El 19 de octubre de 2015, Talleres venció por 1-0 a Unión Aconquija, de Catamarca. El Mario Alberto Kempes recibió a 60 mil hinchas de la T, que festejaron ese triunfo como lo que era: la puerta de salida de un infierno llamado Argentino A. Menos de un año pasó de aquella tarde. Y el Kempes se prepara este domingo para una convocatoria similar, aunque el contexto será otro. Córdoba será una fiesta por la visita de River, en lo que será el primer partido como local de Talleres en Primera tras doce años.

¿Cómo logró la T ascender tres categorías en diez meses? Para encontrar la respuesta a la resurrección hay que viajar hasta el mismo punto del mapamundi que para explicar la debacle: México. Andrés Fassi es el presidente de Talleres desde finales de 2014, pero también es el vicepresidente del Grupo Pachuca, un grupo mexicano ligado al fútbol, que invierte en al menos cuatro equipos del continente: Pachuca y León, de México; Everton, de Viña del Mar; Talleres y posó sus ojos sobre el Once Caldas, de Colombia.

Fassi tiene 54 años es cordobés, futbolero e hincha de Talleres. Su vida parece un círculo: corrió detrás de la pelota hasta volver a Córdoba, el mismo punto desde donde arrancó. Después de algunas experiencias como preparador físico de distintos planteles argentinos, Roberto Saporiti lo llevó como PF del Necaxa, en México. Allí conoció a Jesús Martínez, hincha de ese club y dueño del Grupo Pachuca. A través de la financiación Martínez, Fassi grabó unos videos en los que daba algunos consejos para los formadores de juveniles en México. El video fue un boom en las tierras aztecas: hasta hechizó a Marcelo Bielsa, por entonces entrenador del Atlas.

Al tiempo, gracias a la popularidad de ese video, Fassi se sumó al Grupo Pachuca. Según cuenta desde México el periodista Iván Pérez, «el Pachuca vino a cambiar la forma de administrar los clubes de México. Incrementaron el valor de la franquicia más de 200% en menos de una década. Profesionalizó el fútbol: creó un área de marketing, tiene personal capacitado e inventó la universidad del fútbol, un concepto que en América Latina no existe y que tiene carreras de psicología, periodismo, nutrición, kinesiología y todo lo que se aplique al fútbol».

El Grupo Pachuca está asociado nada menos que con Carlos Slim, el cuarto hombre más rico del Mundo según Forbes. «Slim es hincha del León. Nosotros compramos al León, que llevaba diez años en Segunda, y logramos su ascenso. Y como ya en Primera no aceptábamos lo que nos querían dar las empresas por derechos de televisión -contó Fassi en una entrevista con El Gráfico- apareció él para participar del grupo. Quería comprar un porcentaje, nos dijo que nosotros decidiéramos cuánto. El único requisito que nos exigió es que fuéramos nosotros los que siguiéramos haciendo la gestión. Y compró el 30% . Es un hombre muy sencillo».

Talleres había quedado totalmente vaciado por el paso de Carlos Ahumada Kurtz. El empresario conocido en México como el «señor de los sobornos» fue gerenciador junto a Carlos Granero a través de la empresa Ateliers SA. Se llevó hasta las luces del estadio de Barrio Jardín y dejó al equipo en el Argentino A, una categoría inédita para los cordobeses. Ahí Fassi, cuenta, decidió que si no hacía algo por el club de su infancia se iba a arrepentir el resto de su vida. Y se presentó a elecciones.

Desde que es presidente de Talleres, vive 15 días en México y 15 días en Argentina. Llegó a Córdoba con la intención de repetir el modelo del Pachuca y del León. Y ganó las elecciones con casi el 80% de los votos. No sólo las ideas llegan desde la cuna de Mayas y Aztecas: también los dólares, según cuentan desde la Docta. Así se explica que un club que llega del ascenso pueda sostener los contratos de jugadores como Pablo Guiñazú, Mauricio Caranta, Matías Vuoso o Juan Ramírez. «El grupo Pachuca me ayuda en dejarme que yo pueda repartir mi tiempo aquí, porque mi nivel de responsabilidad en México es muy grande y también ayuda en la sinergia con los patrocinadores, apoyándome con todas las empresas que hay en México y en la Argentina para conseguir ingresos para Talleres», explicó luego del ascenso Fassi.

Pero no sólo son resultados, dinero y ascensos. Con el resurgimiento institucional de todos los ámbitos del club, Talleres recibió 25 mil socios nuevos en los últimos dos años. Son cosas que en la vida cotidiana de la T van más allá de los números y de los balances. Como lo que vivirá el pueblo cordobés este domingo, cuando uno de los más grandes del Interior se vuelva a vestir de gala para recibir a River.