Un juglar, un trovador que canta sus verdades con la poesía como principal herramienta: eso es Manuel García. El chileno nacido en Arica cruzará de nuevo la cordillera hacia nuestro país para mostrar su arte, como lo hizo en septiembre pasado en Centro Cultural Kirchner, en aquella ocasión con Lito Vitale como invitado. Esta vez será el domingo 11 junio en el Espacio Xirgú Untref, solo con su guitarra y con espectáculo nuevo: “Este año conmemoramos en mi país otro aniversario del golpe militar contra Salvador Allende. Son 50 años de procesos políticos y sociales que se sucedieron después de esto. Entonces, mi idea es explicar estas cinco décadas en canciones”.
El cantautor abordará temas cruciales. “Se trata de los cambios que sufrimos como país, tener una mirada filosófica acerca de eso y plantear una discusión social. Busqué temas propios y de otros autores para armar el show: Que el arte explique lo que vivimos como comunidad. Es un concierto que aborda un repertorio que cuenta con sensibilidad y sabiduría lo que pasó, para entender junto a los compañeros y compañeras aquello, pero también el mundo actual que nos toca vivir”, reflexiona García.
El cantante y compositor lleva una amplia trayectoria explorando diferentes géneros como el folk, el rock y el pop, siempre apoyado en lo latino y con toques electrónicos, así como también en la canción popular, aquello que se puede identificar como parte del Nuevo Folklore regional. En El Caminante, su último disco, el chileno cantó versos junto a Mon Laferte, Silvio Rodríguez, Lenine, Eva Ayllón, Martirio, Raúl Fernández y Pedro Aznar, entre otros. Con el músico argentino comparte un premio Gardel: en 2020 grabaron Abrazo de hermanos, un disco a dúo que ganó como Mejor Álbum Conceptual. “Fue un orgullo, Pedro es un amigo pero sobre todo, un maestro para mí. Él es alguien que me enseñó mucho sobre cómo trabajar, me mostró distintas maneras de transitar nuestras músicas, desde una mirada muy culta como la de él. Con él me profesionalizo, le estoy muy agradecido.
Con estos años de canciones e historias, García siente que su canto fue una herramienta potente para establecer lazos entre la comunidad y el arte: “La guitarra es una herramienta, un elemento de resistencia importante, que en el fondo me permitió conocer gente e historias, realidades culturales distintas, para seguir trabajando incansablemente para que se produzca la magia de que aparezca un fruto por ahí. Con esto me refiero a que a partir de la música se pueda producir un contacto más amoroso entre nosotros, nuestro entorno y nuestra realidad cotidiana”. Tiene confianza en el camino: “Hay esperanza de que, cantando, podamos debatir y pensar que otra realidad es posible. Yo tengo un perfil de trabajo muy obrero. Practicar, crear, tocar, compartir, día a día luchar por decir algo que nos haga pensar o sentir algo hermoso, eso es lo que hago. Estoy agradecido de poder seguir haciendo esto”.
Búsqueda personal e influencias
Con un estilo propio, reconoce a muchos artistas previos a su época. “Creo hay vetas claras en lo que hago. Me gusta eso que mete la mirada del campo a la ciudad; desde la ruralidad, explicar la humanidad. Como lo hacían Violeta Parra, Víctor Jara, Atahualpa Yupanqui, Silvio Rodríguez, Chico Buarque, o Amparo Ochoa en México. Todos artistas que reflexionaban a cerca de sus realidades y las de sus ancestros, siendo esto un lugar desde donde se puede cantar. Y eso me marcó el camino, sin dudas”. Pero el trovador también reconoce en su trabajo otra característica: la imaginación. “Cualquier cosa que vuele alto me gusta meterlo. Imaginar mundos posibles, siempre hacer de manera honesta canciones que puedan tener algo de surrealista, o tal vez algo de ciencia ficción, para hablar de las posibilidades del ser humano en el tiempo y el espacio, también es algo que me gusta incorporar. Como le prestó atención a lo instrumental, a la música clásica, a la música contemporánea, a trabajos como el que hacía Piazzola, que pintaba paisajes con notas, eso me conmueve. Trato de emular aquello, de hablar con palabras no dichas, con sonidos llenos de sentimientos y pensamientos”.
Para Manuel García, la música de la Argentina siempre fue una inspiración. “Desde Mercedes Sosa a Spinetta, de Charly a Cerati, pasando por Fito, Piazzola o incluso Sandra Mihanovich. Todos esos nombres han sido fundamentales y son parte de nuestra música, por la influencia que han ejercido en los creadores chilenos. Se les admira y se cantan sus canciones, y siempre hay bandas jóvenes que les hacen tributos. Tiene mucha valía para nosotros. Creo que somos parte de una misma cultura latinoamericana que enfrenta problemáticas comunes, y la música y el sentir popular se refleja en este tipo de expresiones. Por suerte, porque unidos somos más fuertes y nos complementamos”.
Con un año lleno de fechas y giras, seguirá comprometido con los temas sociales, buscando de vincularse con comunidades educativas y culturales. “Para compartir el arte con las comunidades que tienen menos acceso, ganar la calle, para que llegue a la mayoría. Además, voy a estar grabando unos discos que tengo en la gatera: uno más de sonido progresivo, otro de piano y guitarra, y otro con este repertorio que voy a presentar sobre los 50 años del golpe militar, con las mejores actuaciones de esta gira”
Manuel García
El cantante y compositor chileno presenta un repertorio de canciones sobre los 50 del golpe militar con Salvador Allende. Domingo 11 de junio a las 19 en el Espacio Xirgú UNTREF, Chacabuco 875.
