El resulto de la octava revisión del acuerdo con el equipo técnico del FMI concluyó con la recomendación del desembolso pautado para los próximos días. Se trata de poco más de U$S 790 millones que forman parte de los fondos que el organismo gira al país con el propósito de que, a su vez, el gobierno cancele las cuotas de la deuda que mantiene con el organismo a partir del préstamo de U$S 44 mil millones pautado con el gobierno de Maurciio Macri en 2018.

Los términos del nuevo acuerdo sellado en febrero de 2021 por el entonces ministro de Economía Martín Guzmán implica un nuevo crédito por el mismo monto cuyos desembolsos se producen en forma coordinada con el vencimiento de las cuotas del anterior. La ingeniería deja aquellos giros sujetos al cumplimiento de las metas y la aceptación de revisiones trimestrales por técnicos del organismo que, de no aprobar el desembolso, ponen al país automáticamente al borde del default.

El lunes 13 de mayo los equipos técnicos del organismo dieron aval a un nuevo desembolso, el octavo. El mismo, como siempre, va acompañado de un diagnóstico sobre el rumbo de la economía, los pronósticos del organismo acerca del cumplimiento de los objetivos e incluso algunas recomendaciones.

Más ajuste del esperado

En este caso el diagnóstico destaca un sobre cumplimiento de las metas de reducción del déficit fiscal, de acumulación de reservas y de reducción de la emisión monetaria que constituyen los tres ejes del acuerdo que tiene como propósito garantizar la disponibilidad de divisas para cancelar la deuda con el propio FMI, el principal acreedor.

A la vez el texto que se dio a conocer alerta sobre el impacto social del ajuste que, sostiene, debería redireccionarse hacia sectores de menor vulnerabilidad.

No hay plata

Solapadamente el texto rechaza el pedido de más fondos que, en boca del ministro de Economía Luis Caputo el gobierno formuló al organismo. El titular del Palacio de Hacienda aseguró que, para avanzar en el levantamiento del cepo sobre el mercado cambiario, hacen falta unos u$S 10 mil millones. El Fondo, sin embargo, aseguró que están dadas las condiciones para avanzar en el “acceso a desembolsos acordes con el programa”. Ni un dólar más.

Por último, del texto difundido se desprende que el organismo asume que el plan de dolarización esbozado por el gobierno durante su campaña electoral no llegará a buen puerto. En su reemplazo asegura que están dadas las condiciones para avanzar en un régimen de «competencia de monedas» que, claro, incluyen la continuidad del Banco Central de la República Argentina.

Con todo, el comunicado difundido por el organismo representa la opinión de los técnicos aunque no todavía la de su directorio. El desembolso, por lo tanto, todavía está “sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI” que se producirá “en las próximas semanas”.

El texto de evaluación indica que los resultados son “mejores de lo esperado” en la medida en que “todos los criterios de desempeño se sobre cumplieron” y, a la vez, “se alcanzaron entendimientos sobre políticas para seguir reduciendo la inflación, reconstituir las reservas internacionales, apoyar la recuperación y mantener el programa firmemente encauzado”.

A la vez, alerta sobre la necesidad de “mejorar la calidad y la equidad de la consolidación fiscal, afinar los marcos de política monetaria y cambiaria, así como atender los cuellos de botella para el crecimiento”.

La pluma libertaria

El organismo, a tono con el gobierno, destaca que «a pesar de heredar una situación económica y social altamente compleja, la firme implementación del plan de estabilización de las autoridades—basado en una sólida ancla fiscal, la ausencia de financiamiento monetario y la corrección de precios relativos—ha permitido avanzar más rápido de lo previsto en el restablecimiento de la estabilidad macroeconómica y reencauzar firmemente el programa”.

A la vez destaca “el primer superávit fiscal trimestral en 16 años, la rápida caída de la inflación, el cambio de tendencia de las reservas internacionales y una fuerte reducción del riesgo soberano”. El organismo asegura que “las autoridades han realizado esfuerzos significativos para ampliar la asistencia social a madres y niños vulnerables, así como proteger el poder adquisitivo de las pensiones” que, en rigor, acumularon una caída de su poder adquisitivo del 32% durante 2023 que no se ha recuperado ni parcialmente en los primeros cuatro meses de este año y, por el contrario, sufren un rezago de dos meses con relación a la evolución de los precios.  

El organismo alerta además sobre la necesidad que lograr una “ampliación del apoyo político y social a estos esfuerzos y en la lucha contra intereses arraigados” en el que, asegura, se sigue avanzando.

A la vez adelanta un escenario de “consolidación fiscal” que “a través de reformas que mejoren la eficiencia y progresividad del sistema tributario, reduzcan los subsidios y refuercen tanto los controles del gasto como la rendición de cuentas”.

A tono con lo señalado oportunamente aseguran que “se seguirá reforzando la asistencia social según sea necesario” pasando por alto las denuncias de todas las organizaciones sociales ante la interrupción de la asistencia alimentaria para los comedores populares.

Dolarización archivada

En el ítem sobre política cambiaria es donde el organismo reconoce una “transición hacia un nuevo régimen monetario” que no incluye la dolarización sino “la competencia de monedas” algo que, en los hechos, ya ocurre en diversos mercados como el inmobiliario y crecientemente en el automotriz. Para el FMI “la política monetaria evolucionará para seguir anclando las expectativas de inflación y la política cambiaria se hará más flexible, al tiempo que se seguirán reduciendo las restricciones y controles cambiarios a medida que las condiciones lo permitan”.

A la vez, el personal técnico celebra que “se están obteniendo garantías de financiación de los acreedores oficiales”.