Muchos se preguntan si es posible que una gestión de gobierno pueda hacer campaña electoral con aquellos sectores que, esa misma gestión, desfinanció sistemáticamente con políticas de ajuste y un vaciamiento sostenido en el tiempo. La respuesta es sí, y el mejor ejemplo de ello es la administración porteña que, de acuerdo a cifras y datos oficiales, durante 16 años de gobierno recortó el presupuesto educativo, y en los últimos años ese sector fue usado como “caballito de campaña” en el marco de las diferentes elecciones. En las últimas horas, la ministra de Educación Soledad Acuña, manifestó en sus redes sociales que “en 2007 recibimos escuelas que se caían a pedazos. Declaramos la emergencia educativa y pusimos en marcha un plan para recuperar cientos de establecimientos”. Ante semejante afirmación, desde diferentes sectores de la comunidad educativa salieron al cruce: “en los últimos 10 años el presupuesto destinado a infraestructura escolar en CABA se redujo en un 43%”, le respondieron.

La titular de la cartera educativa porteña, intentó increpar en las redes sociales al candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Unión por la Patria, Leandro Santoro, ante versiones publicadas en una nota de la agencia estatal de noticias Télam. En la misma, Santoro manifestó que confía en representar el «hartazgo» porteño tras 16 años de gobiernos del PRO.

En el artículo, el candidato de Unión por la Patria, denunció la «desinversión absolutamente injustificada» en materia de educación que afecta a la «infraestructura escolar, la calidad educativa y la falta de docentes» como uno de los principales problemas en la Ciudad. En ese mismo sentido manifestó que «hay un drama enorme con la educación en CABA, invisibilizada por la pauta de Larreta. Las cuatro palabras que explican la gestión de Acuña son desinversión, sub-ejecución, tercerización y precarización”, y concluyó con una frase determinante: “Es la peor ministra de Larreta que, dicho sea de paso, suena como candidata a vicejefa de gobierno de Martín Lousteau, si llega a ganar», aseguró Santoro.

Al cabo de unas horas de publicada la nota con varias definiciones de Santoro, la ministra Acuña intentó responderle en las redes sociales, con cifras poco confiables y frases generales.

«Lamento que te toque representar en las urnas a uno de los peores gobiernos de la historia, Leandro Santoro.  Y que asumirse responsable de haber cerrado y militado el cierre de escuelas en todo el país te cueste. Pero hacete cargo”, comenzó su exposición. “En 2007 recibimos escuelas que se caían a pedazos. Declaramos la emergencia educativa y pusimos en marcha un plan para recuperar cientos de establecimientos”, aseguró la mandataria y lanzó”: “Pero además construimos 108 nuevas escuelas, la mayoría en zona sur, y gracias a eso hoy la Ciudad garantiza el 100% de cobertura de vacantes en educación obligatoria”.

Ante estas cifras aventuradas, la vicepresidenta de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, la diputada Maru Bielli, desmintió varias afirmaciones de la funcionaria PRO. «Ministra, en los últimos 10 años el presupuesto destinado a infraestructura escolar en CABA se redujo en un 43%. Para vos 108 escuelas en 16 años es mucho. Para nosotros es muy poco. Sin contar que 1 de cada 3 fueron nuevos edificios, es decir, no generaron nueva matrícula”, respondió la legisladora de Unión por la Patria.

La ministra Acuña, manifestó también que en términos reales, “el presupuesto educativo desde 2007 no solo no se redujo, sino que aumentó un 18% entre ese año y el 2023. Sin olvidarnos de que la Ciudad asume obligaciones tanto provinciales como municipales”. A esta afirmación, la diputada porteña de la oposición señaló que “el presupuesto (educativo) cayó un 9,4% en términos reales”.

Los bajos salarios de maestros y falta de docentes

Desde los sindicatos también salieron al cruce de Soledad Acuña. El secretario adjunto de la Unión de Trabajadores de la Educación, Eduardo López,  manifestó que “en 2007 el presupuesto destinado a Educación era del 27% y ahora es del 17% y que no había problemas de vacantes para los estudiantes cuyas familia eligen la escuela pública”.

Entre otras afirmaciones infundadas de la ministra Soledad Acuña, la funcionaria dijo que los docentes de CABA “no pierden contra esta inflación imposible que deja el Gobierno nacional. Hoy un docente ingresa al sistema con un salario en mano de $387.274 y aquellos con más antigüedad perciben $448.158, acumulando un 68.9% de incremento en lo que va del año”

López y Bielli desmintieron nuevamente a la mandataria del PRO. Antes de 2007 “había 10 aspirantes a la docencia por cada cargo que quedaba libre por jubilación del docente titular. Ahora no hay quien quiera estudiar de Docente, todos los días hay miles de cargos sin cubrir y miles de chicos sin clases porque cuando asciende o se jubila un docente, no hay maestros recibidos para reemplazarlos”, manifestó López. En relación al salario docente Maru Bielli sostuvo que “un maestro de jornada simple con 12 años de antigüedad gana 36 mil pesos más en la provincia de Buenos Aires que en CABA. Y esta diferencia se agranda a mayor antigüedad. Quizás este sea uno de los motivos por los que tenés tantas aulas sin docentes a cargo”, destaca.

La falta de vacantes en CABA

Desde hace años, este medio cubre la carencia de vacantes en el distrito porteño. Al comienzo de cada ciclo lectivo, Tiempo presenta un informe en base a cifras contenidas en la base de datos del sistema de inscripción on line. De acuerdo a los últimos guarismos obtenidos en 2022, ese año hubo 56.832 chicos y chicas que no consiguieron vacantes en todos los niveles y modalidades. El sector más crítico es el infantil. La falta de lactarios y jardines con salas de 3 a 5 años provoca un colapso en el nivel inicial, que es históricamente uno de los más castigados. De acuerdo a la información analizada en ese sector, este año se solicitaron 41.611 vacantes para niñas y niños de 45 días de vida a 5 años de edad, pero CABA asignó tan solo 19.416: el 53,4% de los inscriptos no obtuvo lugar en jardines públicos porteños.