Últimamente el nombre del filósofo indígena  Ailton Krenak comenzó a zonar fuerte en el ámbito intelectual más allá de las fronteras de Brasil.  La vida no es útil, Futuro ancestral  e Ideas para postergar el fin del mundo, libros de su autoría, circularon en nuestro medio produciendo un gran impacto

Nacido el 29 de septiembre de 1953 en el estado de Minas Gerais, a los 16 años se trasladó al estado de Paraná, se convirtió en periodista gráfico, escritor y paulatinamente fue mostrando sus dotes de líder y también de poeta, escritor y filósofo.

Hace pocos días, vestido con el atuendo tradicional de su pueblo con bordados en oro y adornado con abalorios indígenas, a los 70 años, Ailton Krenak asistió a la ceremonia de acceso a la Academia Brasileña de Letras, un espacio de marcada preeminencia blanca fundado hace 127 años,  donde se sintió algo extraño por su singularidad, por lo que aludió jocosamente “al distinguido atuendo que estoy estrenando”, una forma de distender la formalidad de la ocasión y también de reivindicar su pueblo de origen.

A través de su obra y de su acción de liderazgo, Krenak se pronunció de manera contundente sobre los desastres que produjo el colonialismo y también sobre los que sigue produciendo el capitalismo. Su libro La vida no es útil señala, precisamente, que la vida es un valor que no debería ser enajenado por el mercantilismo a ultranza que proponen las sociedades capitalistas. Defensor del medioambiente y los recursos naturales de su país, sus textos han sido traducidos a 19 idiomas.

Foto: Nelson Almeida / AFP

Durante la ceremonia, recibió de manos de la actriz Fernanda Montenegro, protagonista de la película Estación Central de Brasil, el “collar del inmortal”.

“Espero que todo Brasil y los otros brasileños – dijo en la tradicional alocución que el ingresante debe pronunciar durante la ceremonia y que Krenak no leyó como es habitual- consigan entender que estamos pasando una página en la relación entre la Academia Brasileña de Letras y los pueblos originarios. Ya dije que vengo aquí para traer las lenguas nativas de Brasil a un ambiente que promueva la expansión de la lusofonía. Traigo aquí las lenguas indígenas. Creo que esto marca una gran diferencia en la historia de Brasil”.

Por su parte, el presidente de la Academia Argentina de Letras, expresó que Krenak tiene “una visión del mundo muy singular y apropiada para este momento”.

Y agregó: “Todo esto está incrustado en la victoria de Krenak en la Academia. Es un indígena que trabaja con la cultura indígena, con la valorización de la oralidad”.

Foto: AFP / MAURO PIMENTEL

Ailton Krenak y cinco siglos de sufrimiento indígena

Como sucede en los países de América Latina, a partir de la llamada “Conquista de América” que en realidad fue un violento saqueo tanto de españoles como de los portugueses en el país de Krenak, Brasil los pueblos originarios padecido el colonialismo.

La misma semana en que el filósofo indígena accedió a la Academia Brasileña de Letras de Brasil, el gobierno de Inacio Lula da Silva le otorgó una reparación moral al pueblo Krenak (Minas Guerais) y al Guaraní Kaiowá (Matto Grosso) por las violaciones a los Derechos Humanos que sufrieron durante la dictadura militar que se extendió desde 1964 a 1985.

Krenak respondió a ese acto de desagravio con estas palabras: “Pedir perdón después significa muy poco en cuanto a reparación. La verdadera reparación es por la acción real que se debe a los pueblos originarios»,

El filósofo también hizo un llamado a defender la naturaleza que es agredida por el “predador sapiens” nombre con el que ha bautizado a la especie humana que no cesa de agredir el medio en el que vive y que, si se continúa con las mismas conductas, dejará de ser un territorio habitable para futuras generaciones.

El ingreso de Krenak a la Academia Brasileña de Letras de Brasil es altamente significativo,  si se tiene en cuenta que es el primer indígena en ingresar de los 300 pueblos originarios que hay en Brasil. Además, la Academia ha sido acusada reiteradamente de racista. Sólo en 2006  había ingresado el escritor y académico afrodescendiente Domicio Proenca.