Desprestigiado. Así se fue Federico Sturzenegger de la presidencia del Banco Central este jueves 14 tras batallar sin éxito dos años y medio contra la inflación y siete meses contra la corrida cambiaria que le armaron los inversores. Lo reemplaza Luis Caputo, quien dejará el Ministerio de Finanzas, y se sentará en la cúpula del directorio del BCRA con el objetivo de crear un nuevo escenario que genere confianza entre los inversores. Se disolverá la cartera de Finanzas y se integrará al Ministerio de Hacienda, que dirige Nicolás Dujovne.

Se trata de una crisis mayúscula dentro del gobierno que divide aguas tanto dentro de la coalición gobernante como entre sus aliados.

Caputo tendrá una primera prueba el viernes 15, cuando se active el mercado cambiario, que cerró el jueves en ascenso. La segunda prueba será el martes 19, cuando venzan 550 mil millones de pesos en Lebacs, una deuda que emite el BCRA y que en buena medida está en manos de los bancos e inversores grandes.

Por otro lado, este cambio sucede en medio de las negociaciones del gobierno nacional con el Fondo Monetario (FMI) para que éste le otorgue a aquel un blindaje de unos 55 mil millones de dólares cuya finalidad es asegurar cubrir el déficit fiscal de este año, asegurar el pago de la deuda pública y limpiar el balance del Banco Central.

Hay quienes aseguran que la salida de Sturzenegger responde a su falta de calidad en la gestión. Y hay quienes la adjudican al cuadro económico argentino, algo así como que la crisis se cobró el puesto del presidente del BCRA.

Para Arnaldo Bocco, ex director del Central, hay algo de ambas opciones. “Sturzenegger fracasó. Su manejo del Banco Central generó una pérdida de reservas por 15 mil millones de dólares en dos meses, además de un brutal salto cambiario”, indicó.

En ese sentido, señaló que los sucesos de la última semana podrían haber hundido definitivamente a Sturzenegger. “El jueves 7 anunció la vuelta a la flotación libre del tipo de cambio. El viernes y el lunes, el BCRA no intervino. El martes lo hizo y perdió 700 millones de dólares. Todo eso habla de un falta de pericia monumental”, detalló Bocco.

Pero, al mismo tiempo, indicó, “hay una enorme crisis en la economía, con ruptura de la cadena de pagos y caída del consumo. Las grandes empresas comienzan a mirar mal al gobierno de Cambiemos porque la destrucción del mercado interno también implica su propia destrucción”.

El acuerdo con el FMI enfatiza la reducción del gasto público, lo que acentuará la crisis económica y social. La limpieza del pasivo del BCRA tendría dos vías: de un lado, la transformación paulatina de las Lebacs en títulos de deuda del Tesoro, y del otro, la licuación de esas deudas en pesos por la vía de la devaluación. En ese sentido, la disertación “casualmente grabada” de Carlos Melconian, en la que aseguraba que el dólar debería costar 41 pesos, aparece como premonitoria.

Bocco observó que Caputo “es el único con buen diálogo con el sector financiero internacional” pero tiene una gran contra: “Las causas que lo investigan” por distintas operaciones sospechosas en las que existen claros conflictos de intereses o directamente sospechas de negocios estatales en beneficio propio.

Caputo ha sido el artífice del megaendeudamiento de la Argentina durante el mandato de Mauricio Macri. Primero, negoció el pago a los fondos buitre. Luego inició el ciclo de toma de deuda en el exterior a razón de 30 mil millones de dólares anuales, con lo que su gestión acumula unos 90 mil millones de dólares de nueva deuda desde diciembre de 2015.

En tanto, el mundillo financiero local se dividió ante los sucesos. Algunos hablaron de golpe en el BCRA para dar paso a “buitres” (por Caputo) y que la nueva conducción tiene la garantía de las cerealeras de que liquidarán 4000 millones de dólares comprometidos en mayo pero que aun no realizaron.

También destacaron que en el mismo día que el Ministerio de Hacienda publicó la Carta de Intención del gobierno al FMI en la que se habla de fortalecer la independencia del BCRA, el gobierno impone un nuevo presidente de esa entidad cuando Sturzenegger tenía mandato aprobado por el Senado nacional.

Al respecto, una fuente con acceso a la cúpula del BCRA le confirmó a este diario que Sturzenegger anunció por la mañana del jueves 14 que iría a presentar la renuncia, cosa que hizo por la tarde. Esta visión contrastó con otra que directamente habló de un despido por parte del presidente Mauricio Macri.

El futuro de Sturzenegger no parece tranquilo. El diputado nacional por el FpV Rodolfo Taillhade ya anunció que el próximo lunes 18 “vamos a denunciar penalmente a Federico Sturzenegger y al JP Morgan, por el saqueo a la reservas del BCRA en la corrida de mayo. Y vamos a pedir que se le prohíba la salida del país”.