“¿Todo a favor de la UniCABA?” Es la pregunta que se hace gran parte de la comunidad educativa cuando es testigo de cada avance que realiza el gobierno de la Ciudad contra los Institutos Superior de Formación Docente (ISFD). Desde que el oficialismo porteño aprobó la creación de la UniCABA en 2018, la mayoría de las iniciativas educativas adoptadas por la cartera que conduce Soledad Acuña, apuntaron a poner en crisis el funcionamiento de los profesorados porteños: fusión de edificios escolares, eliminación de materias y horas de cursadas, y cierre de carreras terciarias, entre otras cuestiones. El último episodio para profundizar el vaciamiento de los ISFD, ocurrió el pasado viernes 23 de diciembre, cuando los rectorados fueron notificados de que en los institutos Alicia Moreau de Justo y el Mariano Acosta, se cerró la inscripción 2023 a nuevas cohortes para el Profesorado de Física y de Lengua y Literatura. En las últimas horas, el histórico Joaquín V. González fue notificado que no se permitirá la apertura de varios postítulos como, Ciencia del Lenguaje, Matemática Educativa y Acompañamiento a las trayectorias educativas en los niveles medio y superior. «Este instituto es el único profesorado que ofrece el postítulo a las trayectorias y el gobierno lo quiere cerrar, denuncian.

Desde el año pasado, el ministerio de Educación porteño, viene implementando el uso de una normativa que atenta contra el derecho al acceso a la educación. La misma establece que una carrera debe tener veinte “inscriptos validados” para su apertura. Es decir, las y los futuros estudiantes deben anotarse, primero  mediante la inscripción online y luego tienen que validar en el profesorado esa inscripción presentando la documentación correspondiente. Una vez realizado este paso, los inscriptos pasan a ser “cursantes regulares”.

Estudiantes, docentes y familias marchando contra la UniCABA

“La cuestión es que de los tres postítulos que ofrece nuestra institución dos tuvieron más de treinta inscriptos, el de acompañamiento a las trayectorias y el de ciencia del lenguaje, pero fueron a validar 13 personas en uno y 14 en el otro. Nosotros defendemos la continuidad de las tres especializaciones, porque venimos de una reforma curricular muy grande de los postítulos del año pasado y no terminó recién la primera cohorte, con lo cual no podemos ni siquiera hacer una evaluación de este nuevo diseño”, explica a Tiempo Mariana Rosetti, Rectora del Joaquín V. González.

De esta manera, la cartera educativa obliga al cierre de postítulos incluso habiendo estudiantes que validaron su inscripción personalmente y que no podrán cursar la especialización elegida que, en el mejor de los casos, deberán buscar otras opciones. En definitiva: el gobierno de la Ciudad no les garantiza el acceso a la educación pública.

“Estos estudiantes pierden su derecho a tener una formación continua, con lo cual la discusión de fondo está en de dónde sale el número veinte, es decir, ¿por qué se considera que si no hay 20 personas confirmadas para cursar hay que cerrar un postítulo? ¿Esto es una convención que habilita el funcionamiento de una comisión, de un aula de un espacio académico?”, cuestiona Rosetti. “Lo que no quedan dudas es que es un número totalmente arbitrario. Además hay que tener en cuenta que éste instituto es el único profesorado que ofrece el postítulo a las trayectorias y el gobierno lo quiere cerrar. Tiene la característica de ser el único porque, además, es un enfoque que incluye articulación de nivel secundario y superior, agrega.

La normativa llegó por expediente electrónico y, de acuerdo a lo que dice la letra escrita, es que no se habilita la cohorte 2023 porque no se alcanzan los veinte validados, e invitan a la institución a tener reuniones para reformular una propuesta que se ajuste a lo que, supuestamente, sería de interés para las y los docentes que quieren seguir estudiando. “Eso dice la letra chica del expediente que nos enviaron, pero hay diferentes acciones que llevó adelante la cartera educativa donde hay carreras que se están cerrando, vienen presionando con la cuestión cuantitativa; está claro que esta gestión quiere seguir cerrando carreras de los profesorados, bajo argumentos falaces como que están obsoletas, que no responden a las necesidades del sistema, o que no responden a los lineamientos prioritarios, etc.

Cronología del avance contra los profesorados

En 2017, a casi dos años de haber tomado el control de la cartera educativa porteña, la ministra Soledad Acuña lanzó una premisa seductora: «Queremos profesionalizar y/o jerarquizar la carrera docente». De esta manera, el 22 de noviembre de 2017, presentó oficialmente el primer proyecto de Ley de la UniCABA. Un año después, el 22 de noviembre de 2018, el PRO logró sancionar esta Ley solo con los votos del bloque oficialista y el rechazo de toda la oposición. Desde un primer momento, la comunidad educativa sostuvo en su crítica que la UniCABA venía para terminar con los 29 Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD) existentes y todos los hechos indican que la Ciudad está haciendo lo imposible para cumplir con esa profecía.

Eliminación de materias y horas de cursada

En junio del año pasado, el ministerio de Educación de la Ciudad, anunció el recorte de 24 materias de profesorados docentes, casualmente el mismo se ejecutará sobre Romero Brest y el Instituto Federico Dickens. Así se detalla en el documento que lleva el título: “Propuesta de renovación de la formación docente”, donde propone esta fuerte reducción en la carga horaria y la eliminación de 24 cátedras. “Actualmente, tenemos 64 materias y quieren reducirlas a 40, esto nos quitaría todo un año de formación en nuestra carrera, ya que de cinco pasamos a cuatro”, señaló a Tiempo en ese momento Marcos Mabilia Garófalo, estudiante del ISEF N°2 “Federico Williams Dickens” y Presidente del Centro de Estudiantes. Precisamente, el objetivo del gobierno de la Ciudad es reducir de 3007 horas reloj de formación docente a 2.600. En el punto B de esta modificación de la carrera docente, la cartera educativa argumenta que “es necesario que la propuesta curricular posibilite una mejora en las trayectorias de las y los estudiantes del profesorado (…) y que ello implique, para las y los estudiantes, una cursada diaria aproximada de un turno”.

Fusión de profesorados

El pasado 14 de diciembre, Tiempo sacó a la luz que en medio del mundial de fútbol y de la gira que el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, realizó por Estados Unidos en el marco de su campaña presidencial, el Ejecutivo porteño decidió dar un paso más en materia de recorte y ajuste educativo. Tras la publicación que la Ciudad rematará el edificio donde actualmente funciona la UniCABA por considerarlo “innecesario”, la cartera que conduce Soledad Acuña, reconoció que dos de los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD), serán usados como sede de la UniCABA a partir de 2023: el ISEF N°2 “Federico Williams Dickens”; y el Nº 1 «Dr. Enrique Romero Brest”. El hecho se suma a otro recorte realizado sobre estos profesorados en junio de este año, donde eliminaron 24 materias de las carreras, una quita de 400 horas de estudios.