Daniel Angelici, presidente de Boca, se refirió al apriete que sufrió el sábado pasado el plantel de Boca por parte de la barrabrava, que apareció en el club luego del entrenamiento para pedirle a los futbolistas que tengan una mejor conducta fuera de la cancha. “No me gusta estar en los diarios por la inconducta de un jugador o por los barras. No corresponde que vayan. Yo me enteré el día domingo de esto. Y el lunes instruí al departamento de legales de abrir el sumario correspondiente, para ver cómo entraron los supuestos barras”, expresó Angelici en TyC Sports. Y agregó: “Nadie necesita que le hable alguien de afuera, el que está a cargo del plantel es el cuerpo técnico, con lo cual no necesitamos que venga alguien de afuera a decirles lo que tienen que hacer”.

Así, después de que Guillermo Barros Schelotto se hiciera el desentendido en la conferencia de prensa del domingo, Angelici aceptó la visita de La Doce, con Rafael Di Zeo y Mauro Martín a la cabeza. Lo curioso fue que no pareció condenarla. Es más: en sus palabras había un mensaje parecido al de la barrabrava. “El miércoles voy a ir al club y cuando termine el entrenamiento hablaré con los jugadores. No me molesta que salgan cuando tengan la noche libre, porque son jóvenes. Pero tienen que ser inteligentes para saber que hoy no hay más privacidad. Tienen que divertirse sin quedar en ridículo, hay que cuidarse un poco: están en Boca, son jugadores conocidos”.

La visita de la barra de Boca al plantel no aparece como un hecho aislado. Hace quince días, en la previa del choque entre Racing y Patronato, hubo una balacera de 20 disparos por una interna de la Guardia Imperial, a cuatro cuadras del estadio. Y el último fin de semana, en el partido entre Estudiantes de San Luis-Villa Dálmine, el árbitro Adrián Merlos sufrió en el entretiempo la amenaza de los violentos de Estudiantes. Resulta curioso que hace apenas cinco semanas, la ministra Patricia Bullrich haya anunciado en conferencia de prensa el programa Tribuna Segura, presentado como el método con que por fin se terminará con las barrabravas en el fútbol argentino.