Tras una semana de extrema tensión, el último viernes concluyó la séptima marcha por la Soberanía, una convocatoria anual a Lago Escondido organizada por la Fundación Interactiva para la Cultura del Agua (FIPCA), que reclama la apertura del camino de Tacuifí hasta el territorio ocupado por el magnate Joe Lewis.

La movilización se finalizó una vez que las entidades que organizaron la convocatoria y el gobierno provincial de Río Negro negociaran el traslado de los 60 manifestantes que aún se encontraban acampando en la montaña, a pocos metros de donde se encuentra la estancia del empresario. Según informaron desde la propia organización, todas las personas se encuentran en óptimo estado de salud, incluso el Padre Francisco Paco Olveira y el excombatiente de Malvinas, Gustavo Bellido, quienes habían iniciado una huelga de hambre para solicitar que la patota de Lewis permitiera a los autoconvocados trasladarse por el camino cercado.

Según informaron los propios organizadores antes de concretar el acuerdo, los manifestantes que aún se encontraban en las cercanías de la estancia fueron hostigados por la gente de Lewis, quienes mantuvieron música a muy alto volumen durante todo el día sólo con el fin de molestarlos. “Fue una tortura psicológica”, definió Olveira.

La resolución fue informada a última hora del viernes por el titular de FIPCA, Julio César Urien, quien celebró la masividad mediática que tomó el caso y manifestó que esta movilización cumplió con el objetivo de “visibilizar esta gran problemática” que aqueja a todo el país, y no sólo a los habitantes de Río Negro.

A pesar de que estas movilizaciones nunca son bienvenidas en el entorno del británico, esta vez la situación se desmadró. El pasado miércoles ocho personas fueron atacadas por un grupo parapolicial que responde a Lewis. Entre los manifestantes se encontraban el legislador del Parlasur Gastón Harispe, la referente nacional del MST Celeste Fierro y el exconcejal de Quilmes Gabriel Berrospe, quienes fueron golpeados por un grupo de campesinos cercanos al magnate extranjero. Esta situación motivó el repudio de numerosas organizaciones sociales y políticas y la presentación de un proyecto para repudiar “la represión por parte de la patota de Lewis” por parte de los diputados nacionales del Frente de Izquierda Unidad.

La represión en Lago Escondido.
Foto: Télam

Ante los ataques que sufrieron los manifestantes, Rubén Ciuró, secretario de Derechos Humanos de la FETIA y participante de la movilización en el sur argentino, sostuvo que “las agresiones están documentadas y denunciadas pero, como parte del Poder Judicial y político responde a Lewis en lugar de garantizar nuestras leyes y defender nuestra soberanía, resultará difícil que se condene a los agresores.”

Tras el ataque que sufrió, Fierro habló con este diario y, además de confirmar que se encuentra estable tras recibir un fuerte golpe en la cabeza, sostuvo: “es necesario que estas movilizaciones puedan realizarse más de una vez al año, porque la soberanía de este lugar debe reclamarse siempre. Por eso, con los compañeros planteamos la necesidad de comenzar a trabajar en la región y articular con organizaciones locales para que más personas puedan sumarse. Estamos en tratativas de organizar una octava marcha, pero sin esperar al enero próximo.”

En la misma línea, Jorge “Tano” Pisani, dirigente de Metrodelegados, fue entrevistado en el programa Te aviso con Tiempo en AM 530, y sostuvo: «después de esta séptima marcha va a haber más reclamos en Lago Escondido porque la gente está concientizada de lo que está pasando. Tanto la comisión patriótica como el pueblo argentino van a presionar para que se pueda acceder a este lago tan bello que hoy está capturado por este tipo.”

Heridos en la represión de los «gauchos».
Foto: Alejandra Bartoliche / Télam

De estas pacíficas movilizaciones, que se extendieron a lo largo de una semana, participaron además las dos CTA, ATE, la Federación Gráfica Bonaerense, La Cámpora, la CGT regional Zona Norte, el Movimiento Socialista de los Trabajadores y el Movimiento Octubres.

Sumándose a la alegría por la masividad que tuvo este nuevo encuentro, Ciuró sostuvo: «Agradecemos a todas las organizaciones participantes y también al pueblo argentino por su lucha por apoyar la soberanía nacional y recuperando el sentimiento patriótico. Las Malvinas son argentinas y el Lago Escondido también», concluyó. «