«El gran desafío que tenemos es que la sociedad sepa qué es lo que defienden aquellos que se proclaman ‘libertarios’ y los que citan la palabra libertad”. Esas palabras del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, sirven como pantallazo para dar cuenta de lo que fue el VII Encuentro Federal de Derechos Humanos, realizado el último fin de semana.

El lema del evento, organizado por la Red Federal por los Derechos Humanos, marca claramente hacia dónde apuntaron las miradas: “Sin memoria, verdad y justicia no hay libertad”. En la jornada expusieron 14 comisiones, y el cierre estuvo a cargo del ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la referenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida; y el propio Pietragalla Corti.

Más de 3.000 personas visitaron el Espacio de Memoria y Derecho Humanos Ex ESMA y durante toda la jornada se juntaron reflexionaron sobre la situación política actual, a partir del avance de los discursos negacionistas y las voces que justifican el Terrorismo de Estado en plena campaña electoral, especialmente el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, que negó los 30.000 desaparecidos en pleno debate presidencial.

Discursos de odio, lawfare y negacionismo

“La democracia exhibe 40 años en forma ininterrumpida en nuestro país, nosotros seguimos trabajando, combatiendo los discursos de odio, el lawfare y el negacionismo”, aseguró Horacio Pietragalla Corti, titular de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, a Tiempo. Y remarcó: “como siempre, alentamos a la unión y formación de la Patria Grande, resistiendo y luchando contra las distintas violencias que ejerce el poder real sobre el mundo entero”.

«Nosotros, como compañeros, tenemos que subir un escalón más para consolidar, reforzar y profundizar las políticas de Derechos Humanos”, recomendó el secretario nacional. Esta es la manera de “darle vida a nuestra democracia y reforzar sus símbolos”.

“Lo que digo tiene que ver con el objetivo que compartimos en común con el resto de las provincias, cuyos representantes de cada una de ellas están acá participando en este Encuentro Federal de Derechos Humanos», subrayó Pietragalla Corti. Y apuntó: «el gran desafío que tenemos, es que la sociedad sepa qué es lo que defienden aquellos que se proclaman ‘libertarios’ y los que citan la palabra libertad”.

Trabajadores de prensa comprometidos  

Uno de los puntos más emotivos fue la participación de los periodistas neerlandeses Jan van der Putten (81 años) y Frits Barend (76), célebres por su aporte en la lucha por los Derechos Humanos, que en plena dictadura cívico- militar se atrevieron a informar sobre los crímenes, poniendo en riesgo sus propias vidas.

“Durante el mundial del ’78, ellos visibilizaron lo que pasaba con nuestras madres y nuestros 30.000 desaparecidos y desaparecidas –remarcó Pietragalla Corti –. Con el trabajo que han hecho, mostraron que se puede hacer un periodismo genuino, con compromiso social, ellos no lo dudaron, nos acompañaron denunciando todas las violaciones a los Derechos Humanos que se cometieron en nuestro país y a nivel internacional”.  

El domingo, Tiempo contó la historia de ellos y reprodujo el diálogo con Jorge Rafael Videla. En la cena de clausura del Mundial de Argentina 1978 en el hotel Plaza, antes del plato principal, Frits Barend le pregunta al dictador argentino por los desaparecidos. Entró camuflado, como si fuese el futbolista Wim Rijsbergen, con su acreditación, después de que Holanda, derrotada 3-1 en la final, decidiera no ir por la multitud en las calles:

-Hola, señor Videla. Soy un periodista de Holanda. ¿Puedo hacerle algunas preguntas?

-Sí, claro, por supuesto.

-Felicidades por su Mundial.

-Gracias, gracias. Gran partido.

-¿Está contento?

-Sí, estoy feliz.

-¿Dónde está la gente desaparecida?

-¿Perdón? ¿De qué habla?

-Sí, se dice que hay cerca de 30 mil personas desaparecidas.

-¡Eso es mentira! ¡Son mentiras!

-He hablado con las mujeres de la Plaza, con las “madres locas”. No mien…

-Nonono, son mentiras. Y aparte, en su país también hubo guerras.

-Lo sé. Soy judío y toda mi familia murió en 1942: 46 muertos en un día en los campos de concentración de Auschwitz y Sobibor.

-Esas cosas pasan…