El procesamiento que el juez federal Ariel Lijo dictó por encubrimiento agravado contra el ex titular de la AFI y ex secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, está basado en una denuncia presentada por Graciela Ocaña que originalmente se inició contra el senador bonaerense Sergio Berni. En la entrevista con Tiempo, Parrilli habló sobre la causa 481/2016 y, al ser consultado por el procesamiento dictado el 6 de febrero último, exhibió una nota oficial expedida por la propia AFI el 2 de febrero de 2016, ya durante la gestión de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. La nota fue remitida al juzgado federal nº 4, donde tramita la causa por encubrimiento en la búsqueda del paradero de Ibar Pérez Corradi. La firma José Padilla, director de Asuntos Judiciales de la agencia de inteligencia que comanda la dupla Arribas/Majdalani. Ese documento, del cual facilitó una copia a Tiempo –en la causa ya no hay secreto de sumario- tiene una importancia clave para Parrilli.

La nota enviada por Padilla a Comodoro Py el 2 de febrero de 2016 deja constancia –lo dice el propio Padilla- que las acciones de investigación e inteligencia llevadas adelante por los agentes de la AFI para localizar el paradero de Pérez Corradi todavía no habían resultado exitosas. “A la fecha (por el 2 de febrero), dichas tareas (el documento se refiere a las tareas de investigación de redes sociales, entrecruzamiento de llamados y recolección de información, NdR) arrojaron resultado negativo en relación a dar con el paradero del prófugo Ibar Esteban Pérez Corradi, ello sin perjuicio de continuar con las labores y esfuerzos para dar con el paradero del nombrado”, dice textualmente el cuarto párrafo de la nota con membrete de la AFI (ver facsímil).

En la resolución del lunes 6 de febrero pasado, en la que dictó el procesamiento sin prisión preventiva de Parrilli, el juez Lijo acusó al ex titular de la AFI de ‘cajonear’ un informe sobre el paradero de Pérez Corradi que habían realizado dos agentes de la Dirección de Contrainteligencia del organismo. Parrilli les había encomendado la tarea el 3 de septiembre de 2015. Lijo aseguró que, según los elementos probatorios que obran en la causa, aquel informe de inteligencia fue concluido el 13 de noviembre de 2015. “Desde el 19 de noviembre de 2015 esos informes se encontraban en condiciones de ser remitidos al Ministerio Público Fiscal, pero ello no sucedió hasta el 21 de enero de 2016”, concluyó Lijo.
Parrilli asegura que la labor de los dos agentes de Contrainteligencia no estaba terminada, que se trataba de “un informe sobre Facebook” y que él dio la orden de profundizar el trabajo consultando también a la Dirección de Ciberseguridad. “Les dije que sigan investigando porque yo no iba a mandar un informe sin certezas. Les pedí que chequeen todo. Que relacionen el IP (de la computadora) con el domicilio que había informado el testigo de identidad reservada”, declaró Parrilli. Lijo consideró, por el contrario, que retrasar la entrega del informe obstaculizó la ubicación del paradero. La hipótesis de que el informe de inteligencia ya estaba listo, que fue demorado ex profeso y que su contenido habría permitido detener a Pérez Corradi varios meses antes –que es la que esgrime Lijo- asoma contradictoria con el contenido de la nota de la AFI que firma Padilla el 2 de febrero. Si la investigación de Contrainteligencia había dado “resultado negativo” el 2 de febrero, se supone que dos meses y 15 días antes también se encontraba inconcluso y en proceso de realización.

Llega CFK

La ex presidenta vuelve a Buenos Aires tras dos meses sin viajar desde su provincia. La semana pasada, Cristina suspendió un viaje de vacaciones a Croacia, junto a su hija Florencia. Prepara un acto con intendentes para los próximos días.