblo. 

Además, la Defensora del Pueblo electa se comprometió a “seguir trabajando con el mismo espíritu de siempre en pos del bien común de todos los porteños, las porteñas y de quienes viven y transitan por esta ciudad. La Defensoría es un organismo de control que tiene una íntima relación con la Legislatura y espero poder reforzar esa relación”.

“Es un honor sentirme acompañada por Estela de Carlotto y Taty Almeida, dos inmensas mujeres que hace tantos años vienen trabajando por los derechos humanos, por la memoria, la verdad y la justicia”, dijo Muiños, quien fue legisladora durante dos mandatos. Ahora volverá a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad donde ya estuvo en 2004 como Consultora del Banco Interamericano de Desarrollo.