Empeoró la desigualdad en la distribución del ingreso en la Argentina. Según informó el Indec este miércoles a través de su informe sobre la evolución de la distribución del ingreso, el coeficiente de Gini subió en el segundo trimestre de 2019 a 0,434 desde 0,422 del segundo trimestre de 2018.

El dato es un reflejo de los cambios producidos en los ingresos de la población por la recesión económica y luego de la devaluación del peso de 2018 y su repetición en abril de 2019.

El coeficiente de Gini toma en cuenta cómo se reparte la totalidad de los ingresos de la población. Es un indicador que varía entre 0 y 1. Cuanto más cercano a 1, mayor es la desigualdad en la distribución del ingreso mientras que a medida que se acerca a cero aumenta la igualdad.

Con todo, la desigualdad mejoró respecto de los datos del primer trimestre de 2019, cuando el coeficiente se ubicó en 0,447, el nivel más elevado que mostró la administración de Mauricio Macri en todo su mandato. Ese nivel fue el pico de tres trimestres consecutivos de alzas en el coeficiente, provocados por el constante deterioro de los ingresos de los sectores más vulnerables por la pérdida de empleo y la escasa suba de los ingresos y los beneficios sociales. Por ello, es posible que a la baja observada en el coeficiente en la comparación del segundo trimestre versus el primero le suceda una elevación que podría llevarlo a niveles no vistos antes.

Algo de esto ya se muestra en otro dato que dio a conocer el Indec. Entre el segundo trimestre de 2018 y el mismo período de 2019 aumentó la participación del decil 10 (el 10 por ciento de la población que percibe los mayores ingresos) en el total, al pasar del 31,2% al 31,9%. En simultáneo, cayeron en su participación los primeros seis deciles. Es decir, el 60% de la población vio descender su participación en los ingresos totales; los deciles 7 y 8 lo mantuvieron igual que un año atrás y sólo los deciles 9 y 10 los incrementaron.

 De allí que creciera la brecha de ingresos entre los deciles ubicados en los extremos. Un año atrás, el promedio de ingresos del decil 10 era 18 veces superior al del decil 1. Ahora, esa diferencia se amplió a 20 veces.

Ocupados

Respecto de los ingresos de la población ocupada (universo que incluye a asalariados dependientes y trabajadores independientes y patrones), el Indec informó que el promedio se ubicó en $ 21.899 en el segundo trimestre de 2019.

Al igual que con los ingresos de la población en general, se observa que en el año transcurrido se produce una concentración. Así, el decil 10, el que tiene los mayores ingresos, incrementó su participación en el total de este universo del 27,3% de un año atrás al 28,4% actual. En cambio, los ocupados de los primeros siete deciles (es decir, el 70% de los ocupados) vieron descender su participación en el total.

Cuando la lupa del Indec se posa en los ocupados asalariados exclusivamente, se observa que el salario promedio es de $ 22.658. Este universo de 8,95 millones de personas se divide entre 5,86 millones de asalariados con descuento jubilatorio y otros 3,09 millones sin descuento. Es decir, el trabajo en negro afecta al 34,5% de los ocupados asalariados.

La comparación de la evolución de los ingresos entre trabajadores en blanco y en negro pone de relieve que se produjo un trasvasamiento desde los segundos hacia los primeros. El caso que lo ejemplifica es el del decil 10: los trabajadores sin descuento jubilatorio pasaron de tomar el 2,7% del total al 1,8 por ciento, mientras que los asalariados que sí tienen descuento jubilatorio se apropiaron del 24,2% del total en el segundo trimestre de 2019 versus el 22,9% en el mismo período de 2018.

Mujeres

El informe sobre la evolución de la distribución del ingreso incluye una serie de datos que comparan los ingresos de varones y mujeres en cada decil.

Las mujeres siguen siendo mayoría en los primeros cinco deciles, que son los que perciben los menores ingresos. Por el contrario, los varones priman en los siguientes cinco deciles, los que tienen los mayores ingresos.

Esta diferencia a favor de los varones se observa al interior de cada decil ya que los varones reciben más ingresos en promedio que las mujeres. Esta realidad es quebrada en el decil 9, el penúltimo de mejores ingresos, donde la mujeres perciben mejores ingresos que los varones. Al menos, por ahora.