No es sólo una cuestión de salud. El Chagas es una problemática socio-ambiental amplia y es también la enfermedad endémica más extendida en Argentina. En este 2021, el presupuesto asignado para tratarla fue el más alto de los últimos 10 años. Sin embargo, hasta agosto, sólo se había ejecutado el 5%.
Así lo denunció la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), que reclamó “al Estado Nacional que revierta la subejecución del presupuesto asignado para hacer efectiva una política de salud que garantice el acceso a derechos”.

“Lo que vimos con buenos ojos fue que el Estado nacional decidiera para 2021 dar el presupuesto más alto de los últimos 10 años y se esperaba una política sobre chagas con más inversión. El problema es que no se está ejecutando de la manera que corresponde: quedan solo cuatro meses de ejecución fiscal y no va a haber forma de que puedan cumplir con todas las políticas de chagas”, advirtió Francisco Rodríguez Abinal, abogado y coordinador del programa Derechos Sociales de la Niñez de ACIJ. Aclaró que “siempre los gobiernos han venido subejecutando. La diferencia es que este año hay muchos recursos y había mucha expectativa, pero no ha ocurrido. La ejecución del 5%, más allá de la pandemia, es inaceptable”.

En concreto, de la actividad “Prevención y Atención Integral de la Enfermedad de Chagas” sólo fueron utilizados el $3.409.967 de los $69.556.222, es decir, un 4,9%. Por su parte, de la actividad “Fortalecimiento de la Interrupción de la Transmisión Vectorial del Chagas”, sólo se utilizaron $48.608.325 de los $944.174.352, es decir, un 5,15%. Al primer trimestre de 2021, sólo se realizaron 24.716 de los 90.000 estudios serológicos para personas embarazadas y niñas y niños programados para el trimestre, un 27,5%. Además, en los primeros tres meses, se informó el rociado de 2.261 viviendas, un 56,5% de las 4.000 proyectadas para este plazo. Además, el presupuesto plantea que se tenía que construir una nueva base nacional para tratar chagas y readecuar otra: “Para eso no se usó nada, ni un centavo. No se hizo público ni un proyecto de licitación”.

“Decimos que es invisible e invisibilizada. Porque hay muchas personas que no tienen manifestación en su vida y viven con chagas, e invisibilizada porque no forma parte de las prioridades de prácticamente ningún gobierno a niveles provincial y nacional, pese a que en términos de la enfermedad es la endémica más importante de la Argentina: más de un millón y medio de personas viven con chagas. Cada año nacen 1500 niñas y niños con chagas y 7.300 millones aproximadamente están en exposición a riesgo de contraerla”, graficó Rodríguez Abinal. “La problemática es súper importante pero no tiene participación en la agenda pública. La razón tiene que ver con que si se incluyen mediciones sobre chagas influye en estadísticas sobre en índices de desarrollo humano, de necesidades básicas insatisfechas, que tienen impacto negativo cuando se visibilizan”.

Si bien se suele asociar al chagas con entornos rurales, viviendas de barro, pobreza y vinchucas, el representante de ACIJ explicó que “hoy es algo eminentemente urbano, por cuestiones migratorias, y en su mayoría la transmisión es vertical, hacia hijos e hijas”. En cuanto a la enfermedad, muchas veces no se manifiesta pero va generando un deterioro a nivel cardiovascular que, si no se detecta y trata a tiempo, puede derivar en complicaciones graves.

Desde hace 14 años, a través de la Ley Nacional de Chagas 26.281, el Estado Nacional se comprometió a diseñar y aplicar, de forma prioritaria, una política de salud que permita abordar esta problemática desde diversos ejes: prevención, investigación, comunicación y no discriminación, entre otros.

“Se piensa como una problemática del norte argentino, pero está presente en todas las jurisdicciones. Es importante en el conurbano, en CABA. Parte de la invisibilización implica que casi no hay estadísticas”, remarcó el coordinador del programa Derechos Sociales de la Niñez de ACIJ. La medición de ejecución se viene midiendo desde hace años y refleja “los vaivenes políticos que hacen que los presupuestos se modifiquen mucho: en 2015-2019 se consideraba que era problemática solo de algunas provincias y fueron disminuyendo las partidas”, recordó y lo contrastó con la suba presupuestaria de este año, pero señaló que “sin la ejecución correspondiente no se pueden concretar las políticas que garanticen el acceso a derechos, lo dejan nuevamente como un espacio desatendido”.

Chagas en CABA

La ley de 1980 –sancionada en la dictadura- número 22.360 fue derogada por la Ley Nacional 26.381 de 2007. Pero la ley vigente en la Ciudad de Buenos Aires sigue los lineamientos de la vieja ley. Por eso, desde el Consejo de Planeamiento Estratégico se llevó a la Legislatura la propuesta para que se adhiera a la ley nacional actual. El tema será analizado este viernes por asesores de diputados de la Comisión de Salud.