Entre las 19 y las 23 del domingo 13, la cotización del dólar cripto, que surge de la compra de criptomonedas en pesos y su venta en dólares, pasó de $ 640 a $ 680, o sea saltó un 6,25%. El crecimeinto fue muy comentado en medios financieros y preanuncia lo que podría ser una jornada muy difícil para el ministro de Economía y ya confirmado candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa.

La corrida se produjo a medida que se acentuaba el dato de que el resultado de Unión por la Patria ubicaba a esa fuerza en el tercer lugar, aunque en forma provisoria ya que aún faltaba mucho para escrutar, especialmente en la provincia de Buenos Aires.

En otras palabras, la suba abrupta del dólar cripto se dio a medida que se conocía que las fórmulas más votadas eran las variantes más promercado de la oferta electoral: Javier Milei, por La Libertad Avanza, y Patricia Bullrich, en la interna de Juntos por el Cambio.

En los medios financieros existen sensaciones encontradas: de un lado, el fortalecimiento de candidatos que quieren impulsar políticas promercado y los negocios en el país, debería derivar en una mayor demanda del peso y su fortalecimiento respecto del dólar, al tiempo que debería redundar en una menor volatilidad.

Pero, al mismo tiempo, se diluye el poder de Sergio Massa para gestionar la economía, lo que abre oportunidades para hacer ganancias fáciles en un cuadro de fortalecimiento relativo de los factores de poder. Y bien ello puede atentar contra la perspectiva más general de un fortalecimiento del peso, puede ser que se esté ante un escenario de dos tiempos: volatilidad hasta octubre o diciembre y después las políticas promercado.

Para Federico Zirulnik, economista del CESO, “el resultado del oficialismo está dentro de los márgenes esperados, justamente teniendo en cuenta la evolución de las variables económicas durante toda la gestión”.

Zirulnik señaló que en este resultado (al momento de hacer esta nota, UxP sumaba el 26,9% de los votos a presidente y quedaba en tercer lugar) pesaron “algunas cuestiones por errores propios, otras por shocks externos, como la pandemia, la guerra y la sequía, o condicionalidades como las impuestas por el FMI. Pero lo cierto es que la realidad es dura para muchos argentinos y argentinas”.

Ante la consulta de si el resultado diluye el poder de negociación de Massa, Zirulnik consideró que “es probable. Posiblemente haya pedidos de más ajuste del gasto y más devaluación por parte del FMI para hacer el desembolso de este mes”.