Docentes de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) denunciaron el cierre de un programa de educación clave del Servicio Penitenciario Bonaerense que en cinco años capacitó a 400 detenidos. Lo calificaron como “un avasallamiento a la educación en contextos de encierro”. 

Se trata del taller Reverdecer, un proyecto de extensión de la FAUBA que se desarrolla desde 2012 en el Complejo Penitenciario del partido de San Martín, donde se dictaban capacitaciones de jardinería, huerta, producción de plantas ornamentales, cría e incubación de aves. 

Las autoridades tomaron la medida luego de que cuatro detenidos de la Unidad 47 se fugaron el pasado 23 de septiembre atravesando el espacio de la granja. Dos de los fugados eran referentes de las áreas de avicultura e invernáculo de Reverdecer. “Este proyecto fue desmantelado por un hecho aislado, privando de la posibilidad de seguir educándose a la gran cantidad de detenidos que participan y han participado”, remarcó María Marta Bunge, coordinadora de Reverdecer. 

“A partir de este hecho, las autoridades de la Unidad 47 decidieron cerrar los cursos prácticos y el espacio de las aulas, donde se instaló la fuerza de choque. Se vació nuestro invernáculo y se entregaron las gallinas al INTA, desarmándose todo el espacio educativo y de formación para el trabajo. Además, en la Unidad 48 y en la escuela de oficios se retrocedió en los acuerdos de producción, prohibiéndonos la comercialización de plantas y macetas y desarmando los espacios productivos”, agregó. 

Pensado como proyecto de extensión, Reverdecer funcionaba de manera semanal, los miércoles por la mañana. Contemplan un modulo de Economía Social, dictado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA en conjunto con  KAMAK (asesora para emprendimientos sociales) y la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la FAUBA. Las capacitaciones son certificadas por la Agronomía, y Reverdecer también integra el equipo docente del Taller de Practicas Restaurativas que se dicta en las tres unidades del Complejo. También conforma una mesa de trabajo para la Inserción Laboral, junto a la CUSAM (de la Universidad Nacional de San Martín), Ministerio de Trabajo, Patronato de Liberados, SPB y detenidos. El año pasado, con un proyecto PROCODAS del Ministerio de Ciencia y Técnica, construyeron un aula universitaria en el espacio de Régimen Abierto de la Unidad 47, en el cual hoy se dictan el programa FINES. 

Costura, prácticas restaurativas, medicina sintergética, expresión creativa, son otros de los talleres que dictan en Reverdecer. Lo producido por los detenidos, ya sea plantas o macetas, se comercializa en la Feria de la Facultad de Agronomía y lo recaudado se deposita por expediente en cuenta judicial. El 80% iba para el detenido.

“La educación y formación para el trabajo que brindamos exige teoría y práctica, requiere de personas que alimenten los animales y cuiden las plantas. Estas actividades brindan una ocupación permanente física y mental a los detenidos, conformando un espacio diferente al común de lo carcelario”, enfatizó Bunge. Y acotó: “Entendemos esta acción como una más del cercenamiento de los derechos de los detenidos. Es necesario defender el derecho a la educación, entre otros derechos que se cercenan al dejar afuera a instituciones y universidades”.