Tras su aprobación en el Senado, comienza un nuevo capítulo parlamentario para el proyecto de Reforma Judicial enviado por el Gobierno Nacional. En la Cámara de Diputados el texto iniciará su recorrido con el debate en la Comisión de Justicia. La preside el diputado del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires, Rodolfo Tailhade. Es uno de los principales protagonistas de las investigaciones y denuncias sobre espionaje ilegal y persecución política durante el ciclo Macri.

Tailhade se mostró optimista frente al tratamiento que tendrá la Reforma Judicial en la Cámara que preside Sergio Massa. Esto, a pesar de que el oficialismo no cuenta con la mayoría parlamentaria que sí tiene en el Senado.

“Me imagino que vamos a escuchar a distintos sectores que quieran opinar. Se abrirá de vuelta la discusión y por supuesto una instancia de negociación con los espacios políticos a los que siempre hemos recurrido”, le dijo Tailhade a Tiempo Argentino.

-Luego de la aclaración que hizo Cristina, ¿se puede hablar de reforma o no?

-Mi calificación es que esto es la puerta que se abre para iniciar un proceso de reforma. Cristina tiene razón en una serie de cuestiones. La justicia argentina no funciona mal porque faltan juzgados o porque sobran o están mal distribuidos en el país. Eso es un problema. Pero no funciona mal por eso sino por otro montón de razones que no son abordadas en este proyecto. Funciona mal porque hay una cultura institucional, sobre todo de los magistrados, de trabajar poco, que trabajen los empleados, de trabajar en papel, de tener una lógica ausente en el sentido de que los jueces no tienen contacto con las partes, con la víctima, el imputado, los testigos. Son todas audiencias que hoy se toman por escrito ante un trabajador y no un magistrado como dice la ley. Nosotros tenemos un sistema de concursos que esta direccionado a consolidar la familia judicial. Creo que lo que más le interesa a la sociedad es que la justicia responda rápido y que tenga respuestas en tiempo y forma. Esas reformas se logran, por ejemplo, en materia penal, poniendo en funcionamiento el código acusatorio. Esta ley sí es importante porque sienta las bases para una reorganización más racional de la justicia federal. 

-¿Cree que dentro del interbloque de Juntos por el Cambio se puede negociar con algún sector?

-Están en una posición de mucha intransigencia, prácticamente un chantaje, pero me parece que todavía hay distintos sectores de la oposición con los que se puede conversar y avanzar en la negociación. Soy optimista con respecto al resultado y al contenido del debate. Al final del día, la oposición que termina imponiéndose siempre es la del extremismo: (Patricia) Bullrich y Macri. Pero, por ejemplo, si bien votó en contra del proyecto, el senador Martín Lousteau planteó que está de acuerdo en modificar el carácter vitalicio del Procurador General de la Nación y ponerle un plazo. La cuestión del Procurador no está en el proyecto de ley que vamos a debatir, pero me parece que esa es una posición de apertura en relación con todas las reformas que hay que abordar. En Juntos por el Cambio hay un sector que no ve mal por lo menos ponerse a debatir. No sé si verán bien la iniciativa o sus alcances, pero hay algunas posiciones que tienen que ver con negociar. Lo veo con Emiliano Yacobitti en algunos ámbitos, y con Cristian Ritondo tengo relación en la Bicameral de Inteligencia. Veo que se siente cómodo en una instancia de diálogo con Sergio Massa, con Máximo Kirchner, que son quienes manejan esas negociaciones.

-Suponiendo que se apruebe el proyecto, ¿cree que la justicia se va a resistir y que, como lo ha hecho con otras leyes, trabará la aplicación?

-Por supuesto que se van a resistir. Pero me parece que los sectores recalcitrantes del Poder Judicial, que son los que generalmente han tenido la conducción de los magistrados y la asociación de fiscales, tienen cada vez menos incidencia. Veo debilitados a esos sectores que son los que históricamente manejaron el Poder Judicial. Podrán patalear. Seguramente se van a pintar la cara, pero para una batalla de esta característica necesariamente tienen que tener el acompañamiento de todo el Poder Judicial. Estas reformas no se detienen si no es con cautelares y la verdad que no veo que haya muchas intenciones de parte de los jueces que tienen que resolver estos temas de impedir el avance. Me parece que es una batalla perdida para los que intenten judicializar la ley.

-El viernes ingresó formalmente a la Cámara de Diputados el proyecto de aporte extraordinario solidario (impuesto a las grandes fortunas). ¿Cómo espera que sea el tratamiento?

-Es un proyecto que viene a darle un poco de equilibrio a una sociedad que Macri desquició en términos económicos y sociales durante cuatro años, donde le dio más poder a los poderosos. En un momento como el que estamos viviendo para hacer frente a distintas demandas que tiene la sociedad es fundamental este aporte. Va a ser un punto de encuentro