Después de cuatro años de un gobierno nefasto como el macrismo, todas la acciones positivas por parte del Estado me sorprende para bien y me generan una paz interior tremenda. Por primera vez después de la ley identidad de género siento que el Estado nos pone de nuevo en agenda reconociéndonos como seres sujetas de derecho y ahora como personas que merecemos una oportunidad dentro de este sistema, de esta sociedad a la que todavía no terminamos de ingresar. Son muy pocas las conquistas que espero sin considerar que hay que pelearlas demasiado, pero en los pocos meses de este gobierno nos mostró un montón de acciones positivas para el colectivo que somos un colectivo vulnerado históricamente.

Venimos de meses duros. La pandemia en Tucumán ha sido tremenda, el gobierno tucumano nos abandonó totalmente, nos dejó de lado y nos sigue dejando de lado. Tuvimos que salir a buscar ayuda de organizaciones independientes que consiguieron mercadería para nosotros, nos ayudaron a conseguir medicación y a que profesionales de la salud atiendan a las compañeras sin el riesgo de contraer Covid-19. Tucumán me sigue pareciendo una provincia que quedó en el tiempo, que no quiere avanzar, pero sobre todo que no quiere ver a quienes tienen alrededor. Hoy creo que les conviene tener invisibilizadas a personas como nosotras, y que si desaparecemos sería un beneficio enorme para este gobierno. Si no fuera por las organizaciones no sé dónde estaríamos después de esta pandemia. Tuvimos que pedir asistencia al Ministerio de Diversidad de Nación para que intermediaran con la Secretaría de la Mujer para que nos ayude con la mercadería. Lo sucedió con el ingreso de compañeras que accedieron al IFE y al actual plan Potenciar empleo que hizo que muchas compañeras les cambie la realidad porque no dependen de una bolsa de mercaderías al mes.

Considero que la realidad del colectivo va a cambiar de una vez por todas a nivel nacional con este decreto. Que una trava pueda ingresar a un empleo real, genuino, en blanco con posibilidades de aportar de tener un ingreso mensual, de acceder a una obra social, le va a cambiar la vida por completo y de acá en adelante a todas las que vienen. Que muchas compañeras ingresen a un trabajo genuino real, va a aportar a un cambio social, que la sociedad termine de entender qué es ese colectivo del que se habla tanto pero no se conoce porque no terminamos de llegar al centro de la ciudad. El colectivo que todavía no se terminan de cruzar en la calle de día, en lugares públicos, sentadas tomando un café o comprando algo en algún negocio del barrio. Creo que esta es una puerta enorme que se abre para el colectivo, pero sobre todo para la sociedad.

* Activista trans e integrante de LOTO ( Libertad y Orgullo Trans Organizadxs) y de Asociacion MTA (Mujeres Trans Argentinas) Tucumán.