La torpeza puede ser deprimente y patética, pero también una fuente de inagotable humor. De todos los inventos de Diego Capusotto y Pedro Saborido, el de Juan Carlos Pelotudo no deja lugar a dudas y mucho menos, a sutilezas. El personaje que es un eterno estudiante de guitarra con aspiraciones de trovador sexy, vive chocando con su ineptitud musical y -por qué no decirlo- para la vida misma. Sin embargo -vaya moraleja capusottiana- nunca deja de intentarlo. Con su lema “¡es imposible!” y sus grandes soliloquios con Ignacio, nos ha hecho sentir, sino mejores personas, al menos igual de tontos que otros muchos. Aquí, una selección de algunas de sus mejores historias.

Un músico integral

Además de intentar sacar temas de “Vivencia”, nuestro antihéroe probará otros métodos alternativos para lograr que lo sigan como el Flautista de Hamelin.

Un fogón alternativo

Juan Carlos se familiariza con el sitar y el chelo, y sus niveles de asombro y decepción se acelerarán hasta romper la barrera del sonido, pero… Puede haber sorpresas.  

Juan Carlos DJ

La tecnología puede ser traicionera, sobre todo para este joven Juan Carlos que se anima demasiado pronto a convertirse en el alama de las fiestas.