El presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, reivindicó este lunes el «legado» del expresidente Rául Alfonsín, rechazó que el radicalismo sea llevado por el «camino de la negación de la dictadura» y aseguró que nadie «nos manda ahora», tras la crisis que se desató en Juntos por el Cambio luego de que el expresidente Mauricio Macri decidiera apoyar al libertario Javier Milei.

Así lo manifestó durante un acto que se celebró cerca de las 19 en la Plaza Estado del Vaticano, situada en el cruce de las calles Cerrito y Viamonte, a un lado del Teatro Colón, en el centro porteño, para celebrar el 40 aniversario del triunfo electoral que consagró a Alfonsín presidente.

La conmemoración tuvo sus réplicas en plazas de todo el país para celebrar el triunfo, un 30 de octubre de 1983, del radicalismo con más del 52% de los votos sobre el candidato del Partido Justicialista (PJ), Ítalo Luder, en las primeras elecciones tras el período de dictadura cívico militar que comenzó en 1976.

El gobernador de Jujuy valoró el «legado» del Alfonsín porque «tomó decisiones muy importantes», y a 40 años de democracia, reclamó que «deberíamos haber madurado en distintos sentidos, en especial de tolerancia».

En diálogo con la prensa, destacó que la victoria del alfonsinismo permitió «salir de la noche más oscura que vivió la República, sentar a los genocidas en el banquillo de los acusados, terminar con la Ley de Autoamnistía y sentar las bases fundantes de una nueva democracia que ha tenido muchos logros para la República Argentina y que tiene muchas deudas pendientes».

En cuanto al balotaje donde competirán el candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, y el postulante de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, Morales reiteró que se trata de «dos opciones que no compartimos».

Y el líder de la UCR llamó a «hacer lo correcto» y remarcó que el radicalismo debe ser «un partido de la oposición».

«La decisión de un par de dirigentes está rompiendo (Juntos por el Cambio) y nos quieren llevar a otra peor opción como es Javier Milei», advirtió respecto de la posición que tomaron el expresidente Mauricio Macri y la excandidata presidencial, Patricia Bullrich a favor de Milei.

Para Morales, un sector de Juntos por el Cambio (JxC) quiere llevar al radicalismo por «el camino del fundamentalismo, de la locura, del salto al vacío».

«Hoy el fundamentalismo se está disfrazando de libertario. No nos van a llevar por el camino de la negación de la dictadura, de la negación del Holocausto, de la venta de órganos, de la privatización de la salud, de la destrucción del Banco Central», enfatizó.

Exhortó a «reconfigurar la política opositora» y sentenció: «No tenemos nada que ver con Mauricio Macri».

«Qué nos dicen, qué responsabilidad nos quieren asignar a nosotros de lo que ha pasado en 2019», continuó mientras el público respondió con el cántico: «Mauricio Macri, la puta que te parió».

Morales llamó a los militantes radicales a «formar parte de esa gran oposición» y pidió «rediscutir el rol de una oposición responsable».

«Necesitamos de un partido que se renueve. Tenemos cuatro años para trabajar incansablemente, desde el rol de oposición. No nos corre nadie, nadie nos manda ahora. Solo manda la UCR, el destino de la UCR», celebró.

Y completó: «Los que se creen dueños de JxC, o creen que JxC es una empresa, le decimos que no. Basta, se terminó».

Otro de los oradores, el senador Martín Lousteau llamó a «celebrar la democracia» y advirtió por quienes «se tientan con avasallar las instituciones con la excusa de que quieren modificar el status quo».

Y contrastó con la figura de Alfonsín: «Es el ejemplo más cabal de que se pueden usar las instituciones para modificar el status quo».

También acusó a aquellos que «usufructúan la democracia» pero paradójicamente la «castigan».

«Hay muchas cosas que parece que no están en riesgo y a veces empiezan corrientes que las ponen en estado de fragilidad», agregó y apuntó contra la «insatisfacción» que generan las democracias actuales.

Y sobre aquellos que tildan de «tibio» a quienes no apoyan ni a Massa ni a Milei, recriminó: «Tibio es renegar de todas las convicciones que uno tiene para ir corriendo detrás de alguien que uno anduvo criticando durante la campaña».

Además, consideró que la postura de la UCR es «la posición más difícil» y señaló que desde la fuerza que pierda «seguramente van a señalar a los que somos neutrales porque no nos gustan ninguno de los dos».

«Rechazamos cualquiera de los dos peligros que ya conocimos a lo largo de la historia argentina: la tentación de hegemonía y la deriva autoritaria», sostuvo.

Durante el acto también hablaron la presidenta de la UCR Capital, Mariela Coletta, y el exdiputado Marcelo Stubrin.

Además estuvieron la diputada nacional Carla Carrizo; el diputado provincial de Propuesta Republicana (PRO), Daniel Lipovetzky; los integrantes de Generación para un Encuentro Nacional (GEN), Sergio Abrevaya y Margarita Stolbizer; el dirigente radical Enrique ‘Coti’ Nosiglia; el expresidente de Boca, Daniel ‘Tano’ Angelici; y el exvocero de Alfonsín durante su presidencia, José Ignacio López, entre otros.

En diálogo con Télam, Lipovetzky adelantó que en el balotaje votará «en blanco» pero que «respeta que cada uno tome la posición que más le guste».

«Lo que hay que hacer en este marco del balotaje es optar, no militar, porque nosotros no somos de la Libertad Avanza, somos de Juntos por el Cambio. Por lo tanto, cada uno puede expresar su opinión, pero la militancia es otra cosa», reprochó.

En declaraciones a esta agencia, el exvocero presidencial durante la gestión de Alfonsín, José Ignacio López, llamó a celebrar los «40 años de democracia ininterrumpida», pero exhortó a los dirigentes «cargar con las deudas de esta democracia».

En el acto hubo banderas de la UCR, de El Illia (UCR), de Evolución Radical, de la Juventud Radical y El Yrigoyen.

Muchos de los presentes llevaban pegadas en sus remeras la calcomanía ‘RA (iniciales de Alfonsín) 40 años’, como las que se habían repartido en la histórica campaña electoral de 1983.

En el inicio del acto, que fue presentado por el locutor Fernando Bravo, se cantó el Himno Nacional Argentino, después se escuchó el cántico «Alfonsín, Alfonsín, Alfonsín» mientras banderitas celestes y blancas, que habían repartido los organizadores, se sacudían por el aire.