Primero se conocieron, luego fueron amigos y algún tiempo después se convirtieron en pareja. Ese podría ser el resumen de la relación artística y amorosa de Valentino (el guitarrista argentino conocido por su pasión por el jazz y el sonido de West Montgomery) y la cantante norteamericana Carrie Diane Ward, cuya asociación generó un espacio donde la música es casi lo que más importa. Así encararon pocos años atrás una dupla profesional de la que la Jazz Bazar (el longevo grupo del guitarrista) continúa nutriéndose hasta el día de hoy.

Desde la llegada de Ward, el estilo tan característico de la Jazz Bazar le abrió las puertas al blues, al soul, el funk, la bossa nova y a una fuerte influencia del góspel, generando una mixtura de géneros de raíz afroamericana que conviven de la mejor forma con la apuesta sonora de la banda. «Para nosotros tocar es fundamental más allá del dinero y las circunstancias. Es cierto que en este momento hay menos trabajo que lo que había unos años atrás, pero tenemos que seguir tocando. Como músicos el mostrar a los demás nuestra obra es esencial», dice Valentino.

Es sabida la pasión del guitarrista por el legado técnico y musical de West Montgomery. En el concierto que vendrá no faltarán invocaciones al norteamericano, pero también deliberados llamados al groove afroamericano que comparte con su compañera sentimental. «La Jazz Bazar está pasando un gran momento porque consiguió a la mejor cantante del mundo», dice mirando a Ward, que sentada a su lado recibe el piropo, aunque lo perciba como algo exagerado. Y sigue: «Desde que estamos con ella tenemos un producto variado, mucho más de lo que teníamos antes cuando no teníamos una cantante al frente de la música que tocábamos. Definitivamente ahora somos mejores.»

Pero para llegar a ese estado de plenitud musical y de pareja hubo un antes que el mismo Valentino bien se predispone a contar: «Nosotros primero éramos amigos, luego tocamos juntos con la banda porque nos sentíamos bien en lo musical, pero fue un año más tarde de eso que recién tuvimos nuestra primera salida como pareja formal. Siento que esta es la primera vez que tengo una relación que se dio de manera natural. Nunca había sido así antes de ella, y de todo eso ya pasaron unos tres años». Enseguida es Ward la que ofrece más pistas sobre su llegada desde Michigan (USA) para establecerse en la Argentina: «Un día hablando con un compañero de trabajo en mi país le conté que quería ir al sur de América, necesitaba una nueva vida. Entonces me dijo: ‘Hacia donde querés ir está la Argentina. Leí en varios lados que es la París de Sudamérica’. Finalmente vine y fue muy bueno todo. Acá encontré una conexión con San Telmo, la música y los museos. Sentí que estaba como en Nueva York por todas las cosas que pasaban en la ciudad. Viví en una época en Italia, y eso me sirvió para darme cuenta que ustedes tienen muchas cosas de los italianos, en la manera de expresarse, o en que hay muchos lugares para comer pizza por todos  lados o lugares para comer pasta fresca. Otra cosa que sentí es que me trataban bien como mujer negra que soy, algo que en Estados Unidos no es así. Y lo artístico también fue bueno para mí porque encontré una relación con el blues con mucha gente local. Mi experiencia entre ustedes es muy buena», dice en un español voluntarioso al que está domando con varios tics lingüísticos de los porteños.

Si la relación de ambos no tiene fisuras arriba del escenario, abajo podría ser diferente a la hora de escuchar música. Él es más de la vieja escuela del rock, el blues, folklore, el tango y por supuesto, el jazz. Ella es más de escuchar cierto tipo de hip hop no agresivo, soul clásico (Temptations, Isaac Hayes, Aretha Franklin o Barry White), pero también admira la técnica vocal de cantantes como Christina Aguilera, algo que como es de esperarse no recibe mucho entusiasmo de parte de su pareja. «Soy más bien clásico a la hora de escuchar y casi que no escuchamos música juntos. Carrie es más moderna y yo soy más conservador, me gustan más las cosas de raíz. Con el folklore y con el jazz de los orígenes me pasa lo mismo. Pero más allá de los gustos, en el escenario es donde puede verse mucho de los estilos o géneros que nos gustan a ambos», sostiene Valentino. «


Valentino Jazz Bazar & Carrie Diane Ward en vivo. Sábado 3 de agosto a las 23:45 en Bebop, Moreno 364.