El viernes a las cinco de la tarde la Policía de la Ciudad quiso requisar la mochila de un estudiante del colegio Carlos Pellegrini que se encontraba en la puerta del establecimiento por sospechar que tenía marihuana e intentó llevárselo en un patrullero. La inmediata reacción de sus compañeros y de los padres presentes fue preservar al chico, armando un cordón entre él y la fuerza policial. Los uniformados respondieron con golpes, empujones, gas pimienta, y un docente quedó tendido sin conocimiento en el piso  como consecuencia de esa represión. 

En los últimos años, la fuerza policial porteña viene cometiendo acciones represivas por fuera de los protocolos, y cada vez con mayor frecuencia. En este caso, la intervención policial sucedió sin que mediara orden y generó caos, golpes, heridos en medio de una situación de total tranquilidad. El mismo viernes se conocieron los comunicados del Centro de estudiantes y de los padres, que pusieron énfasis no sólo en el rechazo al accionar policial sino a la cobertura de los medios masivos, “que además de divulgar ilícitamente filmaciones de menores de edad sin su consentimiento, construyen una imagen desvirtuada del alumnado y de las autoridades escolares para promover el desprestigio de las instituciones de educación pública y para legitimar la violencia policial”.

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Además, se dio a conocer el comunicado de la propia institución que reclama que no se siguieron “los protocolos y reglamentaciones correspondientes para tratar con menores de edad”. Allí se informa que se realizan las denuncias correspondientes en la Comisaría local, la Defensoría del Pueblo y el Consejo de las Niñas, Niños y adolescentes.

El comunicado institucional tiene la firma del rector Leandro Rodríguez y fue emitido el viernes, el mismo día que se sucedieron los incidentes: 

«En el día de la fecha, efectivos de la Policía de la Ciudad intentaron detener a un estudiante de nuestra Escuela en la puerta del establecimiento.

La reacción de los estudiantes, padres de la Cooperadora (abogados), autoridades y personal del colegio fue inmediata, solicitando a los oficiales seguir los protocolos y reglamentaciones correspondientes para tratar con menores de edad, invitándolos a convocar o notificar al Consejo de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, y requiriendo los adultos de la escuela intervenir en la situación y tratar la cuestión al interior del colegio.

Ante la negativa de los oficiales la situación se volvió tensa: Al pretender subir al niño a un patrullero, la reacción de los alumnos fue intentar impedirlo. Los oficiales deciden abrirse paso entre decenas de menores y autoridades, llevando a una situación violenta que terminó a los empujones, con un docente golpeado desmayado en el piso, y con chicas y chicos de la escuela con lipotimias, crisis nerviosas y de angustia que fueron debidamente contenidas con médicos del SAME y psicólogos de la Escuela.

Inmediatamente después de los incidentes, desde la Escuela realizamos las gestiones correspondientes con la Comisaría local, la Defensoría del Pueblo y el Consejo de las Niñas, Niños y adolescentes».

El incidente fue grabado por un celular, se puede ver acá: